07 Nov El mosquito del dengue resiste el frío porteño y puede atacar antes
Por Laura Rocha
En la ciudad, el mosquito transmisor del dengue, el zika y la chikungunya alcanza más rápidamente el estado adulto y, por ende, la capacidad de picar y contagiar enfermedades. Ocurre a partir de septiembre, por lo que pronto podrían verse más ejemplares. Según un estudio de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, el Aedes aegypti se está adaptando al clima templado de Buenos Aires: no sólo los huevos de esta especie sobreviven durante las bajas temperaturas del invierno, sino que durante esa estación un alto porcentaje de ellos libera las larvas, lo que adelanta algunas semanas su desarrollo.
“Para nuestra sorpresa, lo que vimos es que se producen eclosiones durante todo el invierno. Pueden pasar al estado de larva desde junio hasta mediados de septiembre”, indicó a la nacion Sylvia Fischer, del Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) del Instituto de Ecología, Genética y Evolución, perteneciente a Exactas-UBA y al Conicet, coautora de la investigación que acaba de publicarse en la revista científica Journal of Medical Entomology.
Las eclosiones de la especie se producen cuando las larvas salen del huevo. Permanecen en el agua en estado latente hasta que haya mejores condiciones para desarrollarse, lo que en la Capital ocurre a partir de septiembre. Es decir que ya durante la primavera los mosquitos se transforman en adultos y pueden picar.
“Casi todas las semanas se registraron eclosiones de más del 50% de los huevos, salvo en tres, en las que la temperatura fue muy baja; en ellas hubo eclosión del 20% de los individuos”, agregó la investigadora, que realizó el experimento en un patio de Mataderos.
“Vimos que una proporción bastante importante de las larvas que eclosionan durante el invierno, casi el 30%, puede transformarse en mosquitos adultos. De las que eclosionan a final del invierno, llegan a adultos cerca del 80%”, agregó Fischer.
“Se quedan todo el invierno como larvas, cuando llega el calor rápidamente podemos tener adultos, le ganan unas semanas a la temporada. Nuestra hipótesis es que tiene que ver con una adaptación de la especie. Aunque hace falta seguir estudiando, todo indicaría que sí y que el invierno porteño no es lo suficientemente crudo como para matar las larvas”, destacó la investigadora. Además, según el estudio del GEM, cada vez se registra mayor cantidad de mosquitos y por más tiempo.
Lo importante sería lograr que la conducta humana se adaptara tan rápido como esta especie y aprendiera a erradicar los huevos de Aedes aegypti, cuyo combate, según los expertos, es el principal factor para lograr el control del vector.
Se trata de un insecto domiciliario que pone sus huevos en recipientes artificiales con superficies sólidas. No anida en espejos de agua, ni en la tierra, ni en las plantas. Por eso, las autoridades trabajan desde hace cuatro meses con eje en el descacharreo para evitar que se desarrolle el mosquito y, con él, un posible brote de enfermedades. “Trabajamos con distintos ministerios. No es un tema que atañe sólo a Salud; tenemos que coordinar y articular. De la actuación de estos meses depende el éxito de la campaña de verano”, indicó Ana María Bou Pérez, ministra de Salud porteña.
Equipos de los ministerios de Salud, Ambiente y Espacio Público, Gobierno y Desarrollo Urbano encaran acciones que pretenden eliminar, cuadra por cuadra, los recipientes que puedan tener agua. “Debemos hacer desaparecer el mosquito cuando es huevo, mediante la eliminación de cualquier recipiente que colecte líquido. Estamos trabajando en un plan que incluye a la comunidad, el saneamiento y el ordenamiento ambiental. Hacemos un monitoreo preventivo con organismos de vigilancia y control epidemiológico”, agregó la ministra.
“La fumigación preventiva no sirve y no es recomendable. No tiene efecto porque no se accede al lugar donde están los mosquitos; lo más efectivo y más sustentable es la eliminación de los criaderos. Sólo se usa y se recomienda la fumigación en los casos en los que hay transmisión de virus; sólo alrededor de esos casos”, destacó Fischer. En ese sentido, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público informó que “esta temporada se prevé fumigar la manzana en la que se haya detectado un caso positivo”.
LA NACION