Prepagas y obras sociales con demoras, y médicos que cobran un “copago blue”

Prepagas y obras sociales con demoras, y médicos que cobran un “copago blue”

Clarín reveló en abril que cada vez más médicos particulares dejan las cartillas de las prepagas y se vuelcan a la atención privada por los honorarios bajos que pagan las empresas de medicina privada. Seis meses después, el problema con los prestadores externos de las obras sociales y prepagas continúa, y los consultorios propios también están desbordados. De esa manera, crecen las demoras para conseguir turnos.

Las mismas empresas reconocen la crisis del sistema, que resulta en que, para algunas especialidades, ya es más rápido conseguir turno presencial en un hospital público. Por ejemplo, a través de la línea 147 del Gobierno porteño, Clarín solo tuvo que hacer un llamado para conseguir un turno con un médico clínico, en 30 días en el hospital Pirovano.

“El Ministerio de Salud tiene que tomar cartas en el asunto”, expresó hace unos días a este diario la presidenta de Acción del Consumidor (Adelco), Claudia Collado, y señaló que “ya no se puede seguir culpando a la pandemia”.

Según estima esta asociación, los plazos para conseguir turnos pasaron del mes y medio a tres meses. “Lo único que cambió es que las prepagas recibieron permisos para aumentar las cuotas”, señaló. El próximo incremento, de 11,53%, será este mes e implicará una suba de casi el 90% de las cuotas en lo que va del año.

En tanto, en julio pasado, los médicos de la Provincia quedaron habilitados para cobrar un “peaje” a los pacientes que realizan consultas en cualquier especialidad. Es que el Colegio que agrupa a esos profesionales bonaerenses resolvió fijar un bono de 1.000 pesos en concepto de “Gastos Operativos de Consultorio” a quienes deben asistir al médico.

Este adicional alcanza a todos en Provincia: afiliados a obras sociales o socios de las prepagas. La determinación del Colegio de Médicos no discrimina: cualquier persona que recibe la asistencia de un médico debe abonar ese complemento que –se aclara en la disposición- debe ser facturado por el profesional. En el gobierno provincial consideraron que se trata de una exigencia “ilegal”.

La odontología es, sin dudas, una de las prácticas más castigadas por las demoras en los pagos de prepagas. Tiene uno de los costos de atención más elevados en cuanto a equipamientos e insumos importados. Pero en odontología de niñas y niños, la situación es aún más complicada.

“Los odontopediatras no están atendiendo por obras sociales y prepagas porque los aranceles son tan bajos que no cubren los costos y el tiempo de los profesionales. Se están dando de baja de las cartillas prácticamente todos. Es una deserción masiva y los chicos se quedan casi sin atención”, contó en mayo pasado el odontopediatra Daniel Girgenti.

CLARIN