14 Feb Argentina, entre los países más vulnerables al fraude informático
Por Ximena Casas
En las encuestas globales sobre fraude corporativo, la preocupación sobre el “cibercrimen” venían apareciendo como un tema frecuente entre las empresas de los países más desarrollados. Sin embargo, en los estudios más reciente comenzó a surgir como un tema importante también para las compañías del mercado local.
“El crecimiento que ha tenido esta preocupación en Latinoamérica ha sido exponencial en el último año. Y es la región donde los empresarios se sienten más vulnerables. Era una tendencia que veíamos en el primer mundo en ediciones anteriores pero que todavía en la región era algo menor porque siempre el principal punto es el robo de activos físicos”, explicó Juan Cruz Amirante, head office de Kroll, empresa global especializada en riesgos corporativos.
“En la Argentina dentro de cada industria hay diferentes niveles de gastos en cuanto a prevención de fraude. La industria financiera invierte mucho dinero porque continuamente tienen ataques externos como, por ejemplo, a los sistemas de homebanking y demás”,agregó el experto en seguridad informática.
En este tipo de industrias, el ejecutivo de Kroll agregó que “tenemos una cultura preventiva muy importante porque las consecuencias de ese tipo de fraudes son considerables. Pero después tenés otro tipo de industrias que de a poco han ido entendiendo que la información que le pueden robar también es muy significativa y cuantificable”.
Sin embargo, destacó que los empresarios argentinos, y también de la región, tienen una cultura de ser más “reactivos” que “preventivos” frente a estas cuestiones, a diferencia de lo que sucede en los mercados más desarrollados.
El fraude, el cibercrimen y los incidentes de seguridad son la “nueva normalidad” de las compañías en todo el mundo, según el último Informe Global sobre Fraudes y Riesgos de Kroll. A nivel global, los incidentes cibernéticos fueron aún más comunes, con un 85% de los ejecutivos encuestados que afirmaron que su empresa sufrió un incidente cibernético en los últimos 12 meses.
A pesar de las preocupaciones generalizadas sobre los ataques externos, la encuesta reveló que los perpetradores más comunes de fraude, cibercrímen e incidentes de seguridad son empleados actuales y antiguos de las compañías.
En la Argentina, el 86% de los ejecutivos consultados por la encuesta de Kroll reconoció que tuvo algún tipo de fraude, de activos físicos o cibercrimen, en el último año. “En algunos casos se trata de más de un incidente.
Los fraudes están a la orden del día y van desde el robo hormiga hasta los grandes desfalcos que se ven en los diarios”, señaló Amirante.
El ejecutivo de Kroll destacó además que las empresas locales pequeñas no suelen estar preparadas para afrontar ataques informáticos.
“El empresario pyme está todavía lejos de tener las barreras de ingreso que hoy tienen las multinacionales. No son licencias de programas baratos. Muchas empresas tercerizan y dan información que es muy sensible a la compañía”, agregó.
Entre los casos más frecuentes a nivel local destacó los clientes bancarios que cargan sus tarjetas de coordenadas en páginas similares a través de un e-mail que simula ser de su banco. Y también recordó el caso de una importante empresa de consumo masivo que el año pasado sufrió el robo de su base de datos de clientes. “No fue un empleado sino una firma de outsourcing que trabajó con ellos reemplazando a un empleado que estaba de licencia y tuvo acceso a esos datos”, detalló.
Aunque es difícil establecer una estadística de los costos originados por el fraude, organismos internacionales como la Association of Certified Fraud Examiners estiman que aproximadamente el 5% de las ventas de una compañía se pierden por culpa de diferentes tipos de fraudes.
EL CRONISTA