25 Jan Padres primerizos, padres de manual
Por Fabiola Czubaj
Los estantes de las librerías están repletos de ejemplares de todos los tamaños y precios con los más diversos consejos para que los futuros padres hagan todo a la perfección cuando llegue el bebe.
Las instrucciones para organizarle el sueño, la comida y el baño; qué hacer si llora y hasta las nuevas tendencias en el uso del chupete aparecen explicadas, paso a paso, para criar un bebe tranquilo, feliz y hasta “amigable” con el medio ambiente.
Frente a semejante oferta, sin olvidar las revistas e Internet, muchas parejas que esperan a su primer hijo suelen devorar toneladas de información para que nada quede librado al azar. Ni siquiera a la experiencia de los futuros abuelos. Pero como lo acaba de demostrar un estudio, los más autoexigentes lo pasan peor.
“Según mi experiencia, las madres que han leído tanto suponen, con buenas intenciones, que así se podrán manejar mucho mejor en el período neonatal y no siempre es así. Esto les termina produciendo cierta frustración porque suelen ser mujeres preparadas intelectualmente, en muchos casos profesionales o con una cultura muy amplia. Pero, a diferencia de la información rígida de los libros, la experiencia con un hijo es única en cada pareja”, opinó el doctor José María Ceriani Cernadas, profesor asociado de pediatría del Instituto Universitario del Hospital Italiano y editor de la revista Archivos Argentinos de Pediatría, de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
En los últimos años, proliferaron los libros sobre el embarazo, la crianza y el desarrollo de los hijos. Sin embargo, los especialistas aseguran que la información necesaria para cuidar bien al bebe desde el alta de la maternidad cabe en unas pocas páginas. El consejo de los abuelos, por otra parte, queda cada vez más rezagado frente a la oferta de manuales de todo tipo.
Los libros más buscados para lograr consejos útiles son Concepción, embarazo y parto, de Miriam Stoppard, una médica británica especializada en salud femenina, también autora de Guía para el cuidado de tu hijo y otras versiones, como El nuevo libro del embarazo y nacimiento y El nuevo libro del cuidado de tu bebe. También entre los libros más populares entre las madres primerizas son los de la psicóloga argentina Laura Gutman, autora de una decena de títulos sobre maternidad y directora de una institución llamada Crianza. Sus libros más buscados son La maternidad y el encuentro con la propia sombra y Puerperios en el que plantea a grandes rasgos que el parto es una experiencia sexual y mística. También sugiere una mirada relajada de la crianza en los primeros meses. Pero la oferta va de los libros prácticos, con consejos, y otros más espirituales, para que los padres puedan sobrellevar ese momento tan especial y difícil.
En el Hospital Italiano, desde hace 35 años, se utiliza un pequeño manual de unas seis páginas. Y la SAP explica en dos qué hay que tener en cuenta cuando el bebe llega a casa, como el cuidado del cordón umbilical o el baño, entre otros. “Estamos sobrevalorando la información para criar a los hijos -opinó el doctor Carlos Velasco Suárez, del Departamento de Pediatría del Hospital Alemán-. Nuestras madres no tenían tanta información y se arreglaron bastante bien… Esta tendencia a sobreinformarse evidentemente tiene que ver con la inseguridad asociada con el ser padres y, también, a una seudoprofesionalización de la paternidad. Creo que todo esto también produce una sensación de frustración. Hay que confiar más en lo que cada uno puede hacer. La información para criar a un hijo debería ser un equilibrio entre la conversación con el médico, el conocimiento personal y la intuición femenina.”
Un estudio que acaba de adelantar en su versión online la revista Personality and Individual Differences demuestra por primera vez que querer ser padres perfectos no es bueno para los primerizos porque reduce la autoconfianza en la capacidad de criar al bebe, sobre todo en la mujer. En el padre, en tanto, esa búsqueda de la perfección genera estrés y ansiedad.
Este resultado es parte de un programa de largo plazo en los Estados Unidos para estudiar cómo las parejas se acomodan a la llegada del primer bebe. El equipo de la doctora Meghan Lee, de la Universidad Estadual de Ohio, estudió a 182 parejas participantes del Proyecto Nuevos Padres. En el último trimestre del embarazo, las parejas respondieron un cuestionario para medir cuánto les preocupaba lo que otros pensaban de sus habilidades para criar al bebe y cuán convencidos estaban ellos de que podían cuidar bien del bebe.
A los tres meses del parto, las mujeres más preocupadas por el qué dirán tendían a sentir menos seguridad y confianza en sus habilidades para la maternidad. Los hombres, en cambio, sentían más tensión por la flamante responsabilidad.
“Si una persona piensa que tiene que ser perfecta debido a la presión del entorno, eso afectará la adaptación al nuevo papel que cumple. En cambio, si traslada esa exigencia a sí misma, obtendrá algunos beneficios al principio, pero no de manera universal”, comentó la doctora Lee a través de un comunicado de la universidad.
En los Estados Unidos como quizás en ningún otro país, proliferan los videos, los libros y las revistas que prometen transformar a quien lo lea en un padre o una madre de manual. ¿Cuántas horas tiene que dormir el bebe? ¿El chupete es bueno o malo para las encías? Si llora, ¿hay que calmarlo o dejarlo hasta que se canse? Para Cernadas Ceriani, poder discernir los beneficios o los eventuales perjuicios de toda esa información no es fácil. “La transmisión oral sigue siendo, a mi juicio y desde la medicina, más importante que lo escrito -dijo-. Habría que preguntarse si frente a la medicina de hoy, tan devaluada y tan apurada, algunos padres no van a las librerías y a Internet a buscar lo que no encuentran en el consultorio.” La trilogía de grandes temas es “dormir, comer y llorar”.
Desde aquel polémico Duérmete, niño, de Estivill Eduard y Sylvia de Béjar, un libro que se hizo muy conocido por su método de “mano dura” o “tolerancia cero” en el llanto del niño para lograr que duerma bien, la literatura avanza por sobre los consejos familiares y los médicos.
LA NACION