Advierten que hay escasez mundial de antibióticos por un aumento de las infecciones

Advierten que hay escasez mundial de antibióticos por un aumento de las infecciones

Los fabricantes luchan por mantener el ritmo de la demanda post-pandemia mientras docenas de países informan de la falta de medicamentos.

El aumento de las infecciones bacterianas después de que los países levantaran las restricciones por la pandemia ha provocado la falta de antibióticos como penicilina y amoxicilina, lo que pone de manifiesto el precario estado de las cadenas mundiales de suministro.

De los 35 países cuyos datos recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% sufre una escasez aguda de antibióticos relacionados con la penicilina, según Lisa Hedman, jefa de grupo de la OMS para el suministro y el acceso a medicamentos. Reino Unido introdujo la semana pasada “protocolos de escasez grave” que permiten a los farmacéuticos recetar fórmulas alternativas de antibióticos tras producirse un aumento de infecciones como el estreptococo del grupo A.

Durante la pandemia, la menor demanda de antibióticos, unida a la fuerte presión sobre las cadenas de suministro, llevó a los fabricantes de medicamentos a reducir la producción. Pero ahora que muchos países viven su primer invierno sin restricciones en dos años, las presiones sobre el suministro y los requisitos normativos están dificultando que las empresas aumenten la producción y alivien la falta, señalan los expertos sanitarios.

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La escasez también se ha producido porque “los países no previeron que las infecciones respiratorias nos iban a golpear [con tanta fuerza] en el primer año sin barbijos”, afirma Hedman.

¿DÓNDE SE HA NOTIFICADO ESCASEZ?
Se ha informado de falta de amoxicilina en Estados Unidos y Canadá, mientras que en la Unión Europea (UE) 25 de los 27 Estados miembros han comunicado a la Agencia Europea del Medicamento la escasez de algunos antibióticos.

El impacto en los países más pobres o pequeños es menos conocido, pero pueden verse afectados de manera desproporcionada, sobre todo si sus monedas se han depreciado y necesitan adquirir medicamentos en el mercado abierto, explica Hedman.

Aunque los volúmenes pueden ser pequeños en comparación con el uso en los países desarrollados, están lejos de ser intrascendentes. Duan Jasovský, un farmacéutico de Médicos Sin Fronteras (MSF), señala que se calcula que 5,7 millones de personas mueren al año por falta de acceso a antimicrobianos, que incluyen antibióticos, antifúngicos y antivirales.

El temor a que suban los precios “disuade” de informar públicamente y a la OMS de la escasez, añade Hedman.

Algunos farmacéuticos estadounidenses y europeos también han informado de la falta de analgésicos comunes como el paracetamol, a medida que la ola invernal boreal de casos de gripe, virus respiratorio sincitial (VRS) y Covid-19 alimenta su demanda. Ilaria Passarani, secretaria general de la Agrupación Farmacéutica de la Unión Europea (PGEU), explica que también se han visto afectados los medicamentos para tratar infecciones como la tuberculosis y las infecciones cutáneas.

¿CUÁL ES LA CAUSA DE LA FALTA?
La escasez de fármacos, desde medicamentos contra el cáncer hasta anestésicos, fue habitual en el punto álgido de la pandemia, lo que puso de manifiesto la presión sobre las cadenas de suministro. La guerra de Ucrania ha empeorado aún más el suministro de ingredientes de los antibióticos, mientras que el aumento de los costos energéticos ha reducido los márgenes de los fabricantes.

Adrian van den Hoven, director general de la asociación de fabricantes de medicamentos genéricos Medicamentos para Europa, explica que, tras dos años de medidas excepcionales, habría sido difícil para los fabricantes de antibióticos predecir con exactitud el repunte de la demanda este invierno de tratamientos como las soluciones antibióticas líquidas para niños.

“Se puede predecir una temporada de infecciones más alta, pero no se puede predecir la altísima tasa en los niños”, sostiene.

asovský, de MSF, explica que las reservas agotadas de antibióticos son “síntomas menores” de un “desafío sistémico” más amplio que afecta a toda la cadena, desde los mayoristas hasta los formuladores de dosis finales y los fabricantes originales.

La mayor parte de los principios activos farmacéuticos del mundo proceden ahora de India y China, en lugar de Europa. Y hay “poca transparencia” respecto a estos materiales porque los procesos de producción en todo el mundo se consideran información reservada sólo visible para los organismos reguladores. Esto “dificulta la realización de una verdadera evaluación de riesgos para determinar las áreas de mayor vulnerabilidad”, afirma.

La cadena de suministro de antibióticos puede tardar entre cuatro y seis meses desde la producción hasta la distribución. Pero Rajiv Shah, CEO del mayorista británico Sigma Pharmaceuticals, sostiene que los controles normativos adicionales hicieron que los fabricantes de medicamentos tardaran más tiempo en reiniciar las líneas que habían quedado inactivas cuando se redujo la producción durante la pandemia.

¿PUEDE SOLUCIONARSE?
Sandoz, uno de los mayores fabricantes de antibióticos genéricos, explica que ha aumentado la producción de medicamentos en un porcentaje de dos dígitos en 2022, contratando a 140 nuevas personas desde septiembre. El año que viene tiene previsto hacer lo mismo, abriendo una fábrica en Austria.

Pero la empresa, propiedad de Novartis, se está viendo presionada por el aumento de los costos, que son más difíciles de repercutir en los mercados europeos que limitan los precios de los medicamentos, a lo que se añade que sus competidores asiáticos tienen acceso a fuentes de combustible más baratas para el proceso. También se han disparado los costos de otros ingredientes esenciales, como el azúcar para la fermentación, una parte importante del proceso de fabricación.

“No es algo que se solucione metiendo más al horno”, advierte Hedman, de la OMS. “Cuando se fabrica un antibiótico hay que parar y revalidar el equipo antes de fabricar otro… [la escasez] puede tardar meses en corregirse”.

Passarani, de la PGEU, señala que las soluciones pasan por obligar a los farmacéuticos que buscan la autorización europea a comercializar sus medicamentos en todos los Estados miembros y crear un mecanismo de redistribución durante una crisis.

Jasovský, el farmacéutico de MSF, afirma que deben introducirse mecanismos de puesta en común entre países, empresas y organizaciones multilaterales, y que hay que hacer más por diversificar las capacidades de fabricación y mejorar la transparencia, el intercambio de datos y las previsiones.

¿PUEDE AUMENTAR LA ESCASEZ LA RESISTENCIA A LOS ANTIMICROBIANOS?
Los médicos suelen recetar antibióticos de “espectro reducido” para evitar la aparición de superbacterias resistentes al tratamiento, un fenómeno cada vez más conocido como resistencia a los antimicrobianos. Al dirigirse a bacterias específicas, esta práctica reduce la probabilidad de que las infecciones se vuelvan resistentes a los antibióticos.

Pero la falta de disponibilidad de algunos antibióticos hace que se esté permitiendo a médicos y farmacéuticos dispensar otras clases de antibióticos con un espectro de acción más amplio, que suelen reservarse para infecciones que no se curan con antibióticos de primera línea.

Lorenzo Moja, un científico que trabaja en la lista de medicamentos esenciales de la OMS, afirma que es habitual que los médicos receten en exceso antibióticos para infecciones leves en los meses más fríos, por lo que la falta “está provocando problemas adicionales en términos de resistencia”.

Se corre así el riesgo de lo que Moja denomina “inercia de prescripción”, que hace que algunos médicos tengan dificultades para volver a recetar antibióticos específicos una vez que la escasez disminuye, lo que amenaza con la proliferación de virus más intratables.