31 Jul 25 años de Pixar: hasta el infinito y más allá
Por Marcelo Stiletano
Un espíritu de celebración sobrevuela el estreno mundial de Cars 2. La prensa internacional, convocada por Disney en la capital del entretenimiento para conocer más de cerca el último modelo surgido de la fábrica Pixar, sabe que no está rodeada por la rutina de un estreno más. La evidencia incontrastable del festejo, más allá de palabras, menciones y citas, es el cartel que esta vez se agrega antes de la película a la clásica identificación del estudio, esa lámpara de arquitecto utilizada por primera vez en un brillante corto ( Luxo Jr. ) de 1986.
Ese año, Pixar inició como estudio un viaje por el mundo de la animación que desde entonces hasta hoy llegó mucho más lejos en ideas, logros, búsquedas, creatividad y resultados que cualquier otro de sus pares de Hollywood.
Pasó un cuarto de siglo respecto de aquella fecha, y hoy Pixar celebra sus bodas de plata en la plenitud de su creatividad y de un reconocimiento que incluye calidad y cantidad (léase facturación por millones de dólares en la taquilla de los cines y en todos los negocios colaterales, de videojuegos a merchandising).
Ir “hasta el infinito y más allá” supera el carácter de lema o consigna, en este caso formulada por uno de los personajes símbolo del estudio, Buzz Lightyear, estrella de Toy Story. Según el concepto de los creadores de Pixar (algunos de los cuales todavía siguen hoy al frente del estudio), significa “poner todas las herramientas tecnológicas y de diseño que nos proponemos desarrollar al servicio de una gran historia”, como señala durante una charla con medios internacionales –LA NACION, entre ellos– Ed Catmull, fundador y actual presidente de Pixar. “Las historias pueden cambiar; los hombres, también. Pero lo que no cambia para nosotros es nuestra aspiración de movilizar al público y conmoverlo con una gran película”, agrega, como para que no queden dudas.
LA NACION