05 Dec Trump en The New York Times: “No creo que estemos para hacer viables a otras naciones”
En una entrevista con el diario The New York Times, Donald Trump volvió este martes sobre una de las pocas ideas que no ha cambiado desde sus días de campaña: el aislacionismo económico y militar de los Estados Unidos. En las oficinas de Manhattan del diario, sus principales editores y cronistas políticos hablaron con el presidente electo sobre política exterior, economía y cambio climático, entre otros temas. A continuación, un extracto de la conversación.
– ¿ Qué rol cree que debe ocupar EE.UU. en el mundo?
– No creo que estemos para hacer viables a otras naciones. Eso ya lo intentamos… Ir a Irak fue uno de los grandes errores en la historia de nuestro país. Nos fuimos mal de Irak y un montón de cosas malas ocurrieron, entre ellas, la creación del ISIS. Debimos haber salido de otra manera.
– ¿Con la OTAN? ¿Rusia?
– Entrar en Irak fue un error terrible. En Siria tenemos que resolver el problema, porque (si no) vamos a seguir luchando para siempre. Mi opinión sobre Siria es diferente a la del resto del mundo. Bueno, no de todo el mundo, pero sí de mucha gente (…) Han muerto miles de personas, ¿ok? Yo creo que es una pena. Idealmente, podemos llegar a hacer algo sobre Siria. Hablé con Putin, como saben. Me llamó…
– ¿Cómo ve la relación con Rusia?
– Todo el mundo me llamó, todos los principales líderes del mundo, y con la mayoría hablé.
– ¿Hará borrón y cuenta nueva con Rusia?
-Después de lo que ha pasado, yo no salió en la campaña eso de que Donald Trump ama a Putin y Putin ama a Donald Trump, yo dije, y lo hice frente a miles de personas, ‘¿acaso no sería bueno que nos llevásemos bien con Rusia? ¿Acaso no estaría bien que tratáramos de terminar con el ISIS juntos?’
-Gobernará con un Congreso liderado por republicanos muy diferentes a usted, ¿tiene miedo de que dentro de tres años sus votantes en el cinturón industrial se quejen de que gobernó como Paul Ryan y no como Trump?
-Lo más importante para mí es ocuparme de esa gente que ha demostrado amar a Donald Trump y no a los profesionales de la política (…) Son gente muy enojada. Son inteligentes, trabajan duro, y están enojados. Yo los llamo los hombres y mujeres olvidados. Lo digo en mis discursos: los olvidados, los olvidados totalmente. Y vamos a traer los trabajos de vuelta, a lo grande. Ya hablé con un montón de empresas y les dije que no hicieran planes de llevarse la producción a otro lado. Si mudan la empresa, luego no van a poder vendernos sus productos, ¿acaso creen que van a poder venderlos y atravesar la frontera fuerte que vamos a tener?
-¿No le preocupa que esas empresas mantengan sus plantas en EE.UU. pero reemplacen a los empleados con robots?
– Lo van hacer y nosotros vamos a fa-
Reducir las regulaciones es más importante y tiene incluso más apoyo que las grandes rebajas de impuestos”
bricar los robots (risas). Va a ser grande. Vamos a fabricar los robots también. Ahora mismo no lo estamos haciendo. No fabricamos nada. La robótica se está convirtiendo en algo muy grande y vamos a estar en eso (…) Ayer tuve el honor de recibir un llamado de Bill Gates. Tuvimos una conversación muy interesante. Tim Cook, de Apple, también me llamó. Le dije ‘Tim, un gran logro para mí va a ser que Apple construya una gran planta en EE.UU., o muchas plantas en EE.UU.; que hagan sus productos acá en vez de irse a China, a Vietnam, o a los lugares donde van’. Le dije: ’Creo que van a estar los incentivos para que lo hagan, nosotros queremos una gran rebaja impositiva para las corporaciones, y eso les va a poner contentos’. Queremos una gran rebaja de impuestos y sacarnos de encima las regulaciones. Las regulaciones lo están haciendo imposible. Tanto si eres liberal como conservador, podría mostrarte regulaciones que para cualquiera son ridículas. Las empresas ni siquiera pueden arrancar. No pueden expandirse, se están asfixiando. (…) Tenemos empresas yéndose del país porque los impuestos son demasiado altos. Pero también se están yendo por las regulaciones. Antes no se me habría ocurrido pensarlo así pero reducir las regulaciones es más importante y tiene incluso más apoyo que las grandes rebajas impositivas.
-¿Desarrollar infraestructura va a ser prioritario en sus primeros años?
-No lo principal pero sí un factor importante, además de los impuestos, de las regulaciones y del reemplazo del programa de atención sanitaria. La gente está pagando aumentos de 100% y no está recibiendo nada (…) Están pagando todo este dinero y ni siquiera reciben atención sanitaria. Así que son un montón de cosas pero sí, la infraestructura va a ser una de ellas.
– La infraestructura es importante para los empleos, ¿no?
– No creo que sea tan importante para eso. Va a impactar en el trabajo, sí, pero creo que estoy haciendo otras cosas más relevantes que la infraestructura para eso, aunque la infraestructura también forme parte. Estamos hablando de una cuenta muy grande en infraestructura, algo que no es demasiado republicano, aunque, honestamente, yo no lo sabía.
– A Franklin Roosevelt le funcionó…
– Pero no a (Barack) Obama porque desgraciadamente no gastó en infraestructura en la última etapa. Gastaron en un montón de otras cosas pero nadie ha podido saber dónde fue el dinero de los últimos años. Nosotros vamos a asegurarnos de invertir en infraestructura y en rutas y autopistas. Tengo un amigo transportista, uno de los más importantes, que compra unos camiones increíbles, los mejores. No voy a decir la marca pero es conocida como la Rolls Royce de los camiones. Mi amigo me llama hace unos dos meses y me dice: ‘Voy a comprar los camiones más baratos que haya en el mercado’. Le pregunto por qué y me dice: ‘Mis camiones vienen de Nueva York a California y vuelven hechos polvo. Las autopistas están en un estado lamentable y se la pasan pisando baches, golpeándose por todos lados’. Me dijo: ‘No pienso volver a comprar estos camiones, voy a buscar los más baratos y con las cubiertas más duras que haya’. Esa es exactamente la frase que empleó: ‘Los camiones más baratos y las cubiertas más duras’. – ¿Qué dijeron los republicanos del congreso Mitch McConnell y Paul Ryan cuando usted anunció “un plan de infraestructuras de varios miles de millones de dólares”? ¿Opusieron alguna resistencia? – La verdad, ahora mismo…
– Billones, billones de dólares creo que era la cifra…
– Ya veremos. Ahora mismo ellos están enamorados de mí, ¿ok? Hace cuatro semanas no estaban enamo-
rados de mí.
– Da la impresión de que se siente usted muy cómodo con su nueva posición.
– Me siento cómodo. Me siento cómodo. Estoy intimidado por el cargo, como lo estaría cualquiera, pero honestamente, me siento cómodo. Sería un gran logro para mí regresar a este diario dentro de uno o dos años y escucharlos decir: ‘Hizo un gran trabajo’.
– Tras su encuentro con Obama, el presidente dijo que parecía usted abrumado …
– Tuve un gran encuentro con el presidente Obama. No habíamos coincidido antes. De verdad me gustó mucho. Se suponía que la reunión iba a durar 10 o 15 minutos como máximo, porque fuera había mucha gente esperándonos a los dos, pero terminó llevando casi una hora y media. Hubo mucha química. Si él dijo que yo parecía agobiado, no creo que lo haya hecho con mala intención. Habrá querido decir que el trabajo es muy abrumador. Pero yo no estoy agobiado. Obama dijo cosas muy lindas tras nuestra reunión y yo dije cosas muy lindas de él. De verdad me gustó mucho el encuentro. – ¿De qué hablaron? – Me dijo cuáles pensaba que eran los principales problemas del país. No creo que esté bien que yo lo revele ahora, aunque no me importa si lo hace él. Pero de hecho me sorprendió un poco.
– ¿Cree que la actividad humana está relacionada con el calentamiento?
– Creo que hay cierta conexión. Alguna, algo. Lo importante es cuánto.
Obama dijo cosas muy lindas tras nuestra reunión y yo dije cosas muy lindas de él. De verdad me gustó mucho el encuentro.
También importa saber cuánto va a costarle a nuestras empresas. Hay que entender que ahora mismo nuestras empresas no son competitivas. Hace unas cuatro semanas comencé a añadir una frase a mis discursos: que habíamos perdido 70.000 fábricas desde (George) W. Bush. La primera vez que vi el número pensé que era un error tipográfico. Me dije: ‘No pueden ser 70.000 ni siquiera había 70.000 fábricas acá’. Pero no era un error de tipeo. Era verdad. Hemos perdido 70.000 plantas. Ya no somos una nación competitiva. Muchos de estos países con los que hacemos negocios firman acuerdos con nuestro presidente, o con quien sea, y luego no respetan esos tratados. Y es mucho menos caro para sus empresas fabricar. Estaré mirando todo eso con mucha atención, y tendré una opinión muy fuerte al respecto. Y creo que mis opiniones son escuchadas, especialmente entre la gente que no cree en ellas. Ya les contaremos.
THE NEW YORK TIMES /CLARIN