Semana Santa: ¿por qué cambia de fecha la Pascua cada año?

Semana Santa: ¿por qué cambia de fecha la Pascua cada año?

Por Soledad Vallejos
Siempre que llega a las manos un almanaque de un nuevo año, lo primero que mucha gente hace es detectar esos números marcados en rojo, es decir, cómo caen los feriados. Y la Semana Santa es la primera fecha que suele buscarse, no sólo porque cambia todos los años sino también porque es una oportunidad para escaparse y disfrutar de unas minivacaciones.
¿Por qué todos los años cambia de fecha la Pascua? La mayoría, sin duda, está al tanto de la movilidad de este festejo, pero muchos desconocen el motivo. Primer dato: la fecha en cuestión varía entre el 22 de marzo y el 25 de abril, ya que tiene lugar el domingo siguiente a la primera luna llena tras el equinoccio de primavera del hemisferio norte (otoño en el Sur). Es decir, el próximo domingo. El año pasado, esto mismo sucedió el 27 de marzo, y el año próximo, el domingo de Pascua será el 1 de abril.
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Fijar la fecha de la Semana Santa resulta importante porque de esta celebración también dependen otras fiestas religiosas,como el Pentecostés y la Ascensión. También es clave para la rutina social y laboral, y para algunos sectores que se ven directamente beneficiados, como el turismo.
Pero ¿por qué la celebración de la Pascua varía? Ante todo, y según explican desde la Comisión Episcopal de Pastoral Universitaria, hay que tener en cuenta que la Semana Santa se rige por el año litúrgico que, por tradición, se ajusta al ciclo lunar que tiene meses de 28 días y no al año solar, con algunos días más de diferencia. Originariamente, la Pascua tiene un origen judío, y se trataba de una festividad agraria que se celebraba cuando se producía la primera luna llena tras el equinoccio de primavera. Luego se le sumaron otros acontecimientos históricos, como la liberación del pueblo judío de los egipcios.
Con el calendario hebreo, un almanaque lunisolar y por el cual se rigen todas las festividades judías, esas diferencias entre los ciclos no existen. Se trata de un calendario que se basa tanto en el ciclo que realiza la Tierra alrededor del Sol, como el que describe la Luna alrededor de la Tierra, fundado en un complejo algoritmo que permite predecir las fechas exactas de luna nueva, así como las distintas estaciones del año mediante cálculos matemáticos y astronómicos.
En sus inicios, los primeros cristianos celebraban la Pascua de resurrección en coincidencia con el Pésaj. Pero, desde el Concilio de Nicea, en el año 325, los cristianos -luego de largos estudios y algunas disidencias entre los expertos astronómicos- decidieron separar la fecha de esta celebración y fijaron las siguientes condiciones: ya no sería el 14 de Nisán, como los judíos, sino un domingo.
La fecha de la Pascua, en el calendario actual de la Iglesia, es la más importante de todo el año, ya que regula todas las fiestas movibles y modifica los períodos litúrgicos, que la preceden y le siguen en forma inmediata.
La Ascensión de Cristo se celebra 40 días después de la Pascua, y Pentecostés, diez después de la Ascensión. La semana anterior al domingo de Pascua es la Semana Santa, que comienza con el domingo de Ramos, fecha en que se conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
LA NACION