Una cita de honor que es parte importante de la historia.

Una cita de honor que es parte importante de la historia.

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La prueba conmemora un día festivo para los argentinos y es además una de las competencias de fondistas más destacadas del calendario local. Una recorrida por su historial y una lista de grandes ejemplares que vienen a la memoria…
En el Hipódromo de San Isidro tiene lugar el Gran Premio 25 de Mayo, un cotejo de G1 que se disputa sobre 2400 metros, en pista de césped. Ahí se miden los mejores fondistas de tres años y más edad, en la que es considerada una de las carreras más importantes del calendario nacional.
Instituido en 1959, la prueba conmemora la llamada Revolución de Mayo, la misma en la que se constituyó el primer gobierno patrio, en la figura de la Primera Junta de Gobierno.
El 25 de Mayo es una fecha especial para todos los argentinos y el Gran Premio que lleva su nombre es uno de los grandes acontecimientos turfísticos del calendario nacional.
A continuación se realizará una recorrida por el historial del Gran Premio 25 de Mayo, esta carrera que está vinculada con la historia argentina y que se ve engalanada por éxitos de magníficos ejemplares.

Historia de la prueba de 1959 y 1989
La historia del Gran Premio 25 de Mayo presenta algunos cambios en el transcurso de los años, hasta 1980, donde la carrera se radicó en el Hipódromo de San Isidro, con sus actuales características.
La primera versión del Gran Premio 25 de Mayo data de 1959, temporada en la que se impuso la hembra La Rubia (Atador y Conquete), en sus primeros 3000 metros de recorrido.
Desde 1960, año en el que se impuso el brasileño Escorial (Orsenigo y Escoa), la carrera pasó a denominarse Gran Premio Internacional 25 de Mayo, nombre que conservó hasta 1963.
La distancia también cambió en 1960, pues pasó de aquellos 3000 metros a los actuales 2400 metros. Sin embargo, cambió a 2200 metros en 1975 y recuperó su distancia actual (2400 metros) en 1976.
También hubo un cambio de escenario en el medio. El Gran Premio 25 de Mayo pasó a disputarse en el Hipódromo Argentino desde 1975 y hasta 1979, y desde 1980 se afincó en San Isidro.
Se dijo en que 1960 se registró el triunfo del brasileño Escorial, el primer extranjero en apoderarse de la carrera. Sin embargo, en 1961 y 1962 entraría en escena el gran Arturo A. (Augur y Santa Rosa), ese magnifico fondista que se alzaría con la prueba en dos temporadas consecutivas.
Después de los éxitos de Arturo A. regresó el domino de las hembras y son precisamente las propias hermanas Dorine y Doretta las que se apoderaron de la prueba en 1963 y 1964. Ambas eran hijas de Aristophanes y Doria, aquella madre superlativa a la que el Hipódromo de San Isidro homenajea desde 2010, con una prueba clásica que lleva su nombre.
Charolais (Basajuan y Averroa) triunfó en 1965 y después se impusieron Luciano Diez (Alpinista y Sin Freno), Gobernado (Ever Ready y Gubelina), Azincourt (Rianco y Bataille), Indian Chief (Pronto y Coya Linda) y Up (Again y Hake), ganador en la versión de 1970.
Un año más tarde venció la cuarta hembra: Borobeta (Bonicate y Appendix); mientras en 1972 se da el éxito de El Virtuoso (El Curaca y Vitariana), al que le siguieron los triunfos de Redtop (Pronto y Réplica) y Circinus (El Centauro y Marimay), en 1973 y 1974, respectivamente.
En la versión de 1975 el Gran Premio 25 de Mayo se llevó a cabo sobre 2200 metros, en el Hipódromo Argentino. Ahí venció Keats (Carapálida y Meredith), doce meses antes de la conquista de la hembra Contraventora (Con Brio y La Sureté), ya en los 2400 metros actuales en los que se disputa la prueba.
Dioico (Brecher y Dilema), Mister Brea (Incaico y Peril) y Marroquí (Utópico y The Doll) se imponen respectivamente entre 1977 y 1979, cuando el clásico aún se disputaba en Palermo.
Regresó a San Isidro en 1980, con el éxito de Propicio (Dorileo y Prontísima), una temporada anterior a la conquista de Campero (Samos III y Celestine), el mismo que después ganaría clásicos europeos.
New Dandy era un hijo de New Noble y Nice Dancing que se impuso en las versiones de 1982 y 1984. Fue uno de los tres caballos que se alzaron con el Gran Premio 25 de Mayo en dos ocasiones y fue también el único que lo consiguió en años no consecutivos.
En medio de los éxitos de New Dandy ganó Juez de Pan (Crest Pan y Judge’s Lady), en 1983, mientras dos años después prevaleció Reverente, hijo de El Virtuoso, repitiendo el triunfo de su padre.
El tordillo Newmarket (Salt Marsh y Nut) fue héroe de la edición de 1986, mientras Nuevo Poderoso (New Sound II y Terruny) y Pranke (Cipayo y Laguna Blanca), dominaron en 1987 y 1988.
La década del 80 culminó con la victoria de Rial, la cual significó ingresar en las últimas 23 ediciones.

Últimas 23 versiones
Al ingresar en la recta final de la historia del Gran Premio 25 de Mayo, es decir los últimos 23 años, se debe reiterar el éxito de Rial en 1989. Con Natalio Mezzotero en su silla, el vástago de Family Crest superó por un cuerpo y medio a Savage Toss (Egg Toss), un caballo de neto perfil clásico que conseguiría entre otros el Gran Premio Latinoamericano (G1) en el Hipódromo de La Plata.
Jorge Valdivieso llevó al triunfo a Romance Moro (Zeus) en 1990. El reservado por el Haras Los Moros era presentado por José Juri, se impuso por dos cuerpos y medio y en un registro de 2m25s2/5.
En 1991 se registró un final pleno de emoción en el que dominó por tres cuartos de cuerpo Ski Champ, un tordillo nacido en USA que era entrenado por Alfredo Gaitán Dassié y que en aquella victoria contó con la dirección de Juan José Paulé.
Y si de grandes ejemplares se trata, no se puede pasar por alto el éxito de Potrillon (Ahmad) en el Gran Premio 25 de Mayo (G1) de 1992, con la dirección de Pablo Falero y la preparación de Juan Carlos Maldotti. El nieto materno de Galisteo dejó segundo a Ganem y tercero a El Meteoro.
Acto seguido se alzaría con el Gran Premio Estrellas Classic (G1 – 2000 mts.), también en San Isidro.
Pablo Falero y Juan Carlos Maldotti se vuelven a unir el en éxito de Prince Boy, en 1993. El caballo criado por Jorge Tavares en el Haras San José del Socorro alcanzó el G1 en un tiempo de 2m28s.
Juan Maciel dirigió a Double Paid en 1994, año en el que el reservado por el Haras Vacación supera por tres cuartos de cuerpo a Bat Aplauso, en un registro de 2m27s.
Un año después (1995) tendría su lugar uno de los desenlaces más parejos de la prueba en todo su historial. El 20 de mayo de 1995 se impone por el hocico El Florista y deja segundo al G1 Seaborg.
Justamente, Seaborg (Candy Stripes) se desquitó en 1996, al vencer por medio cuerpo a Fantasio.
Lo curioso es que ambos ganadores del cotejo fueron piloteados por Juan José Paulé, el popular Pichi.
Seaborg defendió las sedas del Stud Rió Claro y era entrenado por Alfredo Gaitán Dassié, las mismas figuras que vencieron por intermedio de una yegua soberbia como Sea Girl (USA), en 1997 y 1998.
Sea Girl fue importada de USA y fue la única hembra extranjera en conseguir la prueba. Además, se convirtió en la única yegua en ganar dos veces la carrera de los 2400 metros, ante los machos.
El gran Ixal (Interprete) se quedó con el éxito en 1999, a las órdenes de Nahuel Orlando y con la experimentada conducción de Jorge Daniel Ojeda. Demoró 2m24s87cc y triunfó por cuerpo y medio.
El jinete argentino Horacio Karamanos sumó su único triunfo en el Gran Premio 25 de Mayo (G1) en 2000, donde se encargó de la dirección de Potriwish (Potrillazo), al cabo de 2m27s36/100.
Campesino (Careafolie) fue dirigido por Pablo Falero en su victoria de 2001, mientras la hembra Miss Carry (Numerous) superó a los machos en la versión de 2002, luego de 2m29s46/100. La representante del Stud – Haras Firmamento era hija de Numerous y era entrenada por Miguel García.
Genereux (French Deputy) se quedó con el cotejo en 2003, al vencer por dos cuerpos a Rey Rex (L’Express); mientras Jungle Fitz (Fitzcarraldo) antecedió por medio cuerpo a Magic Minstrel (Interprete) en 2004, con la dirección de Juan Carlos Noriega y las sedas del Stud Cris-Fer.
Una victoria aplastante alcanzó El Lunicornio (Algenib) en 2005. Con la preparación de Guillermo Frenkel Santillán y la eximia dirección del filetero peruano Jacinto Rafael Herrera.
En 2006 se impuso con Flag’s Boy (Flag Down), en 2m25s99/100, y un año más tarde repitió con Coquelize (Equalize), al superar por un cuarto de cuerpo a My Happines (Festín).
El destacado Body Soguero (Body Glove) impuso su calidad en 2008. El pupilo de Federico Martucci fue dirigido por Juan Carlos Noriega y venció por seis cuerpos, luego de 2m24s35/100.
En las pista defendió las sedas del Stud Fejiparema y logró otros éxitos clásicos en su campaña.
En 2009 es Escamonda (Alpha Plus) el que precede por la cabeza al campeón Life of Victory (Incurable Optimist), en una memorable definición entre dos ejemplares fuera de serie. El derrotado venía de llegar cuarto en el Latinoamericano, previo éxito en el Carlos Pellegrini de 2008.
Edwin Talaverano dirigió aquella tarde al nieto materno de Gold Trojan, un galopador que nació en el Haras Viejo Tombo y que en las pistas defendió los colores del Stud Rogo. Miguel García preparó a Escamonda en su campaña de pista y en el 25 de Mayo venció tras en un tiempo de 2m26s.
Talaverano volvió a adjudicarse el Gran Premio Internacional 25 de Mayo (G1 – 2400 metros), en el año 2010, y volvió a dejar en el segundo lugar a Life of Victory. El jinete peruano sumó su segundo impacto consecutivo en el G1 al vencer con Fuego e Hierro (Pure Prize), que venía de imponerse en el Clásico Porteño (G3 – 2400 metros).
Nacido en el Haras Santa María de Ararás, el nieto de Candy Stripes fue presentado por Conrado Linares.
Finalmente, en 2011 triunfó Vitaminado (Not for sale), con los colores del Stud – Haras Santa María de Ararás. El pupilo de Juan Sebastián Maldotti llevó en su silla a Juan Carlos Noriega.

Los más ganadores en los últimos 23 años
A la hora de repasar las figuras que dejaron estas últimas 23 versiones del Gran Premio 25 de Mayo (G1 – 2400 metros) se debe hacer mención de la hembra Sea Girl (USA), la única que repitió la victoria y -por supuesto- siempre frente a los machos. Además, es el último caballo extranjero que apoderarse de la prueba que, desde 2012, clasificará al ganador directamente para la Breeders’ Cup.
Siete hembras vencieron en ocho versiones del Gran Premio 25 de Mayo. La norteamericana Sea Girl lo consiguió consecutivamente en 1997 y 1998, además de ser la única extranjera que ganó el cotejo. Además, La Rubia, Dorine, Doreta, Borobeta, Contraventora y Miss Carry se suman al listado.
Por sus éxitos, su padre Royal Roberto, su madre Dancers Paradise y su abuelo materno Green Dancer se destacan en dichos rubros por presentar mayor cantidad de impactos.
Entre los criadores son tres los que comparten honores: Haras La Madrugada (1992 y 2000), Haras Santa María de Ararás (2010 y 2011) y Haras Firmamento (2002 y 2004).
Stud Río Claro es el que más triunfos sumó en las últimas 23 versiones del Gran Premio 25 de Mayo. La divisa ganó consecutivamente en 1996, 1997 y 1998. Primero con Seaborg y seguido con Sea Girl.
Por el lado de los jinetes se destacan dos, Pablo Falero, Juan Carlos Noriega y Juan José Paulé, con tres impactos en el cotejo de G1. El uruguayo dominó en 1992 (Potrillon), 1993 (Prince Boy) y 2001 (Campesino); Noriega festejó en 2004 (Jungle Fitz), 2008 (Body Soguero) y 2011 (Vitaminado); mientras Paulé lo logró en 1991 (Ski Champ), 1995 (El Florista) y 1996 (Seaborg). Con un éxito menos quedaron Mario Leyes, Rubén Emilio Laitán y Edwin Talaverano, el jockey peruano que se adjudicó dos de las tres últimas ediciones del G1.
En cambio, entre los entrenadores se da un claro dominio por parte de Alfredo Gaitán Dassié, que a la fecha registra cuatro impactos: 1991(Ski Champ), 1996 (Seaborg), 1997 (Sea Girl) y 1998 (Sea Girl). Con dos éxitos menos quedaron Miguel A. García (2002 y 2009) y Juan C. Maldotti (1992y 1993), al que se le debe sumar un impacto más alcanzado en 2011, con Vitaminado, que fue presentado por su hijo Juan Sebastián.
DE TURFE UM POUCO