04 Nov Tim Burton: “Yo no pienso en crear un legado”
Frankenweenie, la primera película de animación de Tim Burton para Disney, cuenta la historia de un curioso niño llamado Victor y su adorado perro Sparky que un día, inesperadamente, fallece tras un accidente. Ayudado por la ciencia y tras algunos “ajustes menores”, Victor logra traer a su mejor amigo de regreso a la vida. Pero con el correr de los días y a partir de la interacción con sus maestros y compañeros de escuela, va descubriendo que quizás no haya sido buena idea. Y que tal vez, lo mejor, hubiera sido que Sparky no retornara al reino de los vivos convertido en un monstruo…
Animada con la técnica fotograma a fotograma (stop-motion), Frankenweenie –que se estrena mañana– fue rodada en blanco y negro y luego pasada a 3D, con un elenco de voces compuesto en su mayoría por actores y actrices que ya habían trabajado con Burton en anteriores películas: Catherine O’Hara (Beetlejuice el super fantasma, El extraño mundo de Jack), Martin Short (¡Marcianos al ataque!), Martin Landau (Ed Wood, La leyenda del jinete sin cabeza) y Winona Ryder (Beetlejuice el super fantasma, El joven manos de tijera), entre otros.
“La razón por la cual quise, originalmente, hacer Frankenweenie es que desde chico amé las películas de terror”, explica Burton. “Pero también fue la relación que tuve, cuando era niño, con un perro. Es una relación especial que uno tiene en la vida, es muy emotiva. Los perros usualmente no viven tanto como las personas, por lo tanto uno siempre experimenta el final de esa relación. Eso, en combinación con la historia de Frankenstein, fue algo muy poderoso para mí; una suerte de recuerdo muy personal”.
La animación fotograma a fotograma, o stop-motion, es uno de los estilos más antiguos y es un proceso muy artesanal que implica 24 cuadros por segundo y una dedicación especial por parte del animador (ver recuadro). “Se necesita un montón de gente cuando uno quiere hacer un film así”, remarca el director que debió crear más de 200 muñecos y sets para el film. “Lo que lo hace diferente de un film de acción real es que todo ocurre muy, muy lentamente. En la acción real uno debe tomar decisiones rápidas todo el tiempo; en stop-motion puede tomar un par de días, o hasta un par de semanas, realizar una toma, dependiendo de su complejidad”, completa.
Se trata de la tercera película de Tim Burton rodada en esta técnica, luego de las nominadas al Oscar El cadáver de la novia (2005) y de El extraño Mundo de Jack (1993). Y seguramente existan maneras más sencillas que la clásica animación de stop motion para hacer una película, pero Tim Burton cree que ésa fue la elección perfecta en este caso: “El stop motion tiene cierta belleza implícita, y hay algo en esa técnica que refleja la historia de Frankenstein, porque uno toma un objeto inanimado y le da vida. Esa cierta energía que contiene, uno no puede obtenerla de ninguna otra forma.”
Para el autor de Ed Wood, las películas de terror hablan en un nivel diferente, tal como ocurre con un cuento de hadas o un relato popular. Y el uso de la técnica de stop motion refleja bien la historia de Frankenstein, agregando otro elemento a su profundidad: “Se trata del poder de crear algo desde la nada; por eso me gusta esta técnica de stop motion: es tomar un muñeco inanimado y darle vida.”
De alguna manera, Frankenweenie tiene influencia de las películas clásicas que marcaron la infancia de Tim Burton, no sólo por su realización en blanco y negro sino también por la expresión de inocencia encarnada en el uso de la técnica de stop-motion, que respeta la simpleza de la historia y añade profundidad y textura a su presentación. “Yo no pienso en crear un legado. Sólo sé que, si alguien se acerca en la calle y dice que algo de lo que yo he hecho lo afectó positivamente, eso es lo único que me importa”, se desmarca, sin embargo, el director.
Del film participaron cerca de 33 animadores quienes, en su mayoría, trabajaron en solitario durante los dos años que tomó la realización de Frankenweenie. Una semana típica de producción arrancaba con el animador trabajando en una toma puntual y haciéndose responsable de todos los movimientos de un determinado personaje. Luego, una vez concluidos los ensayos, Tim Burton y Trey Thomas, el director de animación, se sumaban a la preparación de la escena y decidían los movimientos de cámara, la iluminación y los accesorios de la escena.
“Tim Burton fue en busca de un estilo creíble y quería que las leyes de la física estuvieran presentes para que todo luciera muy real. Él deseaba una película muy genuina y sincera, y eso es lo que nuestros animadores buscaron en su día a día”, explica Thomas. Y agrega que el proceso implicó pasarse “horas trabajando con la marioneta para obtener todos los movimientos requeridos como sentarse, pararse o beber el té”. Un lujo, en términos de animación.
La película tiene otra cualidad y es la de ser el primer largometraje animado de Burton realizado enteramente en blanco y negro. “El blanco y negro es una parte importante de la historia, del personaje y de la emoción general. Te permite una mayor calidad emocional, es como otro personaje”, asegura Burton. Y explica que la técnica provee “una cierta profundidad” y una forma específica en la cual la gente y “los objetos entran y salen de las sombras”. “Eso es muy interesante y es una parte vital de la historia”, valora.
El pasaje del film a 3D agregó otro elemento importante para la sensación general: “Las imágenes son muy claras y nítidas en blanco y negro”, asegura el director. “Y el elemento tridimensional les da una cierta profundidad que es poco común y fantástica. Con stop-motion y 3D, la gente puede sentir como si viera en el set. Se ve la textura de los muñecos, se ven cosas que normalmente no se perciben. Es lo más cercano a visitar un set de rodaje de una película.”
Tim Burton se entusiasma con la respuesta que pueda llegar a obtener de Frankenweenie: “Estoy ilusionado porque cuando en una sola película lográs reunir el 3D, el dibujo en blanco y negro, el stop motion y el espíritu de terror clásico, el resultado suele ser entrañable y original. Y esa es nuestra apuesta.” «
TIEMPO ARGENTINO