
03 Sep Pinga y madre de un ganador del Pellegrini: Aquella Condesa de los tiempos fundacionales
Por Earl Clifden (GB) (Lord Clifden) y Perdita (GB), por Wild Oats (GB) en Symmetry (GB), por Gemma di Vergy (GB) en The Deformed (IRE), la castaña Condesa fue criada por Eduardo Casey, uno de los turfmen fundacionales de nuestra hípica y en cuyo honor se disputa tradicionalmente en el tiro de veintidós cuadras la antesala del Gran Premio Nacional.
Nacida en el año 1884, en ese entonces no existía todavía la consignación de fecha exacta de parto y demás detalles inherentes a los SPC que se irían agregando con el correr del tiempo. Se sabe, en cambio, que inicialmente la bautizaron como Miss Marion, para más tarde ser inscripta oficialmente con el nombre que la hizo imperecedera.
Perdió al debutar el domingo 29 de mayo de 1887 en la arena del Hipódromo Argentino, cayendo ante Lenapé en 1’16” para los 1200 metros del Premio Criterium. Su única derrota de una temporada donde enhebraría ocho triunfos consecutivos para convertirse en monarca absoluta de su generación, amén de la primera campeona criolla, de crianza nativa.
Siempre con los colores de la ecurie Casey Hnos., sale de pobre el domingo 29 de junio al superar ampliamente a su único rival, el potrillo Rauch, en 1’23”1/2 para los 1200 metros de una cancha muy brava. La pupila de J. Benítez repite el domingo 14 de agosto sobre 1900 metros al cobrarse revancha de su coetánea Lenapé en 2’2”1/3 (sic), con Kingsclere en la tercera posición, y esa tarde aparece a modo de novedad en el programa con su habitual jockey Gaspar Palacios.
Sólo dos contendientes el lunes 15 de agosto para el Premio Comparación (1700 metros), en un barrial, y Condesa derrota por el hocico a Ofelia en 1’58” clavados. De ahí al Gran Premio Nacional (2500 m.) del domingo 2 de octubre, y con sport de $ 15.01 deja por el camino a Kingsclere, Lenapé, Brigand, Graziela y otros once adversarios en 2’47”, consagrándose ante el sexo opuesto en notable demostración de cualidades.
Al domingo siguiente se traslada al Hipódromo Nacional para reinar en el Premio Porteño (2500 metros), con el concurso del Superior Gobierno de la Provincia de Buenos Aires; y en un tiempo de 2’49” para la liza de Bajo Belgrano precede cómodamente a Orpha, Graziela e Idalia, pese a portar 59 kilos en la montura por los 4 de recargo en virtud de la obtención del Derby.
El martes 1º de noviembre lleva su talento al Hipódromo de La Plata, y en el Premio Buenos Aires, ante la especial presencia del Gobernador Máximo Paz galopa largo a Graziela, Dorado y Cupido en 3’21”1/2 para el Premio Buenos Aires (3000 metros), obteniéndolo prácticamente de floreo, ante exigua concurrencia pues se trataba de una fecha no laborable por el Día de Todos los Santos y existía en la sociedad un profundo espíritu religioso. De nuevo en el Argentino, el domingo 20 de noviembre afronta el Premio Gladiadores (3000 m.), para todo caballo, y lo obtiene a expensas de Fragotín, Recuerdo y Ben Venue Ulyses en 3’24”.
Y el domingo 11 de diciembre cierra el anuario en el Hipódromo Nacional al batir a su único contrincante, Porteñito, en 4’15” para el recorrido del Premio Despedida (3800 m.). Cabe acotar que la mayoría de los “Premios” aludidos tenían la valoración monetaria y conceptual de los actuales cotejos clásicos.
Con esa seguidilla de medallas doradas y aquel placé inaugural totalizó $ 30.800 en recompensas y se convirtió en el ejemplar más ganador por sumas del país, por encima incluso del crack Stiletto, y solamente superada en el lapso comprendido entre 1883 y 1887 por la fabulosa Nana (GB) ($ 55.333), la titular inaugural del Gran Premio Jockey Club. Y la estadística de 1887 fue encabezada por la caballeriza Casey Hnos. con $ 46.950, secundada por el Stud Luis Chico ($ 40.350), en una época en que $ 25 de moneda corriente equivalían a 1 peso oro.
Durante 1888 salió en diez oportunidades a la palestra. Reprisó al domingo 24 de junio en el Premio Combate (2200 metros) del Argentino, cayendo frente a Solomón en 2’27”2/5, con Ben Venue Ulyses cerrando la marcha. El domingo 1º de julio en el Hipódromo Nacional la recortaron abruptamente al Handicap Relámpago (1000 m.), siendo 6ª en lote de ocho a varios cuerpos de Dragón, el citado Ben Venue Ulyses y Mazarín en 1’1”. En idéntico trayecto, el domingo 8 de julio en el fangal del Argentino escolta a Miss Rovel en 1’7”4/5 para el Handicap Celeridad.
El jueves 19 de julio en el circo Nacional regresa al éxito al agenciarse el Handicap Caridad (1200 metros) en desmedro de Ben Venue Ulyses y Angelus en 1’18”, dentro de una jornada a beneficio del Hospital de Niños. Y concreta una hazaña difícil de empardar al ser ratificada el mismo día en el Handicap R. Gutiérrez (1900 m.), que se adjudica sobre su conocido Ben Venue Ulyses y Recuerdo en 2’9”, siendo recibida con una salva de aplausos en su retorno al podio.
Viaja por segunda ocasión al Bosque el domingo 22 de julio, y en el Handicap Rapidez (1000 metros) queda en el lugar del jamón, emparedada por Dragón y Ben Venue Ulyses en 1’3”3/5. Una semana justa después, el Handicap Hermanas (1200 m.) del Hipódromo Nacional la nota deslucida al clasificar 6ª de ocho a varios largos de Dragón, Indecis y Luc en 1’15”. Y recobra vitalidad el domingo 26 de agosto al ganar en el Hipódromo Argentino el Premio Santa Rosa (3000 m.), a plomo por retribuciones, batiendo bien a Luc y Kettledrum en 3’22”2/5, ratificando que su fuerte eran las de aliento.
El Handicap Competencia (1900 metros), del jueves 6 de septiembre de 1888 en el Hipódromo Nacional, la descubre 2ª de Recuerdo en 2’10”, aventajando a Richepanse y Rolando. Y su adiós a las lides, el domingo 23 de septiembre en el Argentino, tiene como marco el Gran Premio de Honor (3500 m.), un largometraje memorable en los anales del historial turfístico argentino, porque Condesa batalló desde el pique por la punta con el excepcional Gay Hermit (GB), ambos cortados del resto, para dominar promediando el derecho; sin embargo, la yegua pagó el intenso ritmo impuesto a la descubierta, y Cormeilles la desbordó en el final al cabo de 4’3”2/5, con Gay Hermit, Richepanse, Fagolín, Recuerdo y Lenapé más atrás. En los días posteriores al duelo la campeona registró una pérdida física de casi 20 kilos, por ello le concedieron algunos meses de descanso y a posteriori decidieron retirarla de las pistas, con un palmarés de once conquistas en 19 intervenciones.
Ofició de madre en el Haras La Curamalán, de Eduardo y Santiago Casey, en las tierras adquiridas por el primero al Gral. Plaza Montero, quien había recibido 111 leguas de campo del gobierno nacional a cambio de 50.000 yeguarizos a entregar en diez años. Casey fundó Coronel Suárez, también Pigué, la ciudad de Venado Tuerto en la Provincia de Santa Fe, y estableció su cabaña a unos 15 kilómetros de la actual cabecera del partido de Coronel Suárez, en ese terruño bonaerense denominado Curamalán, deformación etimológica de Cura Malal (en araucano “corral de piedra”), nombre de un cerro emplazado en las cercanías.
La Curamalán ocupaba originariamente territorios de los presentes partidos de Coronel Suárez, General Lamadrid, Coronel Pringles y Saavedra. En 1901, producto de una profunda crisis de iliquidez en los negocios de Casey que le impidieron afrontar hipotecas por un millón de libras esterlinas de oro con la financiera inglesa Samuel Hale & Cia., la justicia dispuso la quiebra y disolución de La Curamalán Sociedad Anónima, a la cual no se opuso Baring Brothers, principal acreedor; esta casa londinense tomó todo el activo de la empresa como parte de pago, y formó en Londres la The Curamalán Land Company, que se hizo cargo de los activos de la sociedad en liquidación entre el 14 de enero y el 30 de septiembre de 1902, cuando con la colaboración de Ernesto Tornquist se creó la S.A. Estancias y Colonias Curamalán, con sede en Buenos Aires.
Hacia 1910 las tierras de La Curamalán, también llamada La Curumalán, cubrían 62.493 hectáreas divididas en cuatro estancias (La Curumalán, La Cascada, El Hinojo y Las Toscas). La parte mayoritaria quedó en manos del empresario naviero británico Frank Houlder, fallecido el 22 de enero de 1936 mientras disfrutaba sus vacaciones en el lugar. La Cascada había sido comprada en 1928 por la Flia. Perkins para erigir en sus praderas el famoso haras donde nacerían la Cuádruple Coronada de 1940, La Mission, y su eterna escolta Judea.
Condesa produjo con Noé (Phoenix) a Primera (1891), a Duque (1892) y a Lady (1893); con Esperanza (Chivalrous) a Primero (1895) –vencedor con la guía de Isabelino Díaz del Gran Premio Carlos Pellegrini de 1898, nada menos- y a Princesa (1896); con Havre (FR) (Verdun) a Marcela (1897); nuevamente con Esperanza a Lorna (1899); y con Camors (GB) (Edward the Confessor), en el Haras Santa Rosa, dio a luz a Cortesana (1902). La mencionada Princesa, cruzada con Batt (GB) engendró en 1909 a My Queen, madre con Perrier (GB) de Per Noi (1916), la mamá del monstruo sagrado Congreve.
En consecuencia, el ya referencial Clásico Condesa-G3 (1000 metros), del próximo viernes 5 en la recta de San Isidro, sirve de homenaje a una de las mejores SPC nacionales de todos los tiempos.
Recorte del diario La Capital (La Plata) del 3/11/1887, con alusión al triunfo de Condesa
Eduardo Casey
El desaparecido Hipódromo Nacional