14 Nov Ohmm 2.0: la paz mental está dentro del celular
Por Juan Göttling
Todas las mañanas Verónica incluye en su rutina unos minutos para meditar. El largo viaje al trabajo no le deja mucho margen, así que ahora empezó a hacerlo desde su celular. “Estaba buscando un cambio mental y espiritual… Empecé con audios de Joe Dispenza”, cuenta. La experiencia le hizo bien, pero después se pasó a la app del Centro de Deepak Chopra. La aplicación ofrece -gratis- un desafío de meditación de veintiún días en formato audio-guía. “Son más cortos y los puedo hacer en cualquier momento”, dice. José, en cambio, utiliza Headspace, una app que responde al sistema mindfulness (atención plena o estado de plena conciencia en este ambiente). Le sirve, aclara, para la parte “mécanica” de la meditación: “Ayuda a que me organice porque tiene alertas y me recuerda los tiempos”. Carla, psicóloga, suele recurrir a varias apps, y hasta las recomienda a algunos de sus pacientes como un medio para bajar el nivel de ansiedad, aunque si sus colegas se enteraran, pegarían el grito en el cielo.
Actualmente, cada vez son más los que por falta de tiempo, distancias, la vida a mil de la ciudad, no pueden dedicarse a meditar. En estos tiempos de imparable desarrollo tecnológico, la meditación se volvió algo accesible y que podemos “llevar” en los celulares. Con aplicaciones gratuitas -también hay pagas- es posible acceder a guías y rutinas para bajar los niveles de estrés y mejorar y cuidar la salud.
Las apps ofrecen audio-guías, cronómetros, sonidos relajantes, mantras y algunas hasta incluyen rutinas de fitness o ejercicios orientados a lo cognitivo.
Entre las más aceptadas hay que mencionar Calm, Buddhify, Smiling Mind, Reto de Meditación, Meditare o Insight Timer: cada una, a su modo, ofrece prácticas para meditar en la comodidad del hogar y desde el celular con tan solo unos pocos minutos de dedicación. Algunas de ellas están respaldadas por organizaciones o gurúes de renombre, como es el caso de la app de la Universidad Espiritual Mundial Brahma Kumaris, activa ya en Brasil y de inminente llegada a nuestro país. Esta organización se lleva bien con Internet: ya lanzó sitios web con breves guías de meditación y posee un canal de YouTube donde comparten su filosofía.
Enrique Loor es voluntario y profesor de raja yoga, unas de las ramas del yoga que “busca que uno se vuelva rey de sí mismo, que podamos controlar nuestros pensamientos, nuestra mente”, explica. Según él, “es bienvenido que la gente pueda meditar con una aplicación desde cualquier lugar; nuestra intención es promover y difundir los beneficios de la actividad”. Y subraya: “La meditación es lo que le permite a la gente mantenerse en paz, en calma, te permite conectarte con el momento en que te saliste de la ruta y es como volver al eje”. Loor dice que se puede hacer desde un celular con una app, pero también desde la computadora, sentado en la oficina o en el auto, con ayuda de tecnología o sin ella. Siempre con el objetivo en claro: “Meditar es alcanzar un estado de conciencia positivo, elevado, luminoso, limpio”. Es por eso que Brahma Kumaris armó el sitio solounminuto.org.ar, donde se proponen experiencias de meditaciones de un minuto separadas en categorías como relajación, concentración, silencio, conectar, compartir.
La periodista española Beatriz Goyoaga, voluntaria y fundadora de la ONG El Arte de Vivir en la Argentina, es otra de las especialistas que adhiere a la práctica de usar celulares para meditar: “A veces la gente no se puede desplazar a un centro de meditación porque está lejos oporque no tiene los tiempos; en esos casos”, concluye, “es mejor la aplicación que nada”. Pero enseguida advierte: “Siempre es conveniente aprender a meditar con un instructor, para que uno tenga la técnica explicada”. Y en muchos casos, aclara, “las apps vienen después de que uno ya ha aprendido a meditar con un guía”. Desde la técnica, esto sería lo ideal, especialmente cuando los cursos de El Arte de Vivir duran tan solo tres días. Desde el punto de vista humano, Goyoaga advierte: “El celular es una cosa fría y los seres humanos somos seres de comunidad. Preferimos ir al cine acompañados antes que solos. Nos atrae el sentarnos delante de alguien que te hable, que te aconseje”. En cuanto a lo energético -un aspecto clave a la hora de meditar- apela a una analogía fundamental: “Así como no es lo mismo tener prendida una lamparita que doscientas, tampoco lo es meditar en soledad que junto a otras doscientas personas” (cifra que llega a reunir en algunos de sus cursos).
En definitiva, las apps son una buena herramienta para aprovechar los tiempos muertos para descansar mentalmente, recuperar el eje y disfrutar el momento.
Pensamientos para sobreponerse a una situación de estrés
Los especialistas Moira Lowe y Enrique Loor, de Brahma Kumaris Argentina, destacan estos consejos útiles para superar esos momentos en que nos sentimos abrumados y agobiados por problemas afectivos, familiares o laborales:
-Considerar que ninguna situación que nos toque afrontar, por difícil que sea, puede ser mayor que mi capacidad para resolverla. La vida nos presenta a cada uno los desafíos a la “medida” de nuestro potencial real.
-Si tengo la expectativa de que las situaciones adversas cambien o que los otros cambien, me expongo a la posibilidad de una decepción. Yo no puedo cambiar a nadie; sólo puedo cambiarme a mí mismo.
-Sólo yo elijo posicionarse en el lugar de víctima de las situaciones o en protagonista de mi propia realidad.
– Cambiarme a mí mismo significa hacer emerger mi fuerza interior, mediante la cual las presiones externas no pueden “apretar” al alma.
-Sólo siento la presión de las situaciones o personas, cuando mi estado interno está débil. La debilidad interna es el resultado de haberme olvidado quien realmente soy. Soy un ser lleno de paz, el gobernante de mi propio reino interior.
-Ante cualquier amenaza repentina, tengo dos opciones: reaccionar o responder. Reaccionar es usar el piloto automático. Responder es usar la consciencia adecuada.
-Si alguien intenta causarme tristeza, simplemente no tengo que aceptarla.
CLARIN