06 Feb Curtis Hanson: con él, se fue el suspenso
Por Pablo Scholz
Cuando aún la palabra thriller no se había popularizado entre nosotros, e íbamos a ver “una de suspenso”, Curtis Hanson demostraba ser de los mejores artífices del género. Pero el director de La mano que mece la cuna y Los Angeles: al desnudo, sobre el texto de James Ellroy, fue mucho más que eso. Era un cineasta que sabía adaptar textos de la novela negra y homenajear códigos, clisés y arquetipos del film noir -comenzó como crítico de cine y guionista-, pero también tomar personajes contradictorios y generarnos resquemores a partir de una niñera un tanto desequilibrada –pero sólo un poco más que cualquiera- en La mano que mece la cuna.
Hanson murió el 21 de septiembre, a los 71 años, en su casa en Hollywood Hills. Tras una llamada, la policía llegó a su hogar y constató que el cineasta nacido un 24 de marzo había fallecido por causas naturales. Paro cardíaco, dice el informe.
Por algo los actores en los ’90 querían trabajar con él. Por algo él fue contra la corriente y en vez de someterse a las reglas de Hollywood, llevaba sus propios proyectos a los grandes estudios. Que, como sus filmes eran redituables no sólo en el gusto del público, sino también en materia de taquilla, le daban cierta carta blanca que pocos, muy pocos realizadores tenían en aquellos tiempos.
Dirigió a Tom Cruise cuando el actor aún no había hecho Top Gun, a Meryl Streep y Kevin Bacon (Río salvaje), a Eminem en un corrosiva 8 Mile: Calle de ilusiones, a Michael Douglas, casi que descubrió a Tobey Maguire y Katie Holmes (Fin de semana de locos, en fin, esos títulos locales…).
En su obra maestra descubrió a Guy Pearce, a Russell Crowe, dio un rol estelar a Kevin Spacey, y Kim Basinger -que ganó un Oscar como actriz de reparto-, supo estar más sensual que en 9 semanas y media. Los Angeles: al desnudo tuvo la mala suerte de competir por el Oscar el mismo año que Titanic. Otra hubiera sido la historia del filme, y de seguro, el reconocimiento a su realizador, que así y todo alzó la estatuilla en el rubro Mejor Guión Adaptado.
Claro que no todo es para siempre, y las últimas realizaciones ya no eran tan puntillosas ni redondas. Pero ¿cuántos directores se mantienen incólumes al pasar la barrera de los 70 en los alrededores de Hollywood? Scorsese y ¿cuántos más? Mírenlo, hoy, a Coppola.
Hanson no estuvo en toda su carrera a la altura de estos dos genios. Hanson se va –“nos quedamos sin el suspenso”, me decía anoche un amigo- en tiempos en los que la sutileza, los vericuetos de las tramas parecen más cosas de la prehistoria que del Hollywood actual, donde se consume más, se traga y deglute y no se saborea.
CLARIN