10 Sep La idea de Ayuda
Ayudar es un concepto cuyo abordaje puede ser hecho desde múltiples perspectivas. Puede ser desde conceptos etimológico, filosóficos, sociales, psicológicos, y el más habitual el espiritual.
Desde la perspectiva de Friedrich Nietzsche, la idea de la ayuda o del altruismo es compleja y está entrelazada con sus conceptos de poder, moralidad y superación del ser humano.
1. ¿A quién ayudas?
Nietzsche cuestiona el altruismo tradicional: critica la idea del altruismo como un sacrificio de uno mismo por los demás, ya que lo ve como una moralidad de los débiles, que busca mantener el status quo y evitar la auto-superación. Para él, la verdadera ayuda no es hacia los débiles para mantenerlos en su debilidad, sino hacia quienes buscan superarse y alcanzar su máximo potencial.
2. ¿Cómo lo ayudas?
Empoderamiento y desafío: Desde la perspectiva de Nietzsche, ayudar a alguien podría implicar desafiarlos a superar sus propias limitaciones y a rechazar las moralidades que los mantienen sumisos o complacientes. En lugar de ofrecer consuelo en la debilidad, se les incita a abrazar la lucha, el sufrimiento y la superación personal como un camino hacia la grandeza.
Rechazo de la piedad: Nietzsche veía la piedad como una forma de mantener la debilidad. Por lo tanto, ayudar no significa compadecerse del otro, sino empujarlo hacia su crecimiento personal y autoafirmación.
3. ¿Cómo se aprecia esa ayuda?
Fortalecimiento del individuo: Para Nietzsche, la verdadera apreciación de la ayuda no se expresa en gratitud sentimental, sino en la capacidad del individuo ayudado para elevarse por encima de su condición anterior. La ayuda se valora en función de si ha contribuido a la auto-superación y al fortalecimiento de la voluntad del otro.
Autoafirmación: La persona que recibe la ayuda debería, en última instancia, volverse más independiente y poderosa, menos necesitada de la ayuda de otros, y capaz de imponer su voluntad sobre su propia vida y circunstancias.
4). ¿Por qué ayudas?
– “El impulso de la voluntad de poder”:
Nietzsche proponía que todo ser humano tiene un impulso fundamental hacia la “voluntad de poder,” es decir, el deseo de superarse a sí mismo y alcanzar su máximo potencial. En este sentido, ayudar a otro solo es valioso si el motivo de la ayuda es contribuir a su propia superación y no simplemente satisfacer una necesidad emocional o social del que ayuda.
“Motivo autentico, según Nietzsche”: Ayudas porque reconoces la posibilidad de empoderar al otro, de contribuir a su auto-superación. La ayuda autentica, desde este punto de vista. Estaría motivada por el respeto a la capacidad de trasformación y crecimiento del otro.
“Rechazo de la piedad”: Para Nietzsche, el acto de ayudar motivado por la piedad o la compasión debilitante no es genuino. En lugar de ayudar a alguien a superar su condición, la piedad lo mantiene en su estado de sufrimiento. Así, Nietzsche rechazaba el “¿por qué ayudas?” si la respuesta es por lástima o por mantener una moral que exalta el sacrificio.
El “¿por qué ayudas?” debe estar fundamentado en un impulso de fortalecer y empoderar, no en un deseo de control o en la satisfacción de una moralidad que perpetúa la debilidad.
“Ayudas porque ves en el otro la capacidad de superarse y deseas contribuir a su crecimiento”. Pero la ayuda que perpetúa el sufrimiento, la dependencia o la debilidad es dañina y contraria a los principios de autoafirmación y superación personal que Nietzsche valora.
En suma, desde esta perspectiva de Nietzsche, la ayuda no es simplemente un acto de compasión, sino una herramienta para desafiar y empoderar a otros para que se liberen de las restricciones de la moralidad convencional y alcancen un estado superior de existencia. La ayuda es valiosa solo si contribuye al fortalecimiento y la autoafirmación del individuo, en lugar de perpetuar la debilidad o la dependencia.