02 Dec Emocionante adiós en Medellín a los rivales que nunca van a olvidar
En el estadio Atanasio Girardot, ahí donde anoche debieron jugar la final de la Copa Sudamericana Atlético Nacional y Chapecoense, el duelo se apoderó de la escena.
Fue conmovedor ver a las tribunas colmadas como si 22 jugadores se disputaran la gloria. Anoche, en Medellín, se jugó el partido más triste de la historia. Todo un pueblo, que representó al mundo entero, se juntó a despedir a las 71 personas fallecidas en el accidente del lunes por la noche. Otra postal también generó lágrimas múltiples: en las afueras del Girardot, otras 50 mil personas se acercaron a regalarle el último adiós a los jugadores del elenco brasileño.
Se soltaron 71 palomas blancas para recordar a los fallecidos.
Fue el primer golpe al corazón de los muchos que se iban a suceder en la histórica noche de Medellín.
Todo los amantes del fútbol, conmovidos por la tragedia, pusieron sus ojos en el Girardot. Y también sus sentimientos. Nadie puede estar ajeno a ese dolor que se sufre fuerte en los familiares de los muertos pero que se extiende para todos. “Son momentos de mucha tristeza para las familias, para nosotros los brasileños y las expresiones de solidaridad que aquí encontramos, como las de ustedes, de los hinchas y los ciudadanos, nos ofrecen un grado de consuelo inmenso, una luz en la oscuridad, cuando todos estamos intentando comprender lo incomprensible”, le explicó a la multitud José Serra,ministro de Relaciones Exteriores de Brasil. Y completó: “Los brasileños no olvidaremos jamás la forma como los colombianos sintieron como suyo el terrible desastre”.
El titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez, también se hizo presente para la despedida. “Estamos para apoyar en la Confederación Sudamericana de Fútbol y estamos agradecidos con el pueblo antioqueño y la sociedad colombiana.
Estuve en Medellín y me conmovió la dedicación y solidaridad de esta gran ciudad y país. Agradezco a todas las autoridades que trabajaron en las labores de búsqueda y reconocer las tareas de los socorristas.
Todos ellos son unos héroes”, explicó desde un comunicado el titular de la Conmebol.
Las imágenes no mentían: el dolor estaba ahí en cada una de las caras.
La conmoción que produjo el accidente tiene pocos precedentes: generó una empatía total. Los pésames de Diego Maradona, Lionel Messi y todos los deportistas estelares del planeta son un símbolo de esa empatía. Y anoche, todos los deportistas estuvieron representados por los futbolistas de Atlético Medellín: ingresaron al campo de juego con un ramo de flores cada uno. “Siempre van a permanecer en nuestros recuerdos y en nuestros corazones”, soltó para la ovación el entrenador Reinaldo Rueda. Y amplió: “Esperamos que las familias tengan fortaleza. Latinoamérica y el mundo entero están de luto, vamos a extrañarlos”. Vale recordar que el equipo colombiano pidió que se le otorgue el título de campeón sudamericano a Chapecoense.
El homenaje siguió con la palabra de la máxima autoridad de Medellín, Federico Gutiérrez. “Esto que estamos viviendo acá tiene nombre y se llama solidaridad. Lo peor que le puede ocurrir a cualquier sociedad es ser indiferentes, y nosotros demostramos que no lo somos, ni con el dolor propio ni mucho menos con el ajeno. Hemos sufrido mucho y por eso entendemos la importancia de la solidaridad. Tenemos el corazón arrugado pero este es un poco de cariño que queremos que llegue al pueblo de Brasil”, dijo Gutiérrez.
En Medellín, anoche, se jugó el partido más triste de la historia. No hubo goles por festejar. Solo lágrimas para acompañar.
CLARIN