24 Jun Lothar Matthäus, leyenda del fútbol alemán:, del “penal” de Neuer a Higuaín a una confesión sobre su miedo a Argentina en Italia ‘90
Por Alejandro Casar González
DOHA, Qatar.– Lothar Matthäus, impecable camisa blanca, zapatos al tono y dientes de marfil, se sienta en uno de los mullidos sillones del estadio Al Janoub. El alemán, embajador de Qatar 2022, juega con las botellas de agua. Ríe. Habla durante 45 minutos con LA NACION y hace trabajar a su memoria, que se detiene en Brasil 2014 tras una consulta. “En la final debió ganar Argentina. El árbitro debió dar un penal, concedido por Manuel Neuer. Alemania tuvo suerte”, asegura. Y reafirma, sobre la recordada acción entre el arquero de la Mannschaft y Gonzalo Higuaín: “Sí, fue penal de Neuer”.
–¿Qué recuerdos tiene de los mundiales?
–Me enamoré de los mundiales en 1966, cuando ganó Inglaterra. Después, me acuerdo de un partido de cuartos de final de 1970 con Inglaterra: del 2-0 para los ingleses al 3-2 de Uwe Seeler. Luego, la semifinal entre Alemania e Italia. Y el gol de Carlos Alberto para Brasil en la final. Memoria: no fue un gol de Pelé. En 1974, Países Bajos era el mejor equipo en la final, pero ganó Alemania. En 1978, Kempes, con los botines Puma. Tengo recuerdos de cada mundial. 1982: Italia estaba tres goles abajo y Paolo Rossi… Gol, gol, gol. La primera Copa del Mundo de Maradona y el primer mundial mío. 1986: la final contra Maradona en el Azteca. Argentina fue un mejor equipo: felicitaciones. 1990: lo mejor, para mí, con Alemania, en “mi” país, porque jugaba por Inter y vivía allí. Mi sueño, mi final feliz fue en 1990. En 1994, un desastre. Un equipo sin espíritu. En 1998, mi último mundial. 2002: Ronaldo, los dos goles a Oliver Kahn. 2006: el verano hermoso en Alemania, con los festejos. ¡Pero nadie creía que Alemania podía hacer algo así! 2010: Sudáfrica: lindos partidos, España. Recuerdos. 2014: 7-1 contra Brasil. Lo más importante en ese mundial fue esa semifinal. En la final debió ganar Argentina. El árbitro debió darle un penal, concedido por Manuel Neuer. Suerte para Alemania.
–Sí, sí, sí… Fue penal de Neuer.
–¿Se acuerda de la semifinal Inglaterra vs. Alemania de 1990 [1-1 y 4-3 para los germanos]?
–Creo que fue el mejor del Mundial. No la final con Argentina. El partido contra Inglaterra fue el más duro. Inglaterra tenía un gran equipo. Empezó muy mal [0-3] y después mejoró. Tenía muchos grandes jugadores. Para la final contra Argentina le teníamos más miedo a Caniggia, que era muy rápido, que a Maradona. Anotó un gol contra Brasil en Turín. Caniggia tenía esa velocidad… En nuestra mente, en nuestras charlas antes del partido con Argentina, para nosotros era más peligroso que Maradona, que ya no estaba en el mismo nivel que en México. Caniggia para mí era el mejor jugador de Argentina en Italia ’90.
–¿Cuál equipo va a ganar el Mundial de Qatar?
–Hay cinco o seis favoritos. Uno es Brasil, que tuvo una gran eliminatoria. Creo que perdió puntos apenas por dos empates [tres, en realidad] y el resto fue victorias, además de que le queda pendiente el partido con Argentina. FIFA lo resolverá. Otro puede ser Francia, que salió campeón hace cuatro años y tiene un buen equipo, no solamente a Kylian Mbappé. Cuenta con muchos jugadores en el más alto nivel. Creo que Alemania siempre tiene chances de ser campeón. Viene de quedar eliminado en la primera rueda en Rusia, pero con el nuevo entrenador recuperó el poder que había perdido en los últimos años: trabajar juntos, creer en el otro. Inglaterra posee muchos buenos jugadores. Perdió por 4-0 contra Hungría pero su equipo es muy bueno. Lo mismo España, Portugal y Argentina, con Lionel Messi, que creo jugará su último Mundial. Me gusta que ahora ya no todo depende de Messi y siento que se creó un espíritu de equipo diferente con su nuevo entrenador. Tiene chances de llegar a la final o llegar lejos. Seguramente habrá sorpresas, como el martes, cuando Nueva Zelanda fue mejor equipo que Costa Rica, que se quedó con la clasificación con un solo tiro al arco. Pero eso es lo importante en los mundiales: no importan los rendimientos; solamente el resultado hace la diferencia.
–¿Quién cree va a ser el mejor jugador de Qatar 2022?
–Es una buena pregunta. No voy a decirte un nombre, porque el mejor jugador en un Mundial tiene que ser de un equipo que esté entre los cuatro mejores del torneo. Puedo firmarlo ahora. Cuando se sale a la cancha se puede ser el mejor jugador, como Messi, pero si se pierde un partido de playoffs nunca se va a ser el mejor futbolista del torneo. Esto implica que primero está el resultado del equipo. Después, la gloria personal. Como yo en 1990. Cuando fui el mejor del mundo, tuve en Alemania la mejor selección. Y jugaba en Inter, de Milán, que era uno de los mejores equipos del mundo.
–¿Quién desea sea el mejor jugador del Mundial, entonces?
–¡Un alemán!
–¿Quién?
–No importa. Para mí, Joshua Kimmich. Muchas veces es el jugador clave de Alemania. No anota 100 goles, pero es muy importante para el equipo. Y sé cómo es profesionalmente. Se prepara para cada entrenamiento como si fuera un partido de sábado. Es muy profesional. Es un mediocampista, pero sabe hacer goles. No es el capitán, pero para mí es el líder de este equipo. Es muy similar a mí en cuanto a su posición. Yo era un poquito más ofensivo. Pero tiene una gran personalidad. ¿Por qué el mejor del Mundial tiene que ser siempre un futbolista que anote goles? Otro jugador puede ser igual de importante. Oliver Kahn… Fue un arquero. Manuel Neuer. Tenemos buenos jugadores, como cualquier otro país. Veremos durante el Mundial quién será el mejor del certamen. Pero te lo digo una vez más: el equipo es más importante.
–Es el primer Mundial sin Diego Maradona en vida. ¿Cree que el se lo extrañará en Qatar?
–Sí, por supuesto. Dejó una enorme huella en el fútbol. Fue el mejor jugador de su época. Nos hemos enfrentado muchas veces y yo tenía contacto personal con él. Vino a mi partido despedida en Múnich; yo fui al suyo en Buenos Aires. Fuimos rivales en dos finales de la Copa del Mundo y también en muchos partidos de la Serie A, de Italia, entre Napoli e Inter. Teníamos un vínculo especial. No era una amistad personal pero éramos amigos del fútbol, nos respetábamos mucho. Cuando nos veíamos nos daba felicidad tener esa competencia en el campo de juego y muchas veces después de los partidos celebramos juntos hasta muy tarde en la madrugada.
–¿Cómo afectará la preparación general que los equipos sudamericanos y los europeos casi no se hayan enfrentado en los últimos años?
–No puedo sacar conclusiones ahora; hay que esperar hasta fin de año, porque quienes ganen la Copa del Mundo serán el entrenador, la federación y el equipo que hayan hecho todo bien. En Europa tienen que interrumpir sus campeonatos. Por ejemplo, la Premier League, que no se detiene en noviembre ni diciembre; será algo totalmente nuevo. Todos intentarán encontrar la mejor forma de prepararse para el Mundial.
–¿Cómo influirá el clima?
–La época en que se va a jugar el Mundial es perfecta en términos de temperatura. Yo estuve en el Mundial 1986 y en México hacía mucho calor, casi 40°. Ocho años después estuve en Dallas y hubo temperaturas de 50° en Estados Unidos. Sé lo que es jugar con altas temperaturas, pero creo que en noviembre o diciembre aquí, en Doha, hay un clima perfecto para jugar al fútbol, especialmente en las noches. Creo que es fantástico. En el estadio [durante Costa Rica vs. Nueva Zelanda] me sentí cómodo con el sistema de refrigeración. Creo que es perfecto para los jugadores. Nadie podrá decir que hace mucho calor o frío, o que llueve mucho. Los campos de juego están preparados y en perfecto estado. La gente en Qatar está muy feliz de tener este torneo. Hay mucha discusión, pero ya he visto eso. Todos encuentran algún punto para criticar a los anfitriones, pero al final tendremos una fiesta del fútbol en Qatar, con partidos de alto nivel. El Mundial es el mayor evento deportivo del mundo y estoy feliz de que falten solamente cinco meses para verlo en una región donde nunca se lo hizo.
–¿Qatar está preparado para recibir el Mundial?
–Es una Copa del Mundo diferente por el momento en que se juega y por el tamaño del país, pero los estadios son preciosos, perfectos. Los espectadores no van a estar lejos, como, por ejemplo, en el Maracanã; aquí están todos muy cerca del campo de juego. Y los ocho estadios están muy cerca entre sí. Hay distancias cortas, lo cual es genial para los hinchas. Los equipos siempre están preparados para viajar, pero los seguidores no. Dentro de cuatro años van a tener que viajar del calor de México al frío de Vancouver, Canadá. Aquí los hinchas estarán muy cerca entre sí para celebrar. El fútbol conecta a la gente. No solamente a los jugadores, sino también a los aficionados. Qatar encontrará los lugares correctos para hacer felices a los hinchas.
–¿Cómo ve a Francia, el campeón del mundo?
–Creo que tanto Inglaterra como Francia tienen tres equipos titulares y futbolistas de gran calidad. Deberán encontrar el mismo ritmo que hace cuatro años. Tienen una generación joven mezclada con jugadores de experiencia. Para el mejor futbolista del futuro es Kylian Mbappé. Tiene la velocidad que se necesita para hacer la diferencia cuando el rival da espacio. Es muy rápido. Sabe cómo anotar. Tiene todo para ser el nuevo Messi o el nuevo Ronaldo. O quizás el nuevo Lewandowski [risa]. Es uno de los favoritos para los próximos 10 años del Balón de Oro.
LA NACIÓN