19 Jun Lunes peligrosos: afirman que es el día en que se producen más infartos
Por Rosario Medina
Un estudio publicado recientemente por el American Heart Journal detectó que los lunes la tasa de incidencia del infarto de miocardio fue significativamente más alta que en las vacaciones o fines de semana. El trabajo, que tomó 156.000 registros de admisiones hospitalarias de infarto de miocardio durante ocho años en la población sueca, detectó que las fiestas de Navidad y Año Nuevo son otros dos eventos con mayor incidencia de infartos. Si bien no afirma que el estrés psicosocial sea efectivamente la causa directa de esta patología, el estudio explica que “es bastante plausible” que así sea. “La variabilidad observada del infarto de miocardio incidente en diferentes periodos de tiempo durante el año puede estar sistemáticamente relacionada con los niveles de estrés psicosocial”, afirma el trabajo.
Más allá de que los investigadores advierten que este estudio no es extrapolable a otros países, los especialistas locales aseguran que los argentinos tienen altos niveles de estrés psicosocial y coinciden en que el comienzo de la semana se pueden producir picos que desencadenen trastornos físicos y mentales.
El Hospital Santojanni realizó un estudio entre 2001 y 2002 en los que se vio que los días de mayor incidencia de infartos eran los domingos a la noche y en las primeras horas de la mañana del lunes. Actualmente, según información del equipo de hemodinamia del Santojanni, “no habría diferencias significativas respecto a otros días”. Sin embargo, advierten que están a punto de iniciar un relevamiento para determinar con precisión “los días de mayor incidencia de realización de angioplastias por infarto”.
“Lo interesante del lunes es que aparentemente el comenzar la semana es un factor de estrés agregado. En el estudio se ve claramente una menor incidencia de eventos durante el fin de semana y las vacaciones, que son momentos en los que uno afloja y se saca de encima muchos factores de estrés. Y el lunes es volver con todo”, afirma Juan José Herrera Paz, jefe de Cardiología del Sanatorio Fleni.
“No está escrito o probado, pero uno ya considera al estrés como un factor de riesgo no modificable. El hecho de vivir en Buenos Aires y mismo en la Argentina es un factor de estrés en sí mismo”, añade Herrera Paz.
“El infarto agudo de miocardio es exclusivo del ser humano y está vinculado a las emociones. Si bien las mascotas también tienen emociones, no tienen la posibilidad de conjeturar y aventurar, en el futuro que imagina el hombre existen incertidumbres y miedos, factores que pueden desencadenar los episodios cardíacos”, explica a Clarín el médico Daniel López Rosetti, jefe del servicio de Medicina del Estrés del Hospital Municipal de San Isidro.
“Este nuevo estudio corrobora otros estudios que ya sabemos que existen en el mismo sentido. El factor de riesgo que desencadena el infarto en inicio de la semana es el estrés percibido cuando las cargas externas, cargas laborales, sociales, económicas, financieras o internas, emocionales o existenciales, superan nuestra capacidad de respuesta”, añade el especialista. Esto, por supuesto, no les pasa a todas las personas. Pero advierte: “Estrés y felicidad no van de la mano”.
El problema, por el ritmo y estilo de vida que llevamos, es cómo medir el estrés y qué se puede hacer para combatirlo. “Hoy en día cualquier persona va a decir que está estresada. Es raro que alguien al ser consultado diga que no”, afirma Sergio Auger, director general de hospitales de la Ciudad de Buenos Aires.
¿Pero qué produce el estrés a nivel fisiológico? “El estrés altera el metabolismo, los altos niveles de estrés pueden tener como consecuencia aumento del colesterol, obesidad, retención de sodio, pérdida de potasio. También puede haber una disminución de la inmunidad y en el hombre, reducir la producción de testosterona”, añade Auger.
La psicóloga Cecilia Schwartz, secretaria de la Asociación de Medicina del Estrés, dice que existen dos teorías sobre por qué hay mayor incidencia de infartos los lunes. “Algunos dicen que el hecho de que hay más excesos los fines de semana, donde consumimos más comidas altas en grasas, alcohol, hay una desorganización de horarios, lo que produce una desregulación en la autorregulación habitual del cuerpo, produciendo un ‘estrés agudo’ que exige al cuerpo un trabajo extra para volver a regular esos aspectos físicos”, explica, aunque aclara que no se trata de una teoría que ella comparta.
Pero hay otra teoría, advierte, que en la Argentina sería muy factible de encontrar. “En nuestro país la imprevisibilidad y la impunidad son moneda corriente. Si hay algo que genera estrés es no poder prepararse o predecir una situación. Esto genera incertidumbre, la duda que tengo ante algo que es nuevo, lo que genera miedo. Que es una forma de protegernos ante una situación de peligro, porque nos ponemos alertas. En el infarto de miocardio, la emoción y el estrés están vinculados”, afirma.
En la Argentina se producen cada año entre 40.000 y 50.000 infartos por año, según datos del Ministerio de Salud. Sin embargo, esta cifra se cree que está subestimada porque no tiene en cuenta a las personas que sufren un infarto y que no llegan a ser atendidos.
CLARÍN