Garino: “Me cambió la cabeza y asimilé el rol que tendría si llego a la NBA”

Garino: “Me cambió la cabeza y asimilé el rol que tendría si llego a la NBA”

Por Mauricio Codocea
Recién ahora que Austin, la capital de Texas, deja atrás los días del frío más crudo, Patricio Garino tiene alguna otra actividad por hacer. Meterse a la pileta, por ejemplo. Seguramente extraña, en ese contexto y a pesar del serpenteante Río Colorado que cruza la ciudad, la multiplicidad de opciones para pasar el tiempo libre que tenía en su Mar del Plata natal. Pero la olla con monedas de oro que lo espera al final del arco iris bien vale la pena. De hecho, viene cruzando ese cúmulo de colores con la esperanza de encontrar el premio definitivo desde que se fue a los Estados Unidos, con apenas 17 años. Y ahora está en la antesala de la NBA, escenario con el que sueña mientras crece en la D-League (Liga de Desarrollo) en los Austin Spurs, el equipo filial de San Antonio.
“La cabeza es lo que más me cambió: asimilé el rol que tendría si llego a jugar en la NBA. Dentro de unos años, no me veo como figura, pero sí me veo en un equipo jugando varios minutos, con un rol -comenta Pato-. No voy a ser un jugador que meta veinte puntos por partido. Quiero ser la clase de jugador que cada equipo necesite, uno que haga las cosas que no salen en la planilla”.

Hasta acá llegó, claro, porque el año pasado, tras terminar su carrera en la Universidad de George Washington, se hizo un lugar -después de buenas actuaciones en la Liga de Verano con Orlando- en la pretemporada de San Antonio Spurs. Aunque no quedó en el plantel definitivo, le sacó el jugo a la experiencia, que será también su motor. “La pretemporada fue inolvidable, no la olvidaré nunca. La usaré como motivación para convertir ese sueño, que viví por unos meses, en una realidad”, grafica
Una constante en la Liga de Desarrollo es que los equipos NBA suelen hacer “bajar” a sus jugadores allí para que sumen minutos. En esos casos, cuando algún chico del plantel de San Antonio pasa a Austin, suele robarse el protagonismo. Eso, sumado a que no había sido seleccionado para el primer equipo de los Spurs luego de hacer la pretemporada a las órdenes de Gregg Popovich, hicieron que Garino pasara un bajón anímico del que salió con la visita de sus padres para las últimas Fiestas. Se enfocó y encadenó buenos rendimientos que lo invitan a soñar.
Ahora bien, ¿cómo definir bien qué es la Liga de Desarrollo? “Como nunca hubo argentinos, no le prestábamos atención y tal vez hasta la tirábamos un poco abajo -reconoce Garino, ayer ajeno y hoy parte de ese mundo-. Pero es una liga interesante. Muchos jugadores que honestamente ni yo me había dado cuenta pasaron de acá a la NBA. Es muy competitiva y está tratando de desarrollar a los jugadores del futuro. Me gusta estar acá, especialmente con los Spurs. El nivel de competencia es muy alto y te ayuda a mejorar en muchos aspectos”.
Garino, que está haciendo sus primeras armas como profesional, encuentra en el ritmo de juego uno de los mayores atractivos. “Jugamos entre 50 y 65 partidos, la temporada es corta y eso está bueno porque el equipo rueda mucho mejor -dice-. No hay muchos entrenamientos, pero mejorás con la experiencia del partido y no jugando siempre contra tus compañeros en las prácticas. Eso me gustó mucho”.
Sin embargo, esta categoría “telonera” de la liga top del planeta lejos está de ofrecer las comodidades de aquella: “Muchas semanas jugamos cuatro partidos en seis días, en cuatro ciudades distintas, y esto no es la NBA: no tenemos aviones privados, vamos al aeropuerto y viajamos sentaditos de a tres como cualquier persona. Nos levantamos a las 6, volamos a las 8, llegamos a las 11, dormimos una siesta y a las 17 jugamos”. Cansa tan sólo escuchar el itinerario.
Basta con ver un puñado de partidos de la D-League para entender un poco el funcionamiento: mucho joven que juega para sí mismo, tratando de hacerse notar y ganarse un contrato en la NBA. “Los jugadores intentan hacer un poco más porque está esa ansiedad y presión por demostrar de qué sos capaz para poder llegar. A mí me favoreció estar acá, porque los Austin Spurs tratamos de imitar a San Antonio y mover el balón, hacer el extra pase. Por suerte no debo basar mi juego en algo con lo que no me sienta cómodo”.
Y así anda Patricio Garino en Estados Unidos. Haciendo camino al andar, con la NBA en la mira.
CLARIN