05 Mar Adiós al creador de la Chevy Serie 2: murió el diseñador Jorge Ferreyra Basso
Por Hernán Oliveri
Jorge Ferreyra Basso, uno de los diseñadores más respetados de la Argentina y creador, entre otros autos, de la mítica Chevy Serie 2 falleció a los 78 años debido a complicaciones relacionadas con el coronavirus.
Ferreyra Basso también fue un distinguido artista plástico, convirtiéndose en un referente de la pintura relacionada con los autos, retratando momentos inolvidables del automovilismo, como a sus protagonistas. También se ocupó de reproducir, al detalle, autos legendarios que supo exhibir con distintas técnicas artísticas.
Como dijera alguna vez este porteño nacido en 1943: “El auto es el leimotiv de vida”. Su mundo giraba alrededor de los fierros, los pinceles y las acuarelas.
Su primer trabajo importante en la industria fue cuando en 1964 se constituyó como diseñador de Baufer, carroceros dedicados a la construcción de automóviles de Turismo Carretera. Y el auto que le dio renombre fue el “Chevitú”, la versión de pista del Chevrolet Super Nova II que había sido traído desde los Estados Unidos por José Froilán González y que corrió Jorge Cupeiro.
“Lo rediseñé dentro de los límites del reglamento; le corté la cola, le puse una trompa aerodinámica y otras cuantas cosas más. Eso me permitió trascender”, contó a Clarín en un reportaje de aquella época.
A los 24 años de edad, Ferreyra Basso dejó el quinto año de la carrera de Ingeniería para ocupar la Gerencia de Diseño de General Motors Argentina, donde se desempeñó hasta que la compañía bajó sus persianas en 1978.
Durante esos 14 años, el diseñador trabajó en varios proyectos, entre ellos en el rediseño del interior del Opel K180.
Pero fue sin dudas su gran obra maestra fue la renovación del Chevy: la famosa Chevy Serie 2, basada en el prototipo “Cimarrón” que creó junto a su equipo (Pedro García fue su mano derecha en diseño, mientras que Roberto Carena y Francisco Martínez hicieron lo suyo en ingeniería y modelación, respectivamente).
El Cimarrón fue presentado en 1972, aunque la casa matriz le bajó el pulgar por su impronta deportiva. No eran buenos tiempos para GM Argentina, cuyos volúmenes de venta cada vez eran más bajos.
La Chevy Serie 2 (en un principio se iba a llamar 2° Serie) fue el Ave Fenix para la marca norteamericana. Su desarrollo fue todo un desafío porque su desarrollo debía tener “costo cero”. Así fue como, con Ferreyra Basso a la cabeza, actualizaron a la antigua Chevy en lo que todo amante tuerca quería ver en los concesionarios: eliminaron el techo vinílico y las tazas, cambiaron los tapizados, diseñaron una consola integrada con dos cavidades para la radio y el pasacasete, y reemplazaron las pinturas metalizadas por de tonos pastel para abaratar costos.
La Chevy Serie 2 tuvo cuatro versiones a lo largo de sus seis exitosos años de vida, y hasta una versión fuera de serie que había diseñada un año antes y que también fue fuente de inspiración.
Con General Motors fuera de la Argentina, Ferreyra Basso siguió vinculado a la empresa en Brasil, Estados Unidos y Alemania. En el país europeo trabajó para el departamento de colores, tapizados y diseño de asientos de Opel. Luego, a mediados de los 90 se fue para Detroit donde logró instalar un sistema modular de asientos para abastecer a los modelos de todas las marcas de General Motors (Chevrolet, Buick, Cadillac, Pontiac, GMC, entre otras) sólo con 9 respaldos y cuatro cojines. En 1997 retornó a Opel de Alemania, donde fue Jefe del Departamento de Calidad de Diseño.
En medio de todas esas idas y vueltas, el diseñador comenzó a pintar para los coleccionistas de autos, ámbito en el que también fue reconocido al poco tiempo.
El arte fue dedicación alternativa; esa que le permitió una entrada de dinero extra para acceder a sus autos de colección y viajar a Buenos Aires sin problema. Ferreyra Basso pasó por muchas técnicas y exploró el Impresionismo y el Expresionismo.
Ya retirado de la industria concentró todo su talento en la pintura para inmortalizar momentos memorables que todo amante de los autos quisiera tener colgado en su pared.
CLARIN