Golpe a la homeopatía: en EE.UU., las drogas deberán advertir que no tienen efecto

Golpe a la homeopatía: en EE.UU., las drogas deberán advertir que no tienen efecto

Por Rosario Medina
La homeopatía y su base científica volvieron a quedar en el eje de la polémica. La Comisión Federal de Comercio (CFC) de los Estados Unidos lanzó una resolución en la que establece que las drogas homeopáticas de venta libre deberán contar con un etiquetado que no deje lugar a engaños. Esto es, si dice que es para curar la tos, debe estar probado científicamente que eso es lo que hace.
Según la CFC, “la inmensa mayoría de las indicaciones que vienen en los productos homeopáticos “no están basadas en métodos científicos modernos y no son aceptadas por expertos médicos actuales”. La agencia gubernamental estadounidense recuerda que la homeopatía se basa en dosis ínfimas, súper diluidas en agua, de sustancias que generan síntomas similares a los de la enfermedad que se pretende curar. De ahí la dificultad para lograr un respaldo científico que las avale. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) también está revisando su política sobre los productos homeopáticos, según confirmó su portavoz, Theresa Eisenman. Desde 1988, estos preparados se fabrican y distribuyen sin el examen previo de la FDA, que sí es requerido para las drogas alopáticas o tradicionales.
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En la Argentina, aunque la homeopatía está ampliamente difundida, no existen medicamentos homeopáticos de venta libre. Tampoco hay laboratorios que los produzcan. Esa tarea queda exclusivamente en manos de los farmacéuticos que tienen autoridad legal para prepararlos a partir de las indicaciones del médico. “En nuestro país hay una regulación mínima del Ministerio de Salud. Los productos homeopáticos no son considerados medicamentos, pero tampoco entran en ninguna otra categoría”, explica el médico José Eizayaga, director del Departamento de Homeopatía de la Universidad Maimónides. “Según la Ley de Medicamentos, para serlo tienen que poder dosarse los principios activos según la dosificación que indica su etiqueta. En los productos homeopáticos no se pueden dosar los principios activos, por lo que queda por fuera de la ley, porque no se puede cumplir con ese requisito”, añade Eizayaga. Por eso tampoco en la Argentina los productos homeopáticos son controlados por la ANMAT.
En el país hay cerca de 2.000 homeópatas diplomados, cuyo título no tiene reconocimiento oficial, más allá de que cada vez más profesionales recomiendan sus tratamientos como un complemento para la medicina clásica. “La homeopatía tiene mucha tradición de enseñanza y de práctica. Aunque no hay estadísticas, uno sabe que hay mercado, sobre todo entre la clase media y clase acomodada, que son quienes pueden pagarlo”, explica a Clarín la socióloga Betina Freidin, investigadora del Conicet en el Instituto Gino Germani, que investiga la aplicación y uso de medicinas alternativas, como la acupuntura o la homeopatía. En ese sentido, Freidin observa que “es paradójico que exista una regulación de cómo deben prepararse los medicamentos, pero no hay ninguna ley que establezca criterios claros sobre quiénes pueden ejercerla”.
Se estima que unas 300 mil argentinos recurren a la homeopatía. “Los pacientes no están conformes con la medicina tradicional, donde no se los trata como personas sino como una enfermedad. Los médicos no se fijan en los factores desencadenantes”, asegura Angel Yahbes, presidente de la Asociación Médica Homeopática Argentina. Yahbes apela a los resultados como argumento: “Los pacientes se curan: si no funcionara no tendríamos pacientes”. Según el médico, lo que separa a la medicina tradicional de la homeopatía es que “son diferentes enfoques. Para la medicina clásica hay un paciente con un problema que tiene que resolver. Lo saca de esa crisis y para ellos ya se curó. Para nosotros eso no es suficiente, también tiene que mejorar desde el punto de vista físico y mental. La homeopatía es una medicina integral”.
Para el especialista, el error más grande de la medicina clásica es no indagar sobre “traumas o cuestiones vinculadas a otros aspectos” y da un ejemplo: “Hoy en día se medica a una persona que está pasando un duelo, porque está triste”.
Los homeópatas, sin embargo, aclaran que el hecho de haberse volcado a esta rama, no los exime de recurrir a la medicina alopática. “Si es necesario, recetamos un antibiótico o un corticoide. Pero es una excepción”, concluye Yahbes.
CLARIN