Alerta ómicron: expertos aconsejan más testeos y extremar los cuidados

Alerta ómicron: expertos aconsejan más testeos y extremar los cuidados

Por Penélope Canonico
La pandemia entra en un nuevo capítulo de aislamiento y restricciones, esta vez con el foco puesto en el sur de África por la aparición de la variante ómicron. La mutación fue clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “preocupante”, la categoría más grave.

La variante ya se replicó en países de Europa y Asia. Ante la amenaza, en la Argentina desde el Consejo Federal de Salud (Cofesa) definieron dos estrategias para evitar su ingreso y mitigar contagios en el país. Por un lado, la suspensión del transporte aéreo y marítimo directos de África. Por el otro, se acordó implementar un “pase sanitario” a eventos masivos y actividades en lugares cerrados para quienes no cuenten con el esquema completo de vacunación. Estos son unos siete millones de personas.

Clarín habló con tres expertos sobre cómo evalúan el panorama ante la posible llegada de ómicron. Coinciden en la importancia de completar esquemas de vacunación, aumentar la inmunización con tres dosis, intensificar testeos y extremar las medidas de cuidado.

“La aparición de variantes está vinculada a la población susceptible, es decir, a quienes no se enfermaron o no se vacunaron. Por eso, ómicron aparece en Sudáfrica donde el nivel de inmunización es del 25%. En Argentina, el 95% de la variante que circula es Delta. Tenemos brotes porque hay adultos, de 18 a 39 años, no inmunizados”, analiza Eduardo López, médico infectólogo y asesor del comité de expertos del Ministerio de Salud. Y enfatiza: “Hoy no parecen ser necesarias nuevas restricciones, pero sí que la gente se cuide con todas las medidas que ya conocemos. Tener una dosis es como no estar vacunado. Se agregó una tercera adicional a los inmunizados con Sinopharm porque para tener un buen título de anticuerpos no alcanza con dos frente a las nuevas mutaciones. Habrá que estudiar cuán eficaces son las vacunas con ómicron”.

Arnaldo Casiró es jefe de Infectología en el Hospital Álvarez. Considera que las medidas ante la variante ómicron no varían de las que se deberían tomar frente a la Delta. “Se debería hacer una gran campaña explicando que la pandemia no terminó.

El mensaje no fue claro, mucha gente dejó de cuidarse y disminuyeron los testeos (siempre fueron escasos).

Se debería insistir más con el uso de barbijo y con la distancia social. Aunque sea antipático, mantener los cuidados y acelerar el ritmo de la vacunación es lo que puede hacer menos grave la expansión del virus”, dice. También, hace hincapié en que quitar los aforos fue precipitado y le preocupa que haya pocos testeos. “La cuarentena larga no sirvió (hubo uno 117.000 fallecidos). Cuando se declinó la posibilidad de utilizar Pfizer varios meses antes de contar con AstraZeneca y Sputnik, se perdió la oportunidad de comenzar a vacunar con mayor tiempo”. Su postura es clara. “Si ómicron llegara a evadir las defensas adquiridas, podríamos estar a las puertas de un problema similar al que tuvimos al comienzo. Deberían extremarse las medidas de cuidado. No debemos repetir errores. Vivimos el desastre que fue casi todo el 2020 que dejó más de 100.000 fallecidos y otros muchos quedaron con secuelas. Debemos aprender de la experiencia y no tomar medidas políticas sino sanitarias”, razona.

Carlos Di Pietrantonio es médico epidemiólogo y máster en Salud Pública. Califica de “aceptable” a la campaña de vacunación, pero insiste en que aún falta vacunar a lo que define como el núcleo duro de la población, unas siete millones de personas.

“Hay que hacer un plan que contemple una invitación para completar esquemas a quienes tengan comorbilidad, sean mayores de 60 o no hayan iniciado el esquema. Hay que buscarlos activamente y vacunar a 400 mil personas por día”, propone. “El cierre de los vuelos procedentes de países donde hay sospecha de circulación de la variante Ómicron es correcto. No restringiría los vuelos a Europa (la detección de contagios no significa que el virus esté diseminado), pero estaría atento a examinar cómo evolucionan los casos en los diferentes países europeos”, observa. Y analiza que ante una cepa como Delta el cierre estricto de aeropuertos y el paso de frontera fueron medidas acertadas (aunque sean antipáticas).

En cambio, para Casiró se debería suspender la entrada de extranjeros, como hizo Israel que cerró sus fronteras, “al menos hasta tener más clara la dimensión y el tipo de comportamiento de ómicron”. Es que esta variante parece ser mucho más contagiosa, pero se desconoce si es más letal o si evade la inmunidad adquirida por vacunas o infecciones previas.

En cuanto al cierre, evalúa que fue útil, pero que estuvo mal implementado. “Lo primero que hay que hacer es prohibir el ingreso de extranjeros y dejar que vuelvan los residentes (haciendo cuarentena y testeo)”. Di Pietrantonio remarca la necesidad de hacer corredores seguros.

Sobre el pase sanitario los expertos coinciden en que es una medida parcial, pero insuficiente. “Puede ser de alguna ayuda, pero no soluciona el problema fundamental que es la transmisión del virus. Sí puede incentivar a qué más gente se vacune con las dos dosis para poder acceder a estos eventos”, concluye Casiró.
CLARIN