10 lugares para comer mariscos

10 lugares para comer mariscos

1. La Chicha
Las recetas con mariscos de La Chicha, además de sabrosas, son muy originales.
En esta pintoresca parrilla de Zona Oeste se puede optar por una entrada de langostinos a la milanesa rellenos de mozzarella, una ensalada americana (palmitos, camarones, kanikama, ananá, lechuga y salsa golf), un risotto de frutos de mar (arroz italiano carnaroli, calamaretti, pulpo, mejillón, camarón, berberecho y langostino) o un wok de arroz azafranado con salmón, langostinos, mejillones y champignones. También se pueden acompañar las pastas de la casa con la salsa de frutos de mar o la de crema de camarones.

2. La Cava
En La Cava, apostá a los tapeos de mar.
En este restó español hay varios tapeos de mar, como el de gambas al ajillo, el salteado de mariscos y la brochette de langostinos. La paella marinera trae langostinos, mejillones, calamar y berberechos. También hay un abadejo con mariscos y unos geniales espaguetis con gambas.

3. Patio Japonés
No falla: aquí pedí los Mariscos Patio Japonés
Además de Mariscos Patio Japónes, el plato de la casa que los trae salteados en salsa de ají amarillo con un timbal de arroz blanco, hay pescados y mariscos al fuego (salteados al vino blanco), jalea de mariscos crocantes y arroz salteado con mariscos.

4. La Cantina de Iano
La pasta con mariscos, un clásico italiano que se respeta muy bien en La Cantina de Iano.
En este tradicional bodegón italiano platense tienen pescados y mariscos de primera línea: hay unos fantásticos fetuccini con salsa de mariscos (salteados con mejillones, langostinos y calamares) y un arroz con mariscos (frutos de mar salteados con arroz amarillo).

5. La Esperanza de los Ascurra
En La Esperanza de los Ascurra, las clásicas tapas incluyen fresquísimos mariscos.
Entre las opciones de raciones y medias raciones de este bar madrileño podés encontrar gambas al ajillo y rabas. Si andás tentado pero con poca hambre, las gambas apanadas con dos salsas y los mejillones a la provenzal vienen también en tamaño de tapeo.

6. Betanzos
Con la cantidad de platos que tiene, en Betanzos podés darte una panzada de frutos de mar
Hay de todo: desde el salpicón de mariscos, la ensalada templada de pescados y mariscos y la torre de pescados y mariscos con verduras asadas hasta la brochette de langostinos, la parrillada de mariscos y las pastas con salsa de frutos de mar. También hay paellas, arroces y cazuelas con sabores del mar.

7. Carmen
Recomendamos ir hasta Adrogué a probar los increíbles platos con delicias de mar que hacen en Carmen.
Hay vieiras gratinadas con camarones y cilantro, así como variedad de gambas, rabas y chipirones. Hay crêpes de camarones y champiñones, risotto de mar, cazuela de mariscos y paella de arroz azafranado con abadejo, camarones y ostras; también ensalada de mar (con gambas, aros de calamar y mejillones).

8. Deriva
Mariscos en platos sofisticados y sabrosos, la propuesta de Deriva.
Tienen pinchos de langostinos en tempura, pulpito al escabeche, tempura de frutos de mar, salteado de langostinos y mango, ensalada de mar, raviolones de camarón, wok thai o risotto con camarones y cazuela de arroz negro y frutos de mar (calamar, pulpito, langostinos, almejas, mejillones y camarones).

9. Bice
Bice, excelencia italiana también aplicada a los frutos de mar
Tienen tagliatelle con espárragos y langostinos, tagliolini negros con langostinos y centolla, fusilli picantes con jengibre y langostinos, espagueti con frutos de mar, risotto con mariscos, langostinos apanados y una parrillada de pescados y langostinos grillados.

10. Júcaro
He aquí un café belgranense con cocina de excelencia. Vale la pena probar su cazuela de mejillones a la provenzal y vino blanco gratinado
He aquí un café belgranense con cocina de excelencia. Vale la pena probar su cazuela de mejillones a la provenzal y vino blanco gratinado.
Ideal este café belgranense para probar el risotto de mar (con rabas, mejillones y langostinos), la cazuela de mariscos (con arroz, vegetales, rabas, mejillones y langostinos) o la cazuela de mejillones a la provenzal y vino blanco gratinado.
LA NACION