11 Jan La Libertadores, esa obsesión que iguala a los más poderosos de Argentina y Brasil
Por Marcelo Guerrero
Lejos de los escasos siete que tomaron parte en 1960 de la primera, cuando era un torneo reservado a los campeones, la Copa Libertadores del próximo año reunirá a una legión de 47 equipos. Un dato mide la competitividad de esta edición: 18 de los inscriptos fueron protagonistas de 50 de las 58 finales. Salvo San Pablo, que la ganó en tres oportunidades y no se clasificó esta vez después de un Brasileirao que lo tuvo al borde del descenso, puede afirmarse que están los que han hecho de la Libertadores el torneo más importante de la región. Hay 17 que ya han vivido, hace poco o hace mucho, la felicidad de sentirse los mejores del continente. El peso histórico de esos clubes nunca es garantía de éxito en una competencia cuyos finalistas, al revés de lo sucedido en la Champions, no se repitieron durante la última década, donde Independiente del Valle, Nacional de Paraguay, Chivas (otra vez no habrá mexicanos) y Liga de Quito llegaron hasta la serie decisiva.
Para los grandes argentinos, entre los cuales sólo faltará San Lorenzo, la Libertadores se ha vuelto prioritaria, casi excluyente. A ningún hincha se le ocurriría hoy cuestionar a un dirigente, como le sucedió al boquense Alberto Armando en 1963, por darle más relevancia a la Copa que al torneo local. Cada uno tiene razones, sobre todo desde el plano sentimental, para pretenderla. En materia futbolística los siete argentinos arrancan desde lugares distintos.
Boca disimuló su ausencia en 2017 con una campaña notable en el orden interno. Empezará la fase de grupos sin dos figuras, los lesionados Fernando Gago y Darío Benedetto, pero no faltará calidad en un plantel que tal vez incluya a cinco mundialistas.
River parecía llegar cómodo a la que era su sexta final, pero sufrió un terremoto de 23 minutos en Lanús. A diferencia del clásico rival, que tiene baja edad promedio, Gallardo afrontará su cuarta Libertadores como DT con muchos mayores de 30.
Independiente recuperó su orgullo copero en el Maracaná, escenario de algunas de sus grandes hazañas. La continuidad de Ariel Holan parece clave para que el campeón de la Sudamericana se sume a la nutrida lista de candidatos. Sin embargo, Independiente llega al sorteo en una situación muy singular. No sólo no sabe si en la Libertadores contará con su técnico, cada vez más en duda. También podrían irse su capitán Nicolás Tagliafico y su precoz figura Ezequiel Barco.
Racing, ahora con la gestión Diego Milito-Eduardo Coudet, buscará llegar más lejos que en la Libertadores 16 y la Sudamericana 17. En un torneo donde algunos goles valen doble, Lautaro Martínez y Lisandro López le dan derecho a ilusionarse. Ellos estarán acompañados por varios refuerzos que pidió el nuevo entrenador para darle vuelo al equipo en la mitad de la cancha.
Estudiantes, en el podio de los argentinos más ganadores con cuatro coronas, apuesta a que se afirmen sus valores jóvenes. Ellos aportarán oxígeno para que Mariano Andújar, Leandro Desábato, Rodrigo Braña y Mariano Pavone sigan batallando. La incógnita es hasta dónde y cómo se reforzará sabiendo que la prioridad hoy es la finalización del estadio de 1 y 57.
Atlético Tucumán tratará de seguir haciendo historia. Cumplirá su segunda intervención consecutiva, una proeza, gracias a su meritoria Copa Argentina. Banfield, que larga en la primera etapa, debe saltar la varilla altísima que dejó Lanús. Para el Taladro, no obstante, la principal preocupación por estas horas es la salud de Julio César Falcioni.
Al margen de que Corinthians venció a Boca en la definición de 2012, Atlético Mineiro eliminó a Newell’s en 2013 y Gremio frustró el sueño de Lanús hace un mes, los argentinos siempre generan respeto entre los brasileños. Ellos, no obstante, cuentan con una ventaja estimable: un mayor poder económico que les permite contrataciones impactantes en cualquier instancia.
Es difícil imaginar que al menos un finalista no surja de la numerosa delegación argentino-brasileña. Los hinchas veteranos recordarán la denominada Copa Roca, que disputaban las selecciones de ambos países. Esta Libertadores puede asumir ese carácter binacional, por más que algún historiador prefiera no mezclar las expediciones de Julio Argentino Roca al sur de La Pampa con las hazañas emancipadoras de San Martín, Bolívar y O’Higgins.
CLARIN