03 Nov Paralelo 50 sur: El Calafate
Por Nicolás Pili
Ubicada al oeste de la provincia de Santa Cruz, la ciudad de El Calafate -que comparte el nombre con ese emble¬mático arbusto y fruto patagónico- se encuentra en una tierra fresca y árida donde la estepa sureña choca con la Cordillera de los Andes, y en el medio, aparecen los lagos y hielos continentales. De esas enormes construc¬ciones naturales, los glaciares, el más reconocido es el Perito Moreno, famoso por los espectaculares desprendi¬mientos del hielo de su corteza sobre las aguas del lago Argentino, que da nombre a un departamento lleno de montañas y ríos, grandes campos y estancias, entre otros lugares ideales para pasar días de descanso y de aven¬tura en la Patagonia.
El llamado de la naturaleza
Conocida como la Capital de los Glaciares, El Calafate una pequeña ciudad habitada por unos 20 mil residentes que ofrece una muy completa infraestructura, preparada para recibir durante todo el año a visitantes de todas partes del mundo, con pintorescas cabañas y hosterías de techos a dos aguas, tradicionales restaurantes y casas de té con floridos jardines. La panorámica que rodea la ciudad, fundada en 1927 a orillas del lago Argentino, incluye imponentes cerros cordilleranos y kilómetros de pastizales de la estepa patagónica, lo que hace de cada rincón un marco natural de una belleza y calma imponentes. El momento más especial quizá sea al atardecer, cuando los bosques y las montañas se tiñen de un tono rojizo. Claro que el gran atributo de El Calafate es estar ubi¬cada en el corazón del Parque Nacional Los Glaciares, de una extensa superficie de más de 700 mil hectáreas, habitada por una variada fauna y flora autóctona, que incluye especies en riesgo de extinción como el huemul -el ciervo andino-, pumas y zorros grises y colorados. Es por su gran valor ecológico y paisajístico que, desde 1981, es considerado Patrimonio Mundial por la Unesco.
A unos 80 kilómetros de la ciudad, en el brazo sur de lago Argentino, se sitúa el glaciar Perito Moreno -la cara norte del glaciar, al menos-, una magnánima pared de hielo de 5 kilómetros de ancho por 60 metros de alto conformada por años y años de compactación y recristalización de la nieve sobre la tierra. La ventaja de esteglaciar por sobre otros de mayor tamaño, como el Upsala -que tiene unos 765 kilómetros cuadrados de superficie y se encuentra escondido al norte del lago Argentino-, o el glaciar Viedma, segundo más grande de la región, ubicado en el lago homónimo, es que el Perito Moreno es el de más fácil acceso terrestre. Un predio de pasare¬las y escalinatas permite apreciar la impactante postal de la megaestructura glaciaria, rodeada de montañas y bosques de lengas que se adentran conjuntamente al co¬razón de la Cordillera de los Andes, principal afluente de los campos de hielo patagónicos que se reparten hacia ambos lados de la frontera con Chile. Imposible eludir la posibilidad de hacer trekking sobre el hielo de la margen sur del Perito Moreno, luego de surcar un tramo de 20 minutos en barco, excusión que cierra con un vaso de whisky al atardecer, refrigerado con un trozo de glaciar. Para los más aventureros, la caminata de siete horas a las cuevas y lagunas azules promete una experiencia de paz y belleza única. Asimismo, distintas travesías en 4×4 y safaris náuticos recorren las caras de los diferentes gla¬ciares desde el agua, lo que permite disfrutar de la vista desde los miradores naturales.
Aventuras patagónicas
Otro de los grandes atractivos turísticos de la región es el monte Fitz Roy, también conocido como Chaltén y desta¬cado por sus picos de roca ascendente rodeados de nubes permanentemente, que le dieron el nombre: chaltén es en la lengua originaria tehuelche el término para “mon¬taña que humea”. Se trata de un cerro de 3.375 msnm, ubicado en las cercanías de la villa homónima, a unos 200 kilómetros al norte de El Calafate, que descansa al pie de las montañas. Bautizada como la Capital del Trekking, sus callecitas se disipan por senderos boscosos hacia la cordillera, por el lago Viedma -con su géli¬das y cristalinas aguas-, así como también por el lindero río De las Vueltas, que hacen de cada salida una aventura. El limite posterior del Fitz Roy linda con el Parque Nacional Bernardo O’Higgins, el de mayor su¬perficie de Chile. Para quienes vayan con más tiempo, vale la pena cruzar y conocer los paisajes de Torres del Paine, una serie de cerros interrumpidos por valles, lagos y glaciares que atraen con esa belleza magnética que ca¬racteriza los paisajes más australes del continente.
REVISTA CIELOS ARGENTINOS