Sólo para magnates: el gabinete de Trump será el más rico de la historia

Sólo para magnates: el gabinete de Trump será el más rico de la historia

El hombre que promete devolver la grandeza de la desilusionada clase media norteamericana, que lo votó por sus críticas al sistema y a las elites, no será el único multimillonario del próximo gobierno. Con las designaciones anunciadas para el gabinete que entrará en funciones el próximo 20 de enero, la administración de Donald Trump será la más rica de la historia del país.
Poderoso desarrollador inmobiliario, Trump podría afianzar esta característica de sus colaboradores si elige a Mitt Romney como jefe de la diplomacia. Con una fortuna personal de 230 millones de dólares, Romney tiene lo necesario para codearse con los demás magnates que entrarán de la mano del neoyorquino a la Casa Blanca.
Si el gobierno de George W. Bush fue bautizado en 2001 como “el equipo de los millonarios” por una riqueza conjunta de 250 millones de dólares, la cifra es sólo una décima parte de la fortuna de Wilbur Ross, designado secretario de Comercio, con un patrimonio de 2500 millones de dólares.
Junto con Ross entrarán al gobierno otras máquinas de hacer dinero como Betsy DeVos, futura ministra de Educación y mujer del hijo del fundador del gigante del marketing Amway, heredero de una fortuna de 5100 millones de dólares. O Elaine Chao, próxima ministra de Transporte e hija del magnate del transporte marítimo James Chao, con ingresos estimados en varias decenas de millones de dólares. Y también Steven Mnuchin, dueño de un fondo de inversiones y con una fortuna personal de 40 millones de dólares.
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Entre las próximas designaciones podrían incorporarse Romney y otros millonarios, como Harold Mamm, candidato a secretario de Energía, o Andrew Puzder, mencionado como secretario de Trabajo y actual director del conglomerado de restaurantes CKE.
Fuera de este ranking de fortunas, Trump sorprendió ayer con el anuncio como futuro secretario de Defensa del general retirado James Mattis, a quien calificó durante un acto en Cincinnati como “uno de los mejores generales”.
Conocido por su estilo duro y directo, que le valió el sobrenombre de “Perro Loco”, Mattis combatió en Irak y Afganistán. Fue comandante de batallón en la primera guerra del Golfo, comandó una fuerza de tareas en Afganistán y estuvo al frente de una división de infantería durante la invasión norteamericana de 2003 en Irak.
En los últimos años se convirtió en un crítico de la estrategia de Barack Obama en Irak y Afganistán, y de su política de lucha contra el terrorismo. También ha sido un fuerte opositor del acuerdo nuclear alcanzado con el gobierno de Irán, uno de los legados más preciados por Obama de su política exterior.
Mattis se dio a conocer públicamente por los polémicos comentarios sobre su estada en Afganistán, cuando la guerra aún estaba en curso. “Uno va a Afganistán y se encuentra con tipos que andan abofeteando a las mujeres porque no usan el velo. Son tipos que perdieron toda hombría. Y sí, es muy divertido dispararles. De hecho es muy divertido combatir, es tremendo”, sostuvo el militar.
Para ser confirmado por el Senado necesitará, sin embargo, un permiso especial, porque existe una ley que establece que el jefe del Pentágono debe haber dejado la carrera militar hace al menos siete años, y Mattis se retiró en 2013.
LA NACION