Plan desintoxicante

Plan desintoxicante

Por María Paula Bandera
Dietas, jugos, mascarillas, cremas y champús… todo detox; cada vez son más los productos que se venden bajo esta etiqueta, con la anhelada promesa de desintoxicar y purificar el organismo.
Claro, el auge se explica fácil: aquel que no tenga la necesidad de desintoxicarse, que tire la primera piedra. Es que la polución ambiental, la mala alimentación y la falta de descanso favorecen la acumulación de toxinas.
Es cierto que el cuerpo tiene sus propios recursos para eliminarlas; el hígado, los riñones, los pulmones y la piel se ocupan de hacerlo; pero “cuando hay excesos, el hígado se recarga, su papel de filtro detoxificante disminuye, y los demás órganos empiezan a padecer esa deficiencia”, explica Virginia Busnelli, médica especialista en nutrición.
Es en esa instancia que los productos y alimentos detox pueden ayudar. “Las comidas de fácil digestión y reducidas en grasas facilitan la limpieza metabólica. Además, hay alimentos que poseen micronutrientes que potencian a las enzimas cuya función es eliminar toxinas del cuerpo”, señala Busnelli. Las frutas y hortalizas son un buen ejemplo, ya que su aporte de fibras ayuda a liberar tóxicos y a limpiar el intestino.
Pero más allá de priorizar determinados alimentos o de seguir una dieta liviana, existen programas de desintoxicación en base a jugos de frutas y verduras prensadas en frío.
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Este sistema de depuración comenzó en Hollywood, donde varias celebrities, como Beyonce y Gwyneth Paltrow, se hicieron adeptas, y pronto se popularizó.
Las empresas que se dedican a la venta de estos jugos –en Argentina ya hay varias– promueven una alimentación líquida, es decir que durante el período que dure el detox, que puede ser entre uno y 21 días, está prohibido ingerir alimentos sólidos, sólo se permiten los jugos, el agua y algunas infusiones.
Para Busnelli, “estas dietas basadas únicamente en jugos procesados son peligrosas si no se realizan bajo consulta y control médico, ya que el cuerpo dejar de recibir los nutrientes esenciales para las actividades diarias”. Además, estas dietas restrictivas causan el famoso efecto rebote, según afirma Busnelli, “existe evidencia científica de que disminuir el aporte calórico no es detoxificante en absoluto y que son el mejor predictor de ganancia de peso a cuatro años”.
Cuestión de piel
Claro que la alimentación es tan sólo una herramienta más a la hora de desintoxicarse, también hay productos y tratamientos para órganos específicos, como la piel.
En ese caso, se busca “limpiar en profundidad, minimizar la apariencia de los poros dilatados, afinar la textura de la piel y prevenir la formación de radicales libres”, explica Natalia Brozzy, entrenadora de L’Occitane en Provence.
Para lograrlo, la industria cosmética utiliza determinados componentes, “hay cremas con tecnología anti contaminación y antioxidantes como la vitamina E, la vitam in aCy el caolín ”, señala Yanina Mayor, esteticista y entrenadora de Estée Lauder.
Lo más novedoso son las cremas antipolución que poseen activos capaces de crear una película en la piel para protegerla de la contaminación ambiental.
No se trata de acumular malas conductas y después tratar de solucionarlo con una mascarilla detox, “la clave está en el cuidado diario, una rutina básica de limpieza, una crema antiage y el uso de protector solar. Además, recomiendo que no se maquillen todos los días para que la piel pueda respirar”, señala la Dra. María José Pelli, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología.
Tampoco hay que descuidar otros aspectos, como advierte la Dra. Carolina Schneider, directora Médica de Libelle Estética: “La piel refleja la hidratación y nutrición interna del organismo, por eso trabajar sólo la superficie no sirve, hay que acompañar con mucha agua y una buena alimentación”.
Otra alternativa, muy utilizada en el exterior, es la ingesta de antioxidantes por vía oral para proteger la piel desde adentro, “da muy buenos resultados, pero hay que tomarlos bajo prescripción médica”, indica Pelli.
Es que más allá de lo que digan las etiquetas, sin un control adecuado, las pastillas y dietas detox pueden convertirse en lo opuesto.
LA NACION