13 May Con el gran aporte de UTTA y Ospat, La Tribu inauguró la renovada panificadora y va por más
Un ambiente distendido y de mucha emoción se vivió ayer al mediodía en las instalaciones de Rosales al 2100, en Villa Aguirre, donde funciona el centro de referencia para adolescentes La Tribu, en el marco del aporte realizado por la Unión de Trabajadores el Turf (UTTA) y su obra social Ospat, mediante la entrega de recursos para la puesta en funcionamiento de una panificadora.
Esta acción, enmarcada dentro del programa de compromiso social En el Lugar del Otro -que se lleva adelante en todo el país-, permitirá ofrecer un espacio de capacitación en oficios para los jóvenes del barrio y elaborar el pan para las meriendas y refrigerios que se ofrecen diariamente en el centro.
En tanto, el gremio que aglutina a los trabajadores del turf se encargó del acondicionamiento del mobiliario, mesadas, cerámicos y bajo mesadas que requiere la panificadora, además de maquinarias y herramientas necesarias para su puesta en marcha, entre ellas un carro panadero, una sobadora eléctrica y una batidora industrial.
Además, se hizo entrega de utensilios básicos como pizzeras, bandejas, cuchillos, bols y la materia prima que permitirá comenzar las actividades de panificación.
El acto de inauguración comenzó alrededor de las 11.30, y estuvo encabezado por el intendente Miguel Lunghi; el presidente de Ospat, Carlos Felice; el coordinador general de La Tribu, Mario Raimondi; y el director de la Universidad Barrial de Villa Aguirre, Daniel López.
Estuvieron presentes además el coordinador técnico del programa La Tribu, Fabio Labriola, junto al grupo de voluntarios y adolescentes que lo conforman; todo el equipo de colaboradores de Ospat, y demás funcionarios y autoridades comunales.
Tras los discursos, con un fuerte aplauso se dio paso al simbólico corte de cintas de la panificadora, que quedó oficialmente inaugurada en el marco de una jornada importantísima para el futuro laboral y la capacitación de los chicos de La Tribu.
Más capacitación
Al momento de los discursos, el coordinador general de La Tribu Mario Raimondi expresó que “éste sería el tercer lanzamiento de la panificadora”, remontándose al camino transitado desde el inicio de este proyecto en el año 2001, en el marco de la crisis económica nacional.
Algunos años más tarde -pese a los vaivenes que supieron sobrellevar-, recalcó que el aporte de ayer significa un lanzamiento mucho más completo porque “no es sólo el horno de barro sino instalaciones preparadas conforme a lo que pide la Dirección de Bromatología; además, con otro tipo de maquinaria que permite tener mínimamente una producción”.
Nuevos proyectos
Adelantó que de ahora en más el objetivo consiste en no sólo avanzar en “los talleres culturales, recreativos, de formación y laborales”, sino también “seguir formando referentes comunitarios, sobre todo juveniles, para poder tener un mano a mano con los pibes del barrio, poder trabajar territorialmente”.
Por último, Raimondi resaltó que en esta última etapa de la panificadora “no sólo van a trabajar los chicos sino las madres, la idea es sumar de a poco al grupo familiar a este centro que llamamos La Tribu”, y anticipó que el próximo proyecto será la construcción de un SUM que pueda estar disponible para la barriada.
Por su parte, el director de la Universidad Barrial, Daniel López, expresó que “me llena de satisfacción las cosas lindas que se pueden hacer en los barrios”. Subrayó la importancia de “la capacitación de las personas, de una generación al futuro del empleo, del trabajo mancomunado para crear trabajo y dignificar a las personas”.
El capital social
A su turno, el presidente de Ospat, Carlos Felice, acentuó el apoyo político de la ciudad, agradeciéndole al Intendente. Luego, aseguró que “se discute mucho por el trabajo, el primer empleo, y en esto la capacitación social es fundamental respecto de lo que implica aprender el valor del trabajo, que es dignidad, la posibilidad de realizarse como persona y como ser humano”.
Reconoció que “volver a Tandil nos llena de buena energía, hay un ambiente donde estamos comprometidos y uno se ilusiona con poder concretar los sueños que se persiguen y que la sociedad se integre a partir del encuentro, y no de la dialéctica y la confrontación de posiciones que implican antagonismos que tapan el sol”.
Finalmente, agradeció la presencia de la gente y recalcó “el trabajo que realizan los colaboradores de UTTA y Ospat. Esto es un trabajo de todos los días y un aporte simbólico de mucha más implicancia respecto de lo que significa estar juntos, que enfrentemos juntos los desafíos que nos exige una sociedad que está perdiendo el trabajo y el empleo, por eso es tan necesaria la capacitación y la asistencia social”.*
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RESALTO EL INTENDENTE
“Esto es un ejemplo porque está el
Municipio, un sindicato y los jóvenes”
En el marco de la entrega de recursos en La Tribu, el intendente Lunghi manifestó que “lo bueno, cuando se repite en forma permanente, es doblemente bueno, ya que el año pasado UTTA y Ospat vinieron a apoyar a La Tribu, y hoy vuelven nuevamente”.
El jefe comunal se remontó rápidamente al año 2004, a pocas semanas de haber asumido la Intendencia, donde “vinieron con un plano pidiéndome que por favor loteara el Hipódromo que había una deuda muy importante, y yo les dije que bajo ningún punto de vista iba a hacerlo, sino que lo iba a alquilar y licitar. Primero porque es fuente de trabajo y segundo porque es el hipódromo más antiguo de Sudamérica”.
Seguidamente, Lunghi reconoció que “hemos tenido muchos inconvenientes, pero el hipódromo está, tiene carrera todos los meses, tiene trabajo y ciertamente está mejor”, y anticipó que “va a seguir mejor y en 2014 termina la concesión y esperemos poder estar concesionándolo nuevamente para que siga creciendo”.
Luego, el jefe comunal volvió a La Tribu, y agradeció “la grandeza del sindicato porque los argentinos tenemos que hablar claro y la claridad es que estemos todos unidos, todos juntos. Hay algo que es fundamental: lo que hace Raimundi, lo que hace el turf y el Gobierno municipal es buscar la integración, la inclusión, capacitar a un chico, darle futuro y esperanza”.
Por último, resaltó que “esto es un ejemplo porque está el Municipio, un sindicato y jóvenes que tienen una ideología, un amor por los chicos, una preocupación de querer un país mejor, que hacen una tribu”.*