20 Feb Un volantazo planificado
Por Sol Peralta
La ruta se abre paso entre el campo, y la velocidad se traduce en tiempo. El movimiento es constante y hay pocas chances para detenerse a analizar el mapa. El año pasa, mes a mes, y parece tener una única dirección. Pero el mojón de Año Nuevo rompe con esa rutina y presenta preguntas y oportunidades. ¿Qué pasaría si el volante girara hacia un nuevo horizonte? Un cambio de carrera, la mudanza a otra ciudad o a otro país, el comienzo de un emprendimiento laboral o de una familia… Este nuevo año puede ser el que inicie ese cambio de vida. La primera instancia para lograrlo es tomar la decisión y está muy ligada a lo emocional, pero hay que sostener esa adrenalina con un plan y, para eso, se necesita organización.
“Para muchas personas, cuando algo se programa pierde su costado romántico. Pero esto es un mito, porque el mundo adulto tiene que ver con lo intencional, con lo que pensamos y ejecutamos, no con lo que fluye. Aquello que uno planifica responde más al gusto propio y se puede sostener mejor que lo que queda librado al azar”, señala el licenciado en psicología Patricio Furman.
Dentro de esta primera instancia, es importante analizar qué es lo que se busca en realidad con la decisión que se quiere tomar. ¿Crecimiento, tranquilidad, independencia, acompañamiento? Tener claro lo que se desea es el motor más poderoso y, además, con ese punto definido, es más fácil encontrar los medios para concretarlo. Pero también es imperioso saber si ese objetivo responde a factores externos o internos. “¿El cambio que me planteo me va a poner en una circunstancia física, afectiva o profesional diferente? ¿O aquello que necesito está relacionado con el plano interno?”, son los interrogantes que sugiere el psicólogo y psiquiatra Pedro Horvat.
Por ejemplo, si se proyecta una mudanza a otra ciudad más tranquila, habría que preguntarse si el estrés acumulado es consecuencia del entorno o de la autoexigencia. La frase “los problemas viajan con uno” tiene mucho peso: se debe asumir que la forma de vida no se olvida por completo al cambiar de paisaje, así como tampoco se com- pone un matrimonio en crisis por la llegada de un hijo.
Furman apunta que debe tenerse en cuenta que en el camino nuevo van a surgir dificultades. “Si una persona decidió separarse, puede sentirse liberada, pero aun así experimentar un bajón cuando llega la noche. Lo que nos hace seguir adelante es la fuerza de la decisión tomada. ¿Por qué es tan importante lograr ese objetivo? La respuesta se traducirá en energía para continuar”, afirma. En los giros de vida deseados y buscados, es común idealizar todo lo desconocido y, si bien es cierto que sirve para aliviar las ansiedades de cambio, luego se arriba a otras etapas –desidea-lización, duelo por lo que se dejó y esfuerzo de adaptación– hasta que llega la adaptación. “Siempre habrá un duelo por la soltería, por Buenos Aires, por la casa natal, que en un primer momento es tapado por la idealización, hasta que sobrevie- nen las otras instancias emocionales”, asegura Horvat. Por cuenta propia
Si el plan para 2017 es comenzar con un proyecto laboral personal, el economista Nicolás Litvinoff, director de la empresa de educación financiera Estudinero.net, sugiere hacerlo en forma gradual. “No es conveniente dar saltos al vacío. No hay muchos casos exitosos que hayan surgido de ese modo”, asegura. Y agrega: “Lo mejor es ir volcando de a poco la tarea hacia el teletrabajo, es decir, tener uno o dos días fuera de la oficina. Esto permite dedicarle tiempo al proyecto personal durante las horas muertas de la actividad principal”.
Un aspecto positivo es que los costos para montar un negocio son más bajos que en otras épocas, ya que los productos y servicios pueden ofrecerse online sin necesidad de alquilar un local y mantener sus gastos. El desarrollo de las redes sociales y la publicidad suelen tercerizarse, por lo que no implican un compromiso a futuro. De acuerdo con Litvinoff, eso da margen para hacer uno o dos intentos antes de lograr un éxito. Furman coincide con esta mirada y sugiere como receta descomponer ese gran objetivo en metas más pequeñas.
Hay que tener en cuenta que la relación de dependencia provee “certidumbre social”: sueldo, un lugar físico al que ir todos los días, cobertura médica, aguinaldo y vacaciones. En un proyecto propio, en cambio, habrá un primer momento de inseguridad, que se sostendrá desde dos pilares que son dedicarse a algo placentero y hacerlo por uno mismo. Como el ingreso es variable, se recomienda sacar conclusiones sobre el nuevo negocio recién al cabo de un año, fecha en la que se podrá estipular el ingreso mensual promedio.
Si no existe la posibilidad de aprovechar lo cobrado en un retiro, un indicador de que es momento de dejar el empleo en relación de dependencia es cuando la hora trabajada resulta más rendidora en el nuevo proyecto, siempre que haya demanda constante del servicio o el producto que se ofrece. “Las chances de triunfar aumentan cuando se encuentra algo que nos parece apasionante. Y aunque pueda parecer obvio, muchas veces resulta difícil identificar qué es, ya que el trabajo dentro de una compañía suele atrofiar el deseo personal”, resalta Litvinoff. Preparados, listos, ¡ya!
Hay muchas herramientas que pueden servir para programar un cambio de vida. Horvat destaca que, en el caso de que se esté planificando una mudanza a otro país, “es conveniente hablar con gente que haya pasado por experiencias similares para que ayude a ir elaborándola. Y si se trata de una decisión compartida, como casarse o buscar un hijo, esta charla debería darse con la pareja para descubrir cuáles son las ansiedades y preocupaciones del otro y contarle las propias, para llegar siempre a un acuerdo en los puntos más importantes”.
No hay que perder de vista que la vida llevada adelante hasta ese momento ha tenido beneficios. Entonces, hacer movimientos implica ir en contra de lo conocido, del entorno o de los mandatos familiares, y puede entrar a operar el autoboicot. “La mejor forma de sobreponerse es recordar qué nos llevó a encarar esta transformación. También ayudan la lectura sobre aquello a lo que se intenta llegar y la terapia para acompañar el proceso”, sugiere Furman. “Hay que recordar que uno carga con sus propias limitaciones: si era tímido en Buenos Aires, va a ser tímido en Madrid. Pero es cierto que en un nuevo entorno libre de prejuicios y sin el deber de rendirles cuentas a los conocidos, hay más oportunidades para crecer en una nueva dirección”, concluye Horvat.
LA NACION