02 Jul Alertan por la escasez de sangre donada
La Obra Social de la Unión de los Trabajadores del Turf y Afines está trabajando junto con el Ministerio de Salud de la Nación en la promoción de la donación voluntaria y habitual de sangre, y ha sido certificada como Institución Amiga de la Donación de Sangre por la cartera sanitaria nacional.
Por Soledad Vallejos
Cada vez se dona más, pero aún no es suficiente. Hace 15 días, durante el acto de traspaso de la Argentina a Corea del Sur como sede actual del Día Mundial del Donante de Sangre, la noticia de que en el país “se ha llegado a las 5000 donaciones diarias” fue celebrada por el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur. Sin embargo, esta vocación altruista y solidaria de los argentinos resulta insuficiente. El riesgo de no contar a partir de mañana con la cantidad necesaria de sangre para transfundir a pacientes que lo necesitan puso en alerta al hospital de pediatría Garrahan, que activó rápidamente una campaña para pedir la colaboración de más donantes voluntarios.
La urgencia de la acción se fundó en las reservas “ajustadas” del banco del hospital (con las que debería hacer frente a las 600 transfusiones que se realizan semanalmente) y la cercanía del el fin de semana, cuandoen general suele bajar el número de donaciones.
“El Garrahan nunca se quedó sin sangre. En tal caso, el programa nacional de sangre siempre lo asiste, pero es cierto que permanentemente se necesita de la donación voluntaria. Sucede que el modelo de donación por reposición, por el cual uno debe salir corriendo a buscar donantes entre familiares y amigos, debería desaparecer porque no es efectivo. La única manera de garantizar que a nadie le falte sangre cuando la necesite es abastecer el sistema de donantes ciento por ciento voluntarios”, dijo a LA NACION el doctor Andrés Leibovich, a cargo de la Subsecretaría de Políticas, Regulación y Fiscalización del Ministerio de Salud de la Nación, del cual depende el Plan Nacional de Sangre.
“En estos últimos cinco años, nos pusimos como objetivo llegar al millón de donantes. Desde 2006 hasta 2011 pasamos de tener 380.000 donantes en el sector público, entre voluntarios y reposición, a 615.000. Si tenemos en cuenta que en el sector privado las cifras son similares, hemos superado esa cantidad”, detalló Leibovich.
El desafío, ahora, y donde el hospital Garrahan es modelo dentro del sistema, es que el ciento por ciento de los donantes sean voluntarios. “En 2006, sólo lo era el 4 por ciento del total de la muestra; ahora llegamos al 32 por ciento”, señaló el funcionario.
Las colectas externas, aquellas acciones en las que el banco de sangre se traslada a las empresas o a distintas instituciones de la comunidad para facilitarles la tarea a los donantes, también tuvieron una buena cosecha los últimos cinco años: “Pasamos de 102 colectas en 2007 a 1200 actuales”, graficó Leivobich.
“Que se concientice sobre la importancia que tiene la donación y de las consecuencias trascendentes de ese acto solidario y voluntario es clave para que los bancos en clínicas y hospitales no tengan que salir a pedir ante una situación de urgencia o de simple reposición”, coincidió el doctor Fabián Romero, de la Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología (AAHI).
Sin embargo, el hábito de donar no es una práctica instalada con fuerza en la sociedad. Los datos de una encuesta realizada el año pasado por la consultora Ibarómetro, que incluyó 1000 entrevistas telefónicas a nivel nacional, reveló que en el país “sólo 1 de cada 10 argentinos dona sangre en forma habitual, y el 37% declaró haberlo hecho alguna vez para un desconocido. El porcentaje se incrementa al 55% cuando se trata de una persona conocida por el donante”.
“Por un familiar”
Respecto del sentimiento con el que los argentinos asocian a la donación de sangre, el 70% ubica a la solidaridad en primer lugar, el 12% lo vincula con el amor, y sólo un pequeño porcentaje lo liga con la desconfianza y el temor. ¿Cuáles son los motivos por los que donaría sangre? Aún hoy la enfermedad de un familiar es predominante, con casi el 35%, lo que demuestra la falta de altruismo en la donación.
A través del Plan Nacional de Sangre, el Ministerio de Salud ha invertido durante los últimos siete años insumos y equipamiento por 34 millones de dólares. “Lo proyectado desde este año y hasta 2015 es una inversión de 102 millones de dólares, un presupuesto que involucra la construcción de ocho centros regionales de producción. También se creará un registro único de donantes voluntarios, que agilizará el sistema y hará la donación cada vez más segura”, detalló Leivobich.
Perderle el miedo, hacer de la donación un hábito y tomar conciencia del valor de ese acto es clave. “La gente tiene que sacarse de la cabeza los mitos de la donación y perder el temor. Lo que sí tiene que saber es que con una sola donación de sangre se pueden salvar entre tres y cuatro vidas”, dijo Leibovich.
En el caso de los niños, la responsable del área de donantes de sangre del Garrahan, Silvina Kuperman, agregó: “Permanentemente, hay pacientes que necesitan transfusiones y la sangre no es un remedio que se pueda comprar. Un donante puede ayudar hasta seis niños”.
La mayoría de la población que se considere sana puede concurrir a donar, dicen los especialistas. “Lo importante es no autoexcluirse”, señaló Kuperman.
LA NACION