Casey Affleck, un actor obstinado y siempre al borde del estrellato

Casey Affleck, un actor obstinado y siempre al borde del estrellato

Por Natalia Trzenko
Para Casey Affleck, carrera y familia son la misma cosa. O dos cosas inevitablemente unidas por un camino profesional que para bien o para mal nunca pudo separarse del personal. Tal vez eso cambie si el domingo consigue el premio Oscar a mejor actor por su papel en la notable Manchester junto al mar, que se estrena hoy en la Argentina. Un film que el actor, hermano menor de Ben Aflleck y amigo desde la infancia de Matt Damon, encabeza con una solidez que ya desde hace años demuestra en cada una de sus apariciones y que si se tratara de otro intérprete ya lo habrían convertido en estrella. Sin embargo, a veces parece que las sombras que proyectan su hermano y su amigo le impidieron el gran salto. Está claro que no es talento lo que le falta al Affleck menor. Él mismo asegura que la fama no le interesa y para demostrarlo lleva años haciendo lo posible para evitarla. Hasta ahora. Es que la campaña para conseguir primero las nominaciones y luego los premios de la Academia de Cine de Hollywood precisa de la presencia constante de los protagonistas de los films favoritos. Sólo así pueden aspirar a llegar al escenario del teatro Dolby el próximo domingo.
Una estrategia que Affleck conoce bien y puso en práctica apenas Manchester junto al mar, escrita y dirigida por Kenneth Lonergan, empezó a atraer el interés de los críticos y a sumar galardones. Así empezó a construirse la narrativa sobre el proceso de producción de la película, que incluye una participación fundamental del amigo Damon. Según contaron Affleck y Lonergan, en todas las entrevistas desde que la película fue presentada en los Estados Unidos la idea original era que el actor de la serie de Jason Bourne dirigiera el film y hasta en algún momento pensó en protagonizarla. Sin embargo, cuando sus compromisos con la nueva entrega del espía le impidieron llevar adelante el proyecto, Damon quedó como productor y recomendó a Lonergan para la dirección y a Affleck para encarnar a Lee Chandler, el estoico encargado de un edificio que debe volver a su pueblo natal para hacerse cargo de la crianza de su sobrino adolescente y enfrentar la tragedia que lo alejó del lugar. Un relato intenso y a fuego lento que pone en cuestión los vínculos familiares con una sensibilidad excepcional. Otra vez las cuestiones de familia cruzando la carrera y la vida de Affleck, que más de una vez sintió que su personalidad se moldeaba con las lecciones aprendidas de su hermano mayor y su mejor amigo.
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“Es muy cauteloso cuando se trata de exponerse. Él fue testigo de lo que su hermano y yo vivimos desde hace veinte años. Además es muy modesto y no le gusta hablar mucho de sí mismo, o al menos no tanto como les gusta hacerlo a otros actores”, explicaba Damon hace unos meses en una nota con The New York Times en la que se hablaba de las dificultades del joven Affleck en su carrera. Muchas autoinfligidas, claro.
Ésta no es la primera vez que Casey Affleck está al borde del estrellato por mérito propio. Si bien es cierto que al principio de su carrera pudo parecer que conseguía trabajo gracias a su hermano -varias veces Ben contó que tuvo que convencerlo para que aceptara interpretar el papel de su hermano menor en En busca del destino, el film que les cambió la vida-, con los años muchos directores reconocieron su habilidad actoral. En 2008 consiguió su primera nominación al Oscar como actor de reparto por su papel en El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford. Unos meses antes había protagonizado de manera brillante la lograda Desapareció una noche, el primer film dirigido por su hermano Ben. Entonces parecía que el talento del actor era suficiente para acallar las voces que hablaban de nepotismo y aquellas que lo veían como una versión hosca de su simpático y elocuente hermano. Sin embargo, el gran salto quedó en gigantesco tropezón cuando Casey Affleck decidió ponerse detrás de las cámaras para dirigir un falso documental sobre el aparente colapso nervioso y artístico de su mejor amigo y por entonces cuñado, Joaquin Phoenix. Un film fallido que habría quedado en el olvido si Affleck y Phoenix no su hubieran empeñado en tratar de ocultar la verdadera naturaleza paródica de todo el asunto.
Según contaron Damon y Ben algunos años después del estreno de aquella película, ellos intentaron convencer a Casey y Phoenix de que contaran la verdad sobre el film. “Se hicieron los cancheros con el lanzamiento del documental. Tenés que avisarle al público que es un chiste o no te van a perdonar cuando se den cuenta”, decía Damon sobre la caída en desgracia de su amigo. Y su hermano, inteligente arquitecto de su propia carrera, opinó algo parecido: “Creo que su faceta de director se vio perjudicada por la de promotor, que, obstinadamente, no quería dar el brazo a torcer y aceptar frente al público que todo era falso. En los dos años en que podría haber sido el actor más solicitado gracias a la nominación al Oscar y su papel en Desapareció una noche, él quiso realizar su visión e hizo una película con su mejor amigo. A mí me pareció una idea inteligente, creativa y original, pero él la hizo sacrificando su carrera como actor”.
Unos años después de aquella debacle, la estrategia de defensa y protección de los exitosos Ben y Damon logró salvar la carrera de Casey y hasta devolverle el brillo de antaño gracias a Manchester frente al mar, que la puso en funcionamiento nuevamente. Es que a partir de la nominación al Oscar y su lugar de favorito entre los críticos algunos medios recordaron las denuncias de abuso y maltrato que recibió el actor de 41 años.
Casi como si se tratara de un secreto de Estado, los Affleck y Damon desplegaron su poder y simpatía para que aquella historia -dos mujeres que trabajaron en el film de Casey y Phoenix denunciaron al primero y llegaron a un arreglo extrajudicial con él- quedara semioculta entre sus sonrisas y las encantadoras anécdotas de infancia. Sin embargo, a pesar de todo el peso que la dupla Affleck-Damon tiene en Hollywood, en los últimos meses de la carrera hacia el Oscar el liderazgo de Casey en las encuestas fue cayendo. Y así, hasta que se abra el sobre el domingo no sabremos si la familia volvió a rescatar la carrera de su talentoso pero conflictivo hijo menor.
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