VILLEGUITAS, EL HIJO DE UN RESERO QUE GANÓ CON HEROICO UN NACIONAL PASADO POR AGUA – Primera parte

VILLEGUITAS, EL HIJO DE UN RESERO QUE GANÓ CON HEROICO UN NACIONAL PASADO POR AGUA – Primera parte

Producción y textos de RODOLFO ROBERTO ROSENDE

Era hijo de un resero y, lógicamente, se hizo de a caballo desde muy chico. A los pocos años ya se entreveraba en las cuadreras de Villa María y aledaños y con un petizo zaino de su propiedad ganó sus primeras carreras.
Actuó inclusive en forma oficial en el hipódromo de aquella ciudad cordobesa y se tuteó con la victoria a los 16 años. Se llama JUAN EVARISTO VILLEGAS y fue uno de los aprendices privilegiados finalizando la década del 40. El ascenso no lo mareó y cosechó varios clásicos en un total de 300 triunfos. Con HEROICO, el menos jugado de una yunta de tres caballos, se vino de un viaje en el Gran Premio Nacional de 1954 y guarda para él un recuerdo especial. Se ganó la estima del público y de otros profesionales como los hermanos Ciafardini, con los cuales solía pasar muchos de sus ratos libres, pero a Ramón no lo quería tener al costado en un final de hacha y tiza. Colgó la fusta y por un tiempito se dedicó a la cuida con suerte variada. Ahora pasea por Palermo y San Isidro y matiza sus charlas siempre animadas con un buen vasito
de vino. La gente de antes, apenas lo reconoce, lo saluda con afecto con un “Qué tal, Villeguitas”, y trascartón comienza con la evocación de sus hazañas que fueron muchas. Su fulminante trayectoria como aprendiz y otras grandes victorias las evoco desde aquí.

UN 14 DE DICIEMBRE DE 1927, EN VILLA MARIA, CORDOBA…

…nació JUAN EVARISTO VILEEGAS y la vocación por los caballos le vino de muy chico, logicamente, por ser hijo de un resero que también domaba tropillas, pero esa tarea no le tocó a él. Eran seis hermanos, tres varones y tres mujeres, y supo ganarse la vida en los trabajos de campo.
Cuando fue un poco más grandecito se prendió en varias cuadreras y ganó varias con un petiso zaino suyo ligero como luz. En el hipódromo de Villa María supo de la victoria profesional el 6 de agosto de 1944 con la yegua OFUSCADA, una pensionista de Juan Echeverría que ganó la
VILLEGUITAS ÚNICA CARRERA OFICIAL de aquella jornada inolvidable para 61, por un cuerpo sobre el gran favorito Gardingo, que iba de 63 kilos. OFUSCADA, con los tres kilos del descargo de Villeguitas, fue de 46 y su jinete se encargó de hacer valer los 12 kilos de diferencia para cobrar a 9,70 a ganador en un lote que comprendía sólo a su compañero de techo Balbinus y a Puaf, que llegaron tercero y cuarto. La emoción y el aplauso se juntaron en 1’9”1/5 para los 1.100 metros sobre pista buena.

#CarlosFelice

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