Inteligencia artificial en manos de las empresas

Inteligencia artificial en manos de las empresas

Por Farhad Manjoo
Una crítica persistente a Silicon Valley es que ya no trabaja en grandes ideas que transformen al mundo. No se deje engañar. Las compañías tecnológicas no sólo financian cosas importantes —están financiando el mayor número de cosas que cambiarán al mundo.
Considere los autos, los cohetes, los globos y planeadores que emiten señales de Internet, los asistentes de voz, los drones, los dispositivos de realidad aumentada y virtual y todas las permutaciones de inteligencia artificial que jamás haya visto en la ciencia ficción. Están gastando en ideas que podríamos considerar que cambiarán la vida en la Tierra.
Al mismo tiempo, el apetito del gobierno estadounidense por financiar investigación científica y tecnológica fuera de este mundo sigue disminuyendo, y podría caer aún más durante el mandato del presidente Donald J. Trump.
Esto da pie a una complicación inminente: los colosos tecnológicos, no el gobierno, están desarrollando el futuro artificialmente inteligente. Y al menos que el gobierno incremente sustancialmente su gasto en la investigación de dichas tecnologías, son las corporaciones las que decidirán cómo implementarlas.

NYTCREDIT: Doug Chayka


Allí tiene a Google. La compañía está utilizando inteligencia artificial para enseñar a computadoras a entender lenguaje, a ver y escuchar, a diagnosticar enfermedades e incluso a crear arte.
La compañía entiende que los proyectos basados en IA que tengan éxito podrían ser transformadores: alterarán las industrias existentes y crearán industrias nuevas y enormes, incluyendo una oleada de negocios nuevos de los que Google puede beneficiarse económicamente.
Google no está solo al desarrollar un futuro a partir de la IA. Su compañía matriz, Alphabet, está gastando miles de millones de dólares para inyectar inteligencia de máquinas a gran parte de la economía global, desde autos de conducción autónoma hasta cuidados de la salud.
Luego están los otros miembros de los Cinco Temibles —Amazon, Apple, Facebook y Microsoft— que figuran entre los inversionistas más importantes en investigación y desarrollo. De acuerdo con sus reportes de ganancias, se perfilan a gastar más de 60 mil millones de dólares este año.
Uno podría ser optimista respecto a la enorme inversión de la industria tecnológica en el futuro inteligente. Las tecnologías en las que están trabajando estas compañías tendrán un enorme impacto en la sociedad. Los autos de conducción autónoma, por ejemplo, podrían salvar decenas de miles de vidas al año.
Los colosos tecnológicos están abordando la IA con una especie de ethos académico. Publican con regularidad estudios sobre sus hallazgos y permiten que otros tengan acceso a algunas de sus tecnologías de IA más recientes.
No obstante, la enorme inversión de la industria tecnológica en IA también podría ser causa de alarma, porque no está equilibrada por un nivel remotamente cercano de inversión por parte del Gobierno.
En el ocaso de la Administración Obama, la Casa Blanca publicó un reporte examinando las maneras en que la inteligencia artificial alteraría al mundo. El reporte encontró que el gobierno federal gastó sólo 1,1 mil millones de dólares en investigación no clasificada sobre IA en 2015. Presentaba argumentos a favor de incrementar varias veces el gasto en inteligencia artificial. Con mayor financiamiento federal, el gobierno tendría mayor voz respecto a cómo se desarrolla la tecnología.
Greg Brockman, cofundador de OpenAI, firma de investigación de inteligencia artificial, se hizo eco de esta idea.
Apuntó que una razón por la que Internet ha sido tan exitosa es que fue creada a través de financiamiento gubernamental para ser abierta y accesible para todos, un motor masivo de oportunidad económica.
“Si el desarrollo de IA es realizado totalmente por compañías con fines de lucro, entonces estos sistemas probablemente serán implementados para beneficiar sólo a una organización o un grupo de gente”, aseveró Brockman.
CLARIN/THE NEW YORK TIMES