Ciberbullying: más de la mitad de los maestros ya tuvo casos y enseñan a prevenirlo

Ciberbullying: más de la mitad de los maestros ya tuvo casos y enseñan a prevenirlo

Por Paula Galinsky
El ciberbullying no tiene límites: excede el aula y el horario escolar. Sin embargo, la prevención de este tipo de hostigamiento que se da a través de las redes sociales empezó a tratarse en la currícula en algunos colegios, ya que es un tema que afecta directamente a los alumnos. Lo confirman desde la ONG Argentina Cibersegura, que realizó una encuesta a 568 maestros de todo el país a la que accedió Clarín. De ella se desprende que más de la mitad de los maestros (el 52%) vivió un caso de ciberbullying en su colegio. A raíz de esto, el 16% dijo haber generado planes de trabajo para que estas situaciones no vuelvan a ocurrir.
Según los especialistas, hay que enseñarle a los chicos a ser “buenos ciudadanos digitales”. Para eso, coinciden en que el Estado debería incluir capacitación a los docentes y contenidos obligatorios desde la primaria.
En el Instituto San Roque, de Villa Ortúzar, en el que Marcela Alfaro es directora del nivel primario, trabajan para evitar los riesgos relacionados al uso de Internet. “Tuvimos episodios aislados de ciberbullying. En general, son los papás los que nos cuentan que los chicos se comunican entre ellos de mala manera. Ni bien nos enteramos de algún caso lo abordamos con nuestro equipo de orientación para cortar con las cargadas rápido”, le dice a este diario Alfaro, que intenta hacerles ver a los alumnos que “los problemas se resuelven charlando en el aula y no a través de burlas por la Web”.

También tuvieron un caso de grooming (contacto de un adulto con un niño en las redes con fines sexuales). “Esa vez, ayudamos a la familia para que pudiera hacer la denuncia y asistimos al niño”, agrega la directora. En el San Roque tratan el tema desde hace varios años con la colaboración de Argentina Cibersegura. Para este ciclo lectivo, decidieron sumar capacitaciones sobre cuidados en las redes con Policía Federal y adelantar el inicio de las propuestas preventivas: de cuarto a tercer grado.
“Los chicos participan de los encuentros junto a sus docentes y después el tema se sigue en el aula. Se le da el espacio a los alumnos para sacarse las dudas y compartir inquietudes. Además, trabajamos con videos, desarrollamos actividades lúdicas a partir de relatos, armamos rompecabezas y hacemos dinámicas de cambio de roles para que logren ponerse en el lugar del otro”, resume Alfaro. Y explica que recurren a organizaciones porque no pueden solos: “Estaría bueno que el Estado se ocupe de instruir a los docentes para seguir la problemática con mayor solidez”.
Los dichos de Alfaro coinciden con la opinión de los maestros encuestados por la ONG. El 83% considera que los chicos acceden a la tecnología desde muy temprana edad y el 37% asegura que sus alumnos saben más sobre el tema que los adultos. En esta misma línea, 4 de cada 10 dicen que no cuentan con herramientas para trabajar en prevención. En cuanto a la navegación segura en Internet, el 54% reconoce que el trabajo extracurricular con los alumnos no alcanza. Otro 27% nunca abordó el tema.
Uno de los desafíos para los educadores es poder trabajar con situaciones que, muchas veces, se registran en un escenario diferente al de la clase. “En una época, los docentes se desligaban argumentando, por ejemplo, que determinados mensajes no habían sido mandados desde la escuela. Eso por suerte cambió. Ahora empiezan a entender que en Internet no existe afuera y adentro, y que si el alumno está involucrado, el colegio tiene que actuar”, explica Belén Rey, directora ejecutiva de Argentina Cibersegura.
Según María Zysman, de Libres de Bullying, los maestros no deben demonizar todas las redes. Por el contrario, tienen que aprender sobre el funcionamiento de cada una de ellas para “acompañar a los chicos sin espiarlos”. A su vez -indica la experta- se debe insistir en la necesidad de cuidar al otro y de pensar bien antes de publicar algo en Internet..
Desde Chicos.net sostienen que lo primero que hay que hacer es “educar en valores”. “Es necesario trabajar sobre la convivencia, en cuanto al respeto y la promoción de la diversidad, y sobre educación sexual, pensando en cómo protegerse y proteger el cuerpo del otro”, dice Marcela Czarny, directora de esta asociación civil. Y destaca que muchas veces el sexting (intercambio de imágenes o videos con contenido erótico entre pares) deriva en ciberbullying. “Ocurre que se comparten fotos por las redes con una pareja, luego el vínculo se rompe y el contenido se viraliza. En la mayoría de los casos, son chicas las afectadas y se las condena a ellas y no al varón que violó su intimidad”, suma.
En un segundo momento- dice Czarny- hay que conversar sobre lo que pasa en las pantallas. “Los chicos deben tener claro que lo que postean en las redes deja de ser de ellos, es decir, que no van a poder controlar más lo publicado ni evitar su viralización. También hay que hablarles de la diferencia entre sus amigos de Internet y los de la vida real y de la utilización de los likes”, explica Czarny. Y se refiere a la idea de que sin público no hay espectáculo: “Frente a un caso de ciberbullying toda la comunidad es responsable y hay que trabajar sobre ella, incluso antes de hablar con el acosador y el acosado. Porque, además de los agresores activos, están los que ponen ´me gusta´ y los que viralizan, y de esta forma permiten que el hostigamiento tenga lugar. Por eso es clave trabajar con toda esa población”.
CLARIN