Utta: por un turf visible, inclusivo y solidario

Utta: por un turf visible, inclusivo y solidario

Por Julio Guimaraes
Hay un turf que no vive atento al Belmont Stakes ni al Derby de Epsom. Al que no se ve, simplemente porque muchas veces, demasiadas veces, no se mira.
Mundo hípico chico, con pasión grande. Turf de tierra adentro, con caballos, dueños, jockeys, entrenadores y peones que jamás merecerán media línea del Racing Post, pero que tampoco les importa. De pequeñas pistas e inmensas historias; de tribunas modestas sin nada para envidiarles desde el sentir a las del hipódromo de una reina.
Manera diferente también de pararse frente a la hípica es la de la Copa Utta y su organización. Además de negocio, deporte, espectáculo, la interpreta como herramienta de inserción social. De inclusión, como tantas veces repite Carlos Felice Fioravanti, para quien del discurso al hecho debe haber siempre poco trecho.
La Copa Utta deja de ser carrera de caballos, entonces, para convertirse en misión por cumplir cuando apunta a que un hipódromo como el de Las Flores, en Santa Fe, tenga sueños de reactivación antes que pesadillas por un cierre de sus puertas. Entonces, lo trascendente ya no pasa por si es zaino o tordillo el ganador de la prueba que comanda, sino las energías puestas al servicio de las fuentes laborales aseguradas o por asegurar. Turf por el otro, que no parece ser por plata, sino por la gente.
Lo que está bien hecho no importa quién lo haga. Si es político, sindicalista o empresario. El turf del interior, donde viven muchas de las 800.000 personas relacionadas con la hípica de las que hablaba aquel informe elaborado por Mora y Araujo, tiene anhelos por cumplir. Se saben dueños de un territorio turfísticamente virgen, por explotar todavía; no para ser explotados, aseguran.
La Copa Utta se internacionalizó. Ganó visibilidad en Maroñas. Desde Montevideo revelan que la experiencia fue positiva. Y no exclusivamente por las apuestas. La próxima vez, la Copa Utta irá a Rosario. Maroñas nuevamente le hará el aguante.
LA NACION