01 Feb El año del cometa:unos 50 surcarán la Tierra en 2017 y varios, a simple vista
Por Marcelo Maller
En estos tiempos de alta tecnología, el cielo parece quedar más cerca de los seres humanos. Y en este 2017, que va dando sus primeros pasos, unos cincuenta cometas surcarán el cielo. Media docena de ellos, incluso, podrían llegar a verse con binoculares desde esta parte del planeta.
El primero, bautizado 45P/Honda-Mrkos-Pajdusakova y descubierto por Minoru Honda el 3 de diciembre de 1948, saluda a la Tierra más o menos cada cinco años. Arribó a mediados de diciembre justo para el final del año que se fue. Pero alcanzará su máxima visibilidad en febrero.
El 11 de febrero el 45P se hallará a su mínima distancia de nuestro planeta, aproximadamente a unos 13 millones de kilómetros. Mientras, en el hemisferio norte -aquí no se verá-, será posible visualizar al C/2016 U1 Neowise y, con un poco de suerte, también se podrá ver la lluvia de estrellas fugaces de invierno, las Cuadrántidas. Siempre en este período, alto en el cielo, en las primeras horas de la mañana, se percibirá un tercer cometa, el C/20015 V2 Johnson, visible hasta mediados de año.
Según explicó a Clarín la doctora en Astronomía e investigadora del Conicet, Romina Di Sisto, “estos no son los cometas que uno puede ver con colitas. Van a ser apenas un puntito, como una estrella. Incluso se verán más débiles que una estrella. No los reconocerá cualquiera”.
Más allá de si se los podrá divisar o no, Di Sisto explica que “los cometas son reliquias que pueden apreciarse todos los años en el cielo”. Este año habrá, sin embargo, un fenómeno particular, según explicó el astrofísico italiano Gianluca Masi, responsable de Virtual Telescope: “Se trata de un fenómeno más bien raro que en un mismo año los cometas visibles lleguen a ser tan numerosos”.
Los cometas son cuerpos que se formaron con los planetas y el Sistema Solar hace 4.500 millones de años. Y como tienen ese tiempo y están intactos, cuando se acercan es una buena forma de analizarlos”, agregó Di Sisto.
Febrero también será el mejor mes para observar el cometa 2/P Encke, particularmente visible al norte de la Tierra, antes de que en marzo alcance su punto más vecino al Sol, denominado perihelio, y vuelva imposible divisarlo. Para hallarlo otra vez en el cielo se deberá esperar poco más de tres años -lo que dura su órbita- ya que se trata del cometa más rápido de los cerca de 4.000 conocidos hasta ahora.
Pese a que el cielo de febrero estará “colmado”, las mayores expectativas se trasladan a marzo: a fin de ese mes, aparecerá el 41P/Tuttle-Giacobini-Kresak aunque en nuestro país no se lo podría ver desde la ciudad de Buenos Aires. Una de las opciones para disfrutarlo sería desde la zona de la Cordillera.
Todavía se halla muy bajo sobre el horizonte el cometa C/2015 Er61 Pan-Starrs y para poder verlo, con ayuda de aparatos, habrá que esperar hasta el verano boreal. El hemisferio sur también tendrá sus exclusividades con el cometa 96/P Machholz, solamente perceptible en esta región del mundo. Pero según Di Sisto “casi no se lo percibirá. Se verá muy débil”.
Clarín consultó al astrónomo Diego Bagú, director de Gestión Planetario ciudad de La Plata, sobre las mayores posibilidades con las que cuenta hoy un ciudadano común para apreciar estos fenómenos. “Estamos viviendo una era dorada de la exploración espacial con las grandes potencias acelerando sus programas. En este marco la comunicación acercó la astronomía a la gente. Hoy subís una foto con algún fenómeno que ocurre en el cielo y se viraliza en dos segundos”. La astrónoma también opina en esta misma dirección: “Lo interesante es que las misiones espaciales van llegando a diferentes lugares. Ahora tenemos datos en directo y contamos con más imágenes para analizar”, dijo.
CLARIN