El Congreso de EE.UU. debate sobre los OVNI por primera vez en 50 años

El Congreso de EE.UU. debate sobre los OVNI por primera vez en 50 años

Por primera vez en medio siglo, un subcomité de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos celebrará la primera audiencia abierta sobre OVNI, con el testimonio de dos funcionarios de Inteligencia del Departamento de Defensa.

La audiencia seguirá a la publicación de un informe solicitado por el Congreso sobre “fenómenos aéreos no identificados” en junio pasado. La “Evaluación preliminar” del director de Inteligencia Nacional se centró en 144 incidentes, que datan de 2004 y solo pudo explicar uno. En ese contexto se conoció el video de un avión Navy F/A-18 Super Hornet, que se encuentra con un objeto desconocido.

El funcionario se negó a sacar conclusiones, diciendo que los informes disponibles eran, “en gran medida, inconclusos”, que los datos limitados e inconsistentes desafían la evaluación de los fenómenos y que la mayoría de los fenómenos informados “representan objetos físicos”.

Los objetos no eran tecnología estadounidense secreta. “Carecemos de datos que indiquen que cualquier señal de estas sea parte de un programa de recolección extranjero o que indique un avance tecnológico importante por parte de un adversario potencial”. La audiencia, programada para el próximo martes, apunta a centrarse en el trabajo de un grupo del Pentágono que sigue las cuestiones de seguridad nacional y de vuelo planteadas en el informe.

“Dado que esta es un área de alto interés público, cualquier secreto indebido puede servir como un obstáculo para resolver el misterio o podría impedirnos encontrar soluciones a posibles vulnerabilidades”, advirtió el representante André Carson, demócrata de Indiana y presidente del Subcomité de Contraterrorismo, Contrainteligencia y Contraproliferación del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes. “Esta audiencia trata de examinar los pasos que el Pentágono puede tomar para reducir el estigma que rodea los informes de los pilotos militares y civiles”, amplió Carson.

Los testigos convocados incluyen a Ronald Moultrie, subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad, y Scott Bray, subdirector de Inteligencia Naval. “El Gobierno Federal y la comunidad de Inteligencia cumplen un papel fundamental en la contextualización y análisis de los informes”, señaló el representante Adam Schiff, demócrata de California y presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara. Schiff agregó que el propósito de la audiencia era iluminar “uno de los grandes misterios de nuestro tiempo y romper el ciclo de excesivo secreto y especulación con verdad y transparencia”.

El informe entregado al Congreso fue realizado por la comunidad de Inteligencia junto a la Fuerza de Tarea de Fenómenos Aéreos No Identificados del Departamento de Defensa de Estados Unidos, que el propio Pentágono reemplazó en noviembre por el Grupo de Sincronización de Gestión e Identificación de Objetos Aerotransportados. El objetivo es “detectar, identificar y atribuir objetos de interés en el espacio aéreo de uso especial y evaluar y mitigar cualquier amenaza asociada a la seguridad del vuelo y la seguridad nacional”. Moultrie supervisa ese grupo, que será el foco de las próximas audiencias.

En diciembre de 2021, la senadora Kirsten Gillibrand, demócrata de Nueva York, y el representante Rubén Gallego, demócrata de Arizona, lograron -con apoyo bipartidista- insertar una enmienda en la Ley de Autorización de Defensa Nacional anual, que ordena que el Pentágono trabaje con la comunidad de Inteligencia en el tema y hacer informes públicos sobre sus hallazgos. La enmienda amplió el alcance de la investigación más allá de lo que ya estaba realizando el grupo del Pentágono.

El Congreso no celebró audiencias sobre OVNI desde que la Fuerza Aérea cerró la investigación pública “Proyecto Libro Azul”, en 1970. En 1966, Gerald Ford, entonces líder de la minoría republicana de la Cámara de Representantes de Michigan, organizó una audiencia en respuesta a los informes sobre OVNI de más de 40 personas, incluidos doce policías. La Fuerza Aérea los definió como “gas de pantano” y Ford dijo que era “frívolo”. “El pueblo estadounidense tiene derecho a una explicación más completa”, reclamó Ford en una carta dirigida a dos comités de la Cámara en 1966. Funcionarios de la Fuerza Aérea testificaron sobre los avistamientos. Dos años después, el Congreso celebró otra audiencia, en la que científicos ajenos a la Fuerza Aérea presentaron documentos sobre sus estudios del fenómeno y pidieron que se siguieran estudiando los objetos voladores no identificados.

La Fuerza Aérea concluyó en 1969 que ningún U.F.O. amenazó la seguridad nacional, que los objetos no mostraban tecnología desconocida y que no había evidencia que indicara que los objetos eran extraterrestres. La Fuerza Aérea concluyó que no se justificaba más investigación.

En los últimos años, informes de Inteligencia y declaraciones de funcionarios admiten preocupación sobre una eventual amenaza a la seguridad nacional, a través de tecnología avanzada insinuada por informes de pilotos de, por ejemplo, vehículos que viajan a velocidades extremas sin medios visibles de propulsión.

CLARÍN