Julieta Magaña: la chica de la tele y la primera novia

Julieta Magaña: la chica de la tele y la primera novia

Por Pablo Gorlero
Fue la “primera novia” de muchos chiquitos que la mirábamos por Canal 13 cuando era “La chica de la tele”. Era simpática, bailaba “como los grandes”, les metía rock a sus canciones y nos hacía jugar en serio. Julieta Magaña, la reina de la televisión infantil, murió ayer, a unos imperceptibles 70 años, luego de luchar contra un cáncer de pulmón que le descubrieron el año pasado.
Las letras de sus canciones (en su mayoría compuestas con Tulio De Rose) quedaron grabadas en la memoria de muchos de los chicos que seguían sus programas televisivos y, a su vez, fueron transmitidas de generación en generación en los hogares, jardines de infantes y colegios. Basta sólo mencionar “La batalla del movimiento”, que fue el segundo disco simple infantil entre los más vendidos de la década del 70, persistió en los primeros años de los 80 y fue grabado por otros consagrados artistas. Además, algunas de sus canciones más reconocidas son: “Con mi burrito de vacaciones”, “Éste es mi mundo”, “Hola, Julieta”, “La coneja Micaela”, “La chica de la tele”, “Canción de las esdrújulas”, “Julieta en colores” y “Llegó el verano”.
Julieta era actriz (hija de Ángel Magaña y Nury Montsé), pero se destacó principalmente como animadora de programas infantiles. Fue maestra jardinera hasta que se presentó a un casting en Canal 13. Allí buscaban a una joven que pudiera conducir un programa para niños, en 1974. Fue la elegida y aquel ciclo, Éste es mi mundo, fue un gran éxito de tres temporadas que la condujo a la fama. Aquel suceso la llevó a liderar su propio show: Hola, Julieta, también por el mismo canal, hasta 1980. El programa tuvo un éxito histórico para su género, que devino en giras teatrales en todo el país, principalmente en la costa atlántica en épocas estivales y en Buenos Aires durante las vacaciones de invierno.
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Otros ciclos que la tuvieron como primera figura fueron la comedia Hola, Julieta, habla papá (Canal 13) -con su padre, Ángel Magaña- y Hola, Julieta, hola (Canal 9), programa en el que todos sus videoclips fueron grabados en la discoteca New York City. Grabó ocho discos en total: Hola, Julieta (1976), Julieta en colores (1976), Mundialmente Julieta (1977), A mamá con cariño (1977), Ida y vuelta con Julieta (1978), La discoteca de Julieta (1981), La batalla del movimiento 99 (1999) y Hola Julieta (2006). También grabó la cortina del ciclo Papá solo, protagonizado por su padre, y fue la conductora del ciclo Cine argentino, que el canal de cable TVA emitió entre 1994 y 1996. A su vez, participó como actriz en el ciclo de unitarios Un cortado, historias de café.
Antes de su debut televisivo había trabajado como actriz en la película Andrea, dirigida por Carlos Rinaldi, con su padre, Raúl Aubel y Andrea del Boca. También participó en films como Superagentes y titanes (1983), Vendado y frío (1999) y Los tres berretines (2007).
El escenario prácticamente la convocó sólo para sus shows infantiles y hasta llegó a llenar estadios. Hasta que en 2009 el director José María Muscari la citó para su obra Escoria, en la que realizó un gran trabajo durante dos temporadas. Posteriormente formó parte de espectáculos como Anastasia, Fama infame y Chamaco a la Magaña. Su regreso a la música fue en 2006 con el CD Hola Julieta, que, a diferencia del primer larga duración del mismo nombre, es un compilado de sus canciones más populares, en nuevas grabaciones y con versiones en karaoke de cada una de ellas.
Es difícil escribir una crónica como ésta sobre alguien que fue parte de la infancia propia. Con los años conocí a Julieta gracias a esta profesión y confirmé que era tan genuina como se la veía en televisión con ojos de niño. Amaba a su familia y siempre tenía una sonrisa auténtica y enorme para regalarle a quien, por la calle, volviera a decirle “Hola, Julieta”. Y no le esquivaba al abrazo fuerte, a esos que dan agradecimiento y cariño real. “Mis chicos de antes”, les decía a aquellos hoy cuarentones o cincuentones que seguíamos mirándola con admiración. Gracias por las risas, gracias por las canciones, gracias por la infancia feliz. Se va a extrañar mucho a Julieta Magaña.
LA NACION