02 Jan Rod Stewart, poderoso caballero del rock
Por Marcelo Fernández Bitar
No caben dudas que Rod Stewart es uno de los grandes cantantes de la historia del rock, compositor de una docena de hits inolvidables e intérprete de composiciones de gente tan variada como Cat Stevens o Tom Waits. Empezó dejando su huella en bandas como Faces, pero al poco tiempo se lanzó de lleno como solista, encarnando todos los excesos de la estrella de rock de la época.
Décadas después, fue capaz de pegar un volantazo y meterse de lleno en el viejo repertorio estadounidense de Gershwin y Cole Porter -entre otros- con tanto éxito que su obra completa supera los 100 millones de discos vendidos.
En realidad se llama Roderick, pero sus asistentes le dicen “Roger” cuando le pasan el teléfono. Sin embargo su debut artístico en 1964 fue como “Rod the Mod” y así se lo conoce en todo el mundo: Rod, el del pelo loco, la voz rasposa y los trajes brillosos. Desde 2017, también se le puede decir “Sir”, ya que la Reina lo nombró Caballero, algo que le da tanto orgullo que en muchas fotos y recitales se lo ve portando la gran medalla al cuello.
“Es maravilloso -dice- que ahora soy Sir Rod Stewart. ¡No te podés imaginar la alegría que me dio recibir esa distinción! Cuando vaya a la Argentina van a ver en la pantalla de video el momento en que me lo entregaron. Estoy profundamente honrado y es un gran regalo del pueblo inglés”.
-¿Qué le dirías a John Lennon, que devolvió su medalla MBE?
-No lo entiendo. Realmente no entiendo por qué lo hizo, porque no es una medalla de la familia real, sino que te la otorga el pueblo inglés tras una votación. Tal vez él se confundió porque se la entregó la Reina.
-Te nombraron Caballero por tus “servicios y actos de caridad”. Por lo visto, superaste el estereotipo del escocés tacaño.
-(Risas) Según la tradición escocesa, somos muy cuidadosos con la plata, pero yo no soy así. ¡Para nada! Hago muchos actos de caridad y me gustaría hacer muchos más.
-¿Te sorprende cuando alguno de tus viejos hits llega a una generación nueva, una y otra vez?
-La industria musical nunca deja de sorprenderme. Cada día que me despierto hay algo nuevo sucediendo. Es una industria maravillosa y me siento privilegiado de integrarla.
-Hace poco vino Joe Jonas con su grupo DNCE y cantó “Do Ya Think I’m Sexy”, que regrabaron juntos hace poco. ¿Cómo surgió ese encuentro?
-No recuerdo exactamente, pero creo que estábamos intentando hacer un álbum junto a un montón de artistas jóvenes, todos ellos cantando mis canciones. Llegamos a mitad de camino y sacamos ese tema como single, pero en un momento le dije a la compañía discográfica que había terminado un nuevo disco, que saldrá el año que viene, así que cajoneamos ese proyecto por un rato. Me gustó mucho la versión que armaron de Do Ya Think I’m Sexy, y no imagino que se haya podido hacer de otro modo.
-¿Y te sorprendió cuando A$AP Rocky sampleó “In a Broken Dream”, para su hit “Everyday”?
-¡Sí! No supe nada del asunto hasta que lo escuché en la radio. Había oído rumores, pero no escuché el tema hasta que sonó en la radio. ¿Tuvo éxito en la Argentina? Quizás deberíamos hacerlo en vivo en febrero…
-¿Qué podés anticipar del nuevo álbum que recién mencionaste?
-Son once temas originales y un cover de Prefab Sprout que quedó totalmente nuevo. Está 98% listo y creo que lo sacaremos en mayo. Hay canciones muy personales sobre amigos que han partido. Es un gran disco y estoy muy orgulloso del resultado. ¡Bah, si no, no lo sacaría!
-En los dos discos anteriores tuviste como coproductor a Kevin Savigar. ¿Acá también?
-Sí. ¡Mi viejo compañero de banda! Fue el coproductor de Time y Another Country, que fue cuando volví a componer canciones y dejé de hacer versiones de otros. Ahora se volvió a sumar al grupo de gira como director musical, porque el tecladista Chuck Kentis está enfermo.
-¿Cómo describirías trabajar con Kevin o con un productor de la vieja escuela, como Clive Davis?
-¡Ah, es totalmente diferente! En los viejos tiempos podíamos pasar meses enteros en un estudio. En cambio lo que hacemos actualmente es grabar dos o tres temas en una semana, porque es muy fácil hacer cambios y modificaciones en la edición. Kevin había montado un estudio en un cuarto de mi casa, y ahora hicimos lo mismo en Los Ángeles. ¡Este disco fue hecho en el living de mi casa!
-Se podría llamar “En mi living”…
-En verdad se llama Blood Red Roses.
-Desde los ‘90 no compusiste temas nuevos hasta juntarte con Kevin. ¿Fue porque dejaste la vara muy alta con hits como “Maggie May”?
-No sé si fue eso. Creo que simplemente en los años ‘90 fui medio vago y no compuse nada. Luego grabé los discos del Great American Songbook y tuve la oportunidad de escribir un libro. Ahí, en el proceso de recordar mi vida, mis amigos y familiares, descubrí que tenía muchas historias para convertir en canciones. Esa fue la bisagra, el punto de inflexión.
-Durante los últimos tiempos hubo muchos rumores sobre un disco junto a Jeff Beck. ¿Hay alguna posibilidad de concretarlo?
-No creo. Lo intentamos y no funcionó. Ya ni siquiera me manda tarjetas de Navidad. ¡Qué personaje increíble!
-A mediados de este año vas a hacer otra “residencia” en el Caesar’s Palace de Las Vegas, por octava vez. ¿En esos shows vas variando la lista de temas o lo encarás casi como un musical?
-El público cambia cada noche, así que la lista es más o menos la misma, salvo tres o cuatro cambios por noche. Intento cantar lo que la gente quiere escuchar. Ellos quieren oír determinadas canciones y yo estoy ahí para hacer eso.
-Todos los grandes artistas cantan en Las Vegas últimamente, pero antes se tenía el prejuicio que era una escena medio decadente, ¿no?
-Sí. En los viejos tiempos era totalmente diferente. En la época de Sinatra era un formato de cena-show, así que mientras cantabas había mozos dando vueltas con platos y empujando carritos que hacían ruido. Ahora no es así. Es el teatro más bello del mundo y un gran lugar para ver a cualquier artista que te gusta mucho. No hay ubicaciones malas, el sonido es maravilloso y entran unas 4.000 personas. Me encanta cantar ahí.
-En la Argentina llenaste todo tipo de estadios, como River y Vélez. ¿Qué recordás de las otras visitas?
-Uno tiende a recordar primero los recitales en sí, donde algunos vienen a mi mente y otros no. En cuanto a Buenos Aires, la adoro. Amo sus avenidas anchas, sus negocios, la gente, la comida, la bebida y el baile. La Argentina es un gran país, y por sobre todo amo que haya tanto sol. Ahora tendré la gran oportunidad de estar en un estadio y también hacer un show más chico en la misma ciudad. Será algo tremendo. Tendremos una lista de temas diferente cada noche y en la noche de San Valentín todo estará lleno de a-m-o-r.
A casi 50 años de su debut como solista
En un mundo lleno de giras aniversario, discos tributo y autocelebraciones, resulta insólito que Rod Stewart no esté al tanto de una inminente fecha clave: en 2019 se cumplirán 50 años de su debut como solista, que fue en 1969 con el álbum An Old Rain- coat Won’t Ever Let You Down. -¿Lo tenías presente?
-No. ¡Qué bueno que lo menciones, gracias por recordármelo! Me acuerdo que fue un disco muy barato y se hizo todo en una semana. Voy a tener que vivir un poco más para celebrarlo, entonces.
LA NACION