Hasta Ferrari tendrá un SUV o Sport Utility Vehicle

Hasta Ferrari tendrá un SUV o Sport Utility Vehicle

Por Gabriel Silveira
“Primero deberías pegarme un tiro” le dijo Sergio Marchionne, número uno de FCA (Fiat Chrysler Automobiles) y de Ferrari, cuando un periodista le preguntó si la marca del Cavallino tenía pensado desarrollar en el futuro un vehículo SUV. La pregunta, formulada en febrero de 2016, tenía mucha lógica, ya que los buenos resultados de ventas que dieron distintos modelos 4×4 terminó siendo una tentación a la que pocos fabricantes se pudieron resistir. Un año y medio después de aquella convencida respuesta, la historia se da vuelta y Ferrari también claudica ante la invasión SUV.
El proyecto F16X, como se lo conoce internamente, pasa a ser una realidad y la última respuesta de Marchionne difiere bastante de la que dio el año pasado ante la misma pregunta. “Probablemente ocurra (construir un SUV), pero lo hará al estilo Ferrari”. Lo que parece una duda inicial se ratifica rápidamente con la justificación. Hasta dio más razones de la decisión: “ese mercado es muy grande y muy tentador, y tenemos muchos clientes que están deseando conducir un Ferrari que sea el rey de los vehículos prácticos”.

Ferrari ya ofrece hoy la GTC4Lusso, un modelo con tracción integral y cuatro plazas, aunque con una configuración de asientos 2+2, que hace que los puestos traseros sean recomendables solo para chicos. SI bien hasta el momento eran solo rumores, las aclaraciones de Marchionne hacen suponer que el futuro modelo de la marca no será un SUV para cualquier tipo de camino pero sí un vehículo más grande que la GTC4Lusso.
El cambio de postura de Ferrari tiene su fundamento en que hoy los SUV significan un negocio seguro para las automotrices. Según datos de JATO Dynamics, en 2016 se vendieron en todo el mundo 24,32 millones de este tipo de vehículo, en un mercado global de 84,24 millones de unidades. Este segmento, incluyendo chicos, medianos y grandes, experimentó un crecimiento del 20 % respecto de 2015, para terminar representando el 28,8 % del total de los vehículos vendidos en 2016. Inclusive teniendo más importancia que los autos citadinos (4,68 millones de unidades), chicos (10,29 millones) y medianos (15,48 millones).

El fenómeno de los SUV arrancó en forma incipiente en los años 90. En aquellos años los usuarios empezaron a llevar a la ciudad vehículos que habían sido creados para atravesar todo tipo de caminos. Los fabricantes reconocieron este embrión y comenzaron a desarrollar vehículos con menos aptitudes para circular fuera del asfalto pero con ese aspecto que todo el mundo buscaba y busca en la actualidad.
Así fueron apareciendo modelos de fabricantes con nula o poca historia en vehículos 4×4. Y surgió un fenómeno dentro del fenómeno: los SUV urbanos derivados de autos chicos. Ford creó el EcoSport en 2003 y, si bien tardaron en responder, prácticamente todas las marcas hoy tienen un modelo con estas características. De esta manera se popularizó mucho más la moda.

Pero la mayor sorpresa la dieron las marcas premium. Si bien Mercedes-Benz, BMW y Audi (en ese orden) se subieron temprano a la ola, en los últimos años prácticamente todos los fabricantes derrumbaron sus muros de legado y tradición. El primer cimbronazo lo dio Porsche con el Cayenne, que ya está por recibir su tercera generación y que tiene un hermano menor de gama, el Macan. Los números avalaron la entonces cuestionada decisión de la marca de Stuttgart: al poco tiempo había doblado sus ventas y más de la mitad de ellas eran Cayenne. Para esa época Volvo también había lanzado su XC90
Y así fueron cediendo fabricantes reconocidos en la historia por el estilo de sus automóviles. Alfa Romeo presentó el Stelvio y Jaguar su F-Pace, que hace poco agregó al E-Pace, un SUV más chico. Maserati impactó con el Levante y Aston Martin ya adelantó con un prototipo su DBX, que estará listo el año que viene.

Más impactante fue la decisión de Bentley cuando lanzó el Bentayga, una exageración de lujo, distinción y potencia. A lo que Rolls-Royce responderá con el Cullinan, que se debería presentar el año que viene. También en 2018 se comenzará a vender el Lamborghini Urus. Sí, la marca de Sant’Agata Bolognese también tendrá un SUV y su versión definitiva será develada a fin de año.
Y cuando el límite parecía ser Ferrari, el tradicional y admirado constructor de los deportivos más deseados del mundo terminó sucumbiendo antes la tentación que significa vender hoy un SUV. Habrá que conseguir en forma urgente un chaleco antibalas para el CEO de Ferrari, no vaya a ser cosa que alguno se haya tomado en serio su declaración de hace un año y medio.
CLARIN