16 Oct Carlos Felice a solas con un verdadero olímpico
El conductor de Argentinos Pura Sangre entrevistó a Alejandro Madorno, uno de los deportistas argentinos que dijo presente en los últimos Juegos Olímpicos de Londres 2012. La hípica también estuvo en las Olimpiadas y Argentinos Pura Sangre te lo cuenta en esta interesante mano a mano.
Carlos Felice – ¿A qué edad te iniciaste y cuales fueron tus comienzos?
Alejandro Madorno – Mis padres querían que hiciera un deporte, así que anduve probando unos cuantos antes de llegar a la equitación y un amigo de ellos, había puesto una escuelita y ahí arranque.
Carlos Felice –
Alejandro Madorno – No tanto, empecé a los 11 y estuve en la escuelita dos años y a los 13 empecé enserio en el Hípico Argentino.
Carlos Felice – ¿Es un deporte amateur o se puede sustentar a la familia a través de la práctica de la equitación?
Alejandro Madorno – Mayoritariamente amateur pero hay varios profesionales que vivimos de esto.
Carlos Felice – ¿Qué sentimientos despertó en vos participar en los Juegos Olímpicos?
Primero un gran orgullo y después una gran responsabilidad, que es la parte que la gente generalmente no ve. Así que hicimos una gira previa, tratamos de prepararnos lo mejor posible y bueno creo que lo hicimos bastante bien.
Carlos Felice – A ese nivel de salto exigido en la Olimpiada, ¿es el que habitualmente realizas en el país o significo para vos todo un desafío?
Alejandro Madorno – Tuvimos que cambiar un poco la manera de saltar, las exigencias son otras. Allá saltan a un galope mucho más rápido, hay que doblar cerca, hay que empezar hacer cosas que uno acá no necesita hacer y allá para no desentonar las tenés que hacer si o si y lo tuvimos que cambiar sobre la marcha, por suerte el caballo se adapto bien. Nos sirvió como preparación para lo que venía, que después era un escalón más alto.
Carlos Felice – ¿Cuántos metros se saltan?
Alejandro Madorno – La olimpiada es 1.60 metros. Pero la dificultad no está tanto en al alto sino en el espesor. Acá las pruebas de 1.60 son más fáciles técnicamente con la distancia de una valla y otra. Entonces una distancia equis son cuatro galopes, allá te las ponen cuatro y medio y además lo ponen incomodo, más ancho y con más maldad esta armado el diseño. Hay que acomodarse, acortar, alargar, doblar cerca, es mucho más técnico.
Carlos Felice – Fuiste con una yegua o un caballo?
Alejandro Madorno – El caballo es un padrillo, del Haras La Tatabra, es el padrillo del Haras, un fenómeno, se acomodo a todo, la cantidad de kilómetros que ha hecho, un fenómeno.
Carlos Felice – Vos habías tenido una experiencia muy triste con Trato Real, que había sufrido las consecuencias de un viaje tan largo
Alejandro Madorno – Para mí fue el stress del viaje, íbamos al Sudamericano en Chile, íbamos en avión asique eran dos horas y en el aire, en el vuelo le dio un infarto, fue duro.
Carlos Felice – ¿Cómo reaccionas frente a eso?
Alejandro Madorno – Lo que te pasa es que uno sin el caballo no es nada. Es como la fórmula 1, necesitas de un caballo de primer nivel para estar en el mejor nivel.
Carlos Felice – Estudiaste dos años de psicología, te gusta la psicología deportiva ¿Por qué esa inclinación?
Alejandro Madorno – Empecé a ir al psicólogo deportivo y la verdad que algo tenía que estudiar, me gusto y arranque, pero bueno había un momento que había que decidir si me iba a dedicar por una cosa o por la otra, y decidí por los caballos.
Carlos Felice – ¿Qué resultados beneficiosos tuvo para vos en la práctica de la equitación?
Alejandro Madorno – Con el panamericano 95 que se hizo en Mar del Plata fuimos todos al Cenard donde te hacían todo; nutrición, preparación física y una de las cosas que había era psicología del deporte que fue donde la conocí. Es una herramienta más, como tenés que estar bien físicamente, tenés que estar bien mentalmente para competir y la diferencia entre el primero y el segundo son los detalles, entonces cuanto más detalles controles más cerca estas de ganar, hay que ser obsesivo con los detalles.
Carlos Felice – Es decir, tiene mucho que ver el caballo en la equitación, pero también la templanza y la mentalidad fuerte que tiene que tener el jinete
Alejandro Madorno – Si, el jinete tiene que estar tranquilo, porque además se lo transmitís al caballo. Uno tiene que trabajar sobre todo los puntos débiles. Si tu punto débil es lo mental, hay que trabajar sobre eso, si tu punto débil es lo físico, tenés que trabajar sobre eso y lo mismo con la técnica. Son distintas ramas que tenés que tener bien para andar en un alto rendimiento.
Carlos Felice – ¿Y el caballo, el animal?
Alejandro Madorno – Bueno el caballo, una herramienta fundamental. El que tiene el mejor caballo tiene una ventaja, no hay duda, pero donde hay varios que tienen buenos caballos, vuelve a ser importante el jinete.
Carlos Felice – Pero debe haber una simbiosis entre el caballo y el jinete y es el que hace al campeón. ¿No?
Alejandro Madorno – Si, y así como las personas tienen distintos temperamentos, los caballos también tienen distintos temperamentos, entonces uno se tiene que amoldar a cada caballo y si no tiene que conseguir un caballo que tenga las características que a uno le sirve.
Carlos Felice – ¿Esa psicología del deporte la aplicaste con el animal?
Alejandro Madorno – Si yo soy bastante de amoldarme con el caballo, porque como te decía antes, hay tan pocos caballos buenos, que cuando el caballo es bueno, vos tenés que hacer lo que sea para que rinda, no te podes dar el lujo de decir “no me gusta porque es muy tranquilo o es demasiado loco”. El que tiene las condiciones, uno se tiene que amoldar y hacerlo rendir, porque no hay tantos
Carlos Felice – ¿Y Algún secretito, le susurras, lo palmeas, lo felicitas, le hablas, le tocas el morro?
Alejandro Madorno – Si, nosotros estamos todo el día con el caballo, realmente cuando llego te relincha, te conoce, y el caballo te quiere y hace cosas por vos cosas que por otro no haría.
Carlos Felice – Que lindo mensaje, es decir, el caballo es capaz de entregar cosas por vos en esta relación hombre – caballo…
Alejandro Madorno – Yo creo El Milano de Flore se dio así (con el que participo en los JJ.OO Londres 2012), creo que realmente hace cosas por mí que no hace por los otros.