24 Jun Dirigente del turf impulsa un plan para revitalizar el deporte
El secretario general de la Unión de Trabajadores del Turf y Afines (Utta), Carlos Felice, trazó un opaco panorama del deporte de los reyes debido a la asfixia de los hipódromos del interior del país. Sin embargo, destacó la proyección de la copa Utta para estructurar un circuito alternativo que revitalice la hípica nacional.
Felice consideró “inequitativa” la situación actual del turf en la Argentina debido a que “está concentrada en 70 kilómetros en torno a los hipódromos de Palermo, San Isidro y La Plata”.
“Es injusto —afirmó—. Dos hipódromos, cuya actividad principal son en realidad los slots (las máquinas de juego) y su actividad secundaria, el turf metropolitano y el hipódromo de La Punta. El resto, en dura lucha por subsistir, sirviendo hoy los hipódromos del interior como centros de entrenamiento para Buenos Aires, sin ningún tipo de contraprestación por apuestas, recursos humanos o equinos”.
—¿El turf no representa socialmente hoy lo mismo que hace algunas décadas?
—La precarización de los hipódromos desde hace veinte años y el modelo centralista de la Asociación de Hipódromos, tiende a quebrar la economía de los Jockeys Club. Es claro quiénes se benefician cuando un Jockey Club del interior quiebra y desaparece. Los que subsisten, no cuentan con recursos que originen las apuestas para el mantenimiento de la infraestructura que demanda la organización de una programación hípica tales como premios, manutención, sanitarios, servicios, y otros.
—¿En qué medida la Copa Utta está orientada a revertir esta tendencia?
—Si no se nos permite ser parte, hay que ser alternativa. Entonces, pueden haber dos circuitos hípicos en la Argentina, el vigente, y uno nuevo que permita reordenarse, generar entre los hipódromos de la Patria grande un simulcasting propio (transmisión de las carreras con sistema informático y de telecomunicaciones que posibilita totalizar las apuestas) y ver dónde ese producto puede ser colocado a un justiprecio.
La Copa Utta comienza pretendiendo ser un modelo de integración, pero los intereses económicos sindicales centrales imposibilitan cualquier acción de integración de la periferia con el centro.
—Están incluyendo desde mediados de 2011 acciones de compromiso social en cada evento ¿a qué se debe?
—A una filosofía de trabajo como organización social. El deber sindical hoy no se reduce a la reivindicación solo por la protesta porque es imprescindible comprometerse en la reconstrucción del tejido social. No solo es tarea del Estado, es también deber de las ONG, las empresas de economía social y los gremios colaborar solidariamente en la asistencia, gestión y satisfacción de demandas comunitarias.
—Ha trascendido que Utta encara un programa para fomento de la registración del empleo en la actividad hípica ¿cuál fue el diagnóstico del que se partió para este programa?
—La simple percepción en cada lugar o región visitada. Si hiciéramos en la Villa Hípica de Palermo hoy una inspección de trabajo veríamos que quienes se autodenominan la “gremial de profesionales” —en realidad una entidad empleadora— no tiene registrados trabajadores a cargo de reconocidos profesionales.
—Hace un mes la Utta tomó la concesión del hipódromo de Las Flores en la ciudad de Santa Fe ante una crisis grave de esta entidad, ¿Qué puede comentar sobre la situación de la plaza Rosario en este momento?
—Que es un enorme desafío, y ese desafío enaltece al Municipio. Ver la problemática de un hipódromo emblemático como el Independencia, con miles de puestos de trabajo en juego, es una cuestión social. Como sugerencia, trabajaría sobre la gestión del hipódromo de manera específica, Rosario tiene hoy, en lo que a apuestas refiere, problemáticas que tocan el juego clandestino. Sucede en cada lugar en el que hay una Agencia de la Asociación de Hipódromos. Explotaría las apuestas por el propio Estado, las municipalizaría también.
LA CAPITAL