14 Jan 10 lugares que darán que hablar
Por Sebastián Montalva y Ana Callejas
1 Imsouane, Marruecos. SECRETO DE SURFISTAS
En la costa occidental de Marruecos, Imsouane es como un oasis de calma frente al incesante bullicio de ciudades como Essaouira, el punto de partida común para venir hasta aquí: de hecho, lo más fácil es tomar un ómnibus desde esa ciudad hasta Tamanar, y luego un taxi. Antiguo puerto pesquero, y enmarcado por un paisaje desértico, en Imsouane están las mejores olas del país y, por lo mismo, todo gira en torno del surf y la vida del mar. Los visitantes más comunes son europeos de 25 a 29 años que suelen instalarse aquí de 4 a 5 meses sólo para surfear. En el pueblo hay un puñado de casas, muchos botes anclados, tiendas para arrendar equipos, un par de bares-restaurantes y supermercados chicos. Lo que sí destacan son picadas cerca de la playa, con muy buenos desayunos y pescados, y donde todos terminan conociéndose, surfistas, locales y turistas de paso. Para quedarse también hay hostales, supersimples, y otros algo más sofisticados como Kahina (KahinaSurfSchool.com), que tiene tarifas de 36 euros por noche, con comidas y programas de surf que incluyen cinco clases y equipos, por 110 euros. Más información: VisitMorocco.com
2 Boracay, Filipinas. LA (OTRA) PLAYA
Si hace unas décadas eran sitios como Kho Phi Phi, en Tailandia -donde se rodó la película La Playa, con DiCaprio-, ahora las nuevas franjas de arena blanca y agua turquesa están en Filipinas, específicamente en islas como Boracay, un pequeño paraíso tropical situado a 45 minutos de vuelo desde Manila. Claro que hay que apurarse, porque la fama está y sigue creciendo: en 2013, de hecho, la revista Travel+Leisure la puso en el segundo lugar de su ranking de mejores islas del mundo, y luego el popular blog de viajes Just One Way Ticket publicó un comentado artículo sobre cómo veranear aquí por solo 23 dólares al día, con todo incluido. ¿Los consejos de ese blog? Además de evitar la temporada alta (va de noviembre a junio), elegir siempre para quedarse los alojamientos manejados por familias locales (hay muchos y son más baratos) y los ubicados en el sector de la playa llamado Station 3, como The Orchids (OrchidsBoracay.com), considerado por TripAdvisor entre los 25 mejores hoteles baratos de Filipinas. Más información: ItsMoreFuninthePhilippines.com
3 Queenstown, Nueva Zelanda. PURA ADRENALINA
Capital mundial del turismo aventura, la guía Lonely Planet dice de Queenstown, en la isla del sur de Nueva Zelanda, que aquí hay tantas cosas para hacer que nadie podrá decir: Estoy aburrido. El menú es amplio: el dato dice que hay 220 actividades distintas para elegir, entre ellas, saltos bungy sobre el río Kawarau, trekking en el cercano Parque Nacional Fiordland, viajes temáticos inspirados en las locaciones de El Señor de los Anillos, etcétera.
Situada a orillas del lago Wakatipu, Queenstown es verde y silenciosa (las calles no tienen pozos, no hay micros ni grandes camiones echando humo), pero no por eso falta de energía: su vida nocturna es una de las más animadas del país, sobre todo gracias a la gran cantidad de mochileros, estudiantes y participantes de la famosa visa Working Holiday que se dan cita en verano e invierno en populares bares como Skybar (26 Camp Street), que suele tener DJ en vivo, o el Atlas Beer Café (Steamer Wharf, 88 Beach Street), que se autopromociona como el hogar de la cerveza artesanal de Queenstown con buena razón: hay 11 variedades. Más información: Queenstownnz.co.nz
4 Nicaragua. LA NUEVA CENTROAMÉRICA
Tras años de guerra civil -que terminó en 1990-, Nicaragua ha vuelto a la estabilidad, al punto de ser hoy -según consignó hace poco un artículo de la revista Condé Nast Traveler- uno de los países más seguros de Centroamérica. El turismo ha sido clave en este despegue, sobre todo gracias a los jóvenes mochileros que viajaron en los momentos difíciles y que lo siguen haciendo, estadounidenses y europeos en su mayoría, que añaden este país a su ruta que comienza en Guatemala.
Si bien la oferta en Nicaragua se ha vuelto más sofisticada, hay sitios que continúan atrayendo a viajeros jóvenes de edad (y de espíritu), como las playas de San Juan del Sur, en la frontera con Costa Rica, que reúne a mochileros, surfistas, expatriados y locales, y que algunas webs de viaje definen, además, como una “playa de fiestas” (ojo con el hostal Pachamama, epicentro de celebraciones: Facebook.com/hostelpachamama); o la ciudad de Granada, en el interior del país, que la misma Condé Nast ha anunciado como “la próxima Cartagena de Indias” por su bien conservada arquitectura colonial. Más información: VisitaNicaragua.com
5 Hvar, Croacia. FIESTA EN EL ADRIÁTICO
Bañada por las transparentes aguas del Adriático, Hvar tiene una serie de pequeños pueblos construidos en piedra, extensos campos de lavanda y una agradable costanera peatonal donde se alinean bares y restaurantes. Si bien hay hoteles, el consejo es alojarse en casas locales, que arriendan habitaciones en la parte alta del pueblo y a precios más económicos. Para fiestas hay un lugar muy comentado: Carpe Diem (Carpe-diem-beach.com), un club de playa ubicado en una pequeña isla donde se hacen taquilleras fiestas electrónicas que duran hasta el amanecer. Incluso cuentan con taxi boat propio que lleva a los pasajeros de noche desde Hvar. Más información: Croatia.hr
6 Valizas,Uruguay. ENCANTO LOCAL
Mucho menos conocidas en Uruguay que las playas de Punta del Este, las del vecino departamento de Rocha, frontera con Brasil, son favoritas entre las propias familias locales por su bajo perfil y encantos. Hay estilos para elegir: está la famosa y muy hippie Cabo Polonio, la algo más desarrollada Punta del Diablo, la elegante La Pedrera… o la simple y quitada de bulla Valizas. Desde hace unos años es la playa que se dice que está por venir. Y así es: hasta hoy, Valizas sigue siendo un puñado de casas, una playa larga, dunas, un par de restaurantes de pescados y mariscos (como La Proa), una pizzería con horno de leña y música en vivo (Lo del Cholo) y poco más. Para quedarse están esas mismas casas que se arriendan, algunas cabañas en ranchos sin luz ni agua potable y campings bien tenidos, como Amaranto (tel: 598/99 641 975). Todo esencialmente rústico y barato. Más información: PortaldeValizas.com.uy
7 La Junta, Chile. EL FAVORITO
Los escaladores extranjeros han sido responsables de poner a La Junta -la puerta de entrada a las paredes de granito del valle de Cochamó, no confundir con La Junta de Aysén-como uno de los destinos más famosos del sur de Chile sobre todo entre jóvenes mochileros. Según cifras de la municipalidad de Cochamó, hace tres años aquí llegaban unos cinco mil visitantes por temporada, mientras que ahora llegan más de once mil. Enero y febrero es la época pico, cuando los campings están en su máxima capacidad y las fiestas en algunos lugares son hasta la madrugada. Así que, por lo mismo, el consejo es evitar esos meses para disfrutar realmente de la salvaje naturaleza de este lugar (a menos que busque precisamente algo de fiesta), que incluye -además de las paredes- ríos, lagos, cascadas y bosques exuberantes. A La Junta sólo se puede llegar a pie desde el pueblo mismo de Cochamó, caminando 13 kilómetros (cinco horas) por un sendero público que va hasta Argentina, donde está el histórico Paso El León, usado desde hace más de un siglo por arrieros y pobladores de la zona. Más información: Cochamo.com
8 Nashville, Estados Unidos. LA CIUDAD DE LA MÚSICA
Hogar en Estados Unidos de estrellas del rock como Jack White y los Black Keys, la capital del estado de Tennessee se ha convertido también en el sitio favorito para vivir entre los jóvenes (una buena forma de familiarizarse con esta ciudad es ver el capítulo Nashville the Master of None, donde los protagonistas de la serie de Netflix se escapan de Nueva York por un fin de semana para recorrer esta ciudad). Desde la última recesión americana, Nashville está atrayendo a la generación millennial por su rápido repunte económico (fue la sexta urbe con mayor crecimiento de empleo en 2014).
Fuera de eso, esta ciudad es un sitio donde la música juega un papel fundamental, con varios bares de country, blues y rock, la mayor fábrica de vinilos, y el cada vez más notorio festival Bonnaroo. Creado en 2002, este evento se realiza en las afueras de Nashville, y durante cuatro días congrega 150 performances musicales, además de actos de comedia, presentaciones fílmicas y talleres ecológicos. La próxima edición se realizará entre el 9 y 12 de junio. Más información: VisitMusicCity.com
9 Coroico, Bolivia. LA MECA MOCHILERA
Una buena y una mala. La fama de esta localidad de Bolivia ha aumentado en los últimos años, potenciada por ser la puerta de entrada a la región de los Yungas, el trópico boliviano. Pero, también, es reconocida por el inquietante camino que hay que cruzar para llegar hasta este pueblo, apodado, sin ironías, como la Carretera de la Muerte. Tras varios fatales accidentes de tránsito, el camino adquirió una fama épica y atrae constantemente a los viajeros más aventureros. Coroico, el eje de los Yungas, compensa esto con alojamientos que no superan los 30 dólares por noche, y un espíritu de relajo que lo hace clave como destino mochilero.
Estas características se extienden por todo Bolivia (un dato más: este país es tan conveniente que hoteles calificados de 5 estrellas, como El Alto, en La Paz, no cuestan más de 75 dólares por noche). Por lo mismo, la recomendación es recorrer: se puede pasar del salar de Uyuni a Cochabamba, Santa Cruz, el Titicaca y la selva sin más dramas que la a veces larga espera de los buses interurbanos. Más información: Bolivia.Travel
10 Hikkaduwa, Sri Lanka. REGGAE ASIÁTICO
Tras 27 años de guerra civil (terminó en 2009), hoy Sri Lanka asoma cada más fuerte en el mapa de los viajeros que buscan nuevas fronteras, más allá del clásico viaje a India. A una hora de Colombo, su capital, el área de Hikkaduwa puede ser una buena introducción al país, por su variedad de playas, como la propia Hikkaduwa, o Unawatuna (unos cuarenta minutos al sur), que atrae a surfistas y mochileros y cuenta con buenos hostales, bares donde lo usual es oír reggae y las olas que se forman desde noviembre a abril.
Lo ideal es ir en diciembre, cuando las tortugas llegan a anidar a las blancas arenas de esta parte de Sri Lanka. En Hikkaduwa, el hotel Top Secret (Srilanka-holiday.info) es uno de los lugares más famosos para absorber el estilo de esta playa, con sus cabañas frente al mar, Bob Marley sonando siempre y una serie de hamacas perfectas para relajarse frente al mar. Más info: SriLanka.Travel.
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