El gran sedán argentino cumple 60

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El gran sedán argentino cumple 60

El Ford Falcon, uno de los modelos icónicos de la industria automotriz argentina y, sin dudas, uno de los más importantes en la historia de la marca en el país, cumple 60 años desde que fuera lanzado el 27 de enero de 1962.

Duradero, confiable y robusto, supo meterse en el corazón de las familias argentinas durante décadas; al punto de que hoy, a pesar de ya ser un clásico de clásicos, sigue recorriendo las calles desprendiendo el inconfundible sonido de los motores 3.0 y 3.6 litros que lo acompañaron prácticamente siempre.

El Falcon se fabricó en el país hasta 1991. Durante sus 30 años de vigencia se produjeron 494.209 unidades, siendo el segundo vehículo más fabricado de la Argentina en el Siglo XX, detrás del Peugeot 504 (496.693).

Fue el auto de la clase media, de los taxistas, de todos…Supo tener versiones rural para las familias numerosas, y también pickup (Ranchero) para quienes buscaban un vehículo de trabajo.

Incluso fue y sigue siendo uno de los protagonistas y el más ganador (con 22 títulos) del Turismo Carretera, la categoría madre del automovilismo en nuestro país.

El nacimiento de una leyenda

El proyecto para fabricar el Falcon en el país fue presentado al gobierno en abril de 1961. El ambicioso plan requería de un millonario desarrollo de expansión que implicaba la renovación y modernización de la planta de La Boca y la construcción de un nuevo complejo industrial en General Pacheco.

El programa, uno de los más grandes de Ford fuera de los Estados Unidos, fue aprobado y su ejecución comenzó inmediatamente. El Falcon, presentado en su país de origen en 1959, había logrado vender un millón de unidades en dos años, convirtiéndose en el auto compacto más vendido del mundo.

En nuestro país se auguraban buenos resultados, aunque en un primer momento la expectativa de producción no iba a ser mayor de cuatro años. El programa tenía previsto fabricar 8.500 unidades en 1962, 13.000 en 1963, y 24.000 en 1964.

El Falcon fue el modelo que inauguró la era de los compactos estadounidenses en Argentina, en la que también se destacaron el Chevrolet 400, el Rambler yel Valiant.

Los primeros prototipos fueron armados en la planta de La Boca en septiembre de 1961, mientras que el montaje de los modelos de producción en serie comenzó el 10 de enero de 1962. El porcentaje de piezas nacionales en las primeras unidades fue mínimo: la batería, los neumáticos y tapizados.

El lanzamiento oficial se hizo el sábado 27 de enero de 1962, en el teatro Gran Rex, en un gran evento al que asistieron los personajes más influyentes de la televisión, el cine y la radio.

Aquella primera serie se distinguió por ser el única con un parante trasero más fino que el que traería después, mientras que mecánicamente fue equipado con el motor de 170 pulgadas cúbicas (2.786 cm3 de 101 HP).

De La Boca a Pacheco

En julio de 1963, Ford comenzó a fabricar el Falcon en la planta de Pacheco con un elevado porcentaje de piezas nacionales, entre ellas el motor. Al año siguiente se sumaron las transmisiones y los diferenciales producidos localmente, como también el propulsor de 187 pulgadas (3.064 cm3).

En cuanto a diseño, a pesar de que el Falcon americano ya había cambiado su fisonomía, aquí en Argentina se optó por no alterar jamás sus líneas originales. Se sumaron nuevas versiones, una base (Standard) que comenzó a ofrecerse como taxi, y otra más equipada (Deluxe).

A fines de 1964 se sumó la variante Futura, que se caracterizaba por las ornamentaciones y detalles cromados en la carrocería, y por incorporar butacas individuales, techo vinílico y el flamante motor 187 de cuatro bancadas y 116 HP.

En 1966 se lanzó una nueva actualización (laprimera íntegramentenacional) que fue una de las más exitosas a nivel ventas.

Enel68,lagamasumóuna inédita versiónrural condosnivelesdeequipamiento: Deluxe y Futura; esta última se distinguía por llevar una lámina símil madera en los laterales de su carrocería y en el portón trasero y por ser la primera en incorporar levantavidrio eléctrico en la luneta.

La gran novedad mecánica se produjo a fines de 1969 con la introducción del motor 221 (3.620 cm3 de 132 HP). Previamente la gama había incorporado una versión deportiva con el motor 187 de alta compresión.

Un nuevo restyling se presentaría en marzo de 1970. Con el eslogan “El mismo, pero mejor” el Falcon lucía una silueta más moderna y un estilo cada vez más argentino. La gama incorporó definitivamente los motores 188 (3.0 litros) y 221 (3.6) de origen australiano.

El Falcon fue el auto más vendido de 1971 y 1972, año en que se sumó la variante XP (Extra Power), sobre la base del motor 221.

La transformación

En noviembre de 1972, diez años después de su presentación, se introdujo la línea Falcon 1973, que ofrecía los cambios más importantes desde su lanzamiento: nuevos faros (cuadrados), parrilla, capó, ópticas traseras, más un rediseño completo del habitáculo.

Quizás una de las versiones más recordadas de esta serie fue la Sprint, la máxima expresión deportiva del modelo. Estaba equipada con el motor 221 SP (Special Perfomance), que llevaba un carburador Holley de dos bocas y otras mejoras que elevaban su potencia a 166 HP.

Fabricada sobre la base de la variante Futura, se distinguía por las franjas negras o blancas en el capó, los laterales y entre las ópticas traseras, la parrilla negra, la salida de escape ovalada, los espejos sobre los guardabarros y la antena en el techo.

Por dentro, butacas individuales con tapizados exclusivos, un instrumental más completo (sumaba amperímetro y medidor de presión de aceite), y volante deportivo de tres rayos y aro forrado en cuero.

La otra novedad fue el lanzamiento de la pickup Ranchero, un utilitario liviano desarrollado a partir de la versión Standard, que ofrecía una capacidad de carga de 565 kilos.

En 1978 este clásico argentino dio un paso más hacia su refinamiento con una actualización estética que presentaba, principalmente, una nueva parrilla plástica de barras verticales, faros rectangulares y ópticas traseras más cuadradas, y manijas de puertas embutidas, heredadas del Taunus.

La última serie

Bajo el eslogan “Mejor parte por parte”, Ford lanzó en 1982 el sexto y uno de sus últimos rediseños, cambiando gran parte de sus componentes internos y externos.

Mecánicamente tuvo varias perlitas, entre ellas, una caja automática de 4 marchas; aunque también intentos fallidos como el motor naftero 2.3 litros con una caja de cuatro marchas que estuvo en catálogo sólo un año, debido a que su consumo era igual o mayor al motor 3 litros.

En 1988, ya bajo la alianza con Volkswagen (Autolatina), tuvo por primera vez una motorización diesel; un 2.4 litros de inyección indirecta y 70 HP de potencia. Sin embargo, su comercialización no prosperó debido a problemas con el fabricante.

Mientras que en 1989 se presentó la motorización Max Econo, un 3.0 mejorado para conseguir un menor consumo de combustible.

Con cambios menores en 1991, el último Ford Falcon salió de la línea de producción de la planta de Pacheco el 23 de septiembre de ese año. Se trató de una versión GL gris plata que fue producida en ocho días y rifada entre los empleados de la planta.

Entre 1982 y 1991 se produjeron casi 86.000 unidades del Falcon, cerrando así una de las historias más importantes de la industria automotriz nacional.

El plan original contemplaba 4 años de producción y al final fueron 30.

CLARÍN