31 Oct Se acerca la edad de las tinieblas digitales
Todos los días nos sacamos fotos, hacemos videos y guardamos archivos digitales. Gran parte de esos archivos queda almacenada en los propios equipos o se envía a servicios de almacenamiento de datos en internet.
La esperanza es que estén disponibles para poder acceder siempre que se quiera revivir esos momentos. Una lógica que tiene sentido se si piensa en plazos cortos de tiempo. ¿Pero qué ocurre en plazos más largos? ¿En 50 ó 100 años? ¿Quién garantiza que todo el contenido que se crea hoy estará disponible? Softwares y equipos evolucionan cada vez a una velocidad mayor y pueden no ser compatibles en el futuro con lo que se generó hoy.
Ese escenario puede crear lo que el científico estadounidense Vint Cerf, conocido como el “padre de internet”, clasifica como la Edad de las Tinieblas Digitales. “Mire lo que ocurre con Apple y la remoción de la entrada del audífono de oído (en el iPhone 7). De repente, las cosas que son compatibles con ese formato no funcionan más. ¿Y los DVDs y CDs, para los cuáles las máquinas de esa compañía no tienen más un lector? Hay que buscar otro equipo para utilizar y un software específico para eso”, dijo Cerf, en una entrevista con Valor.
Cerf integra el grupo de científicos que creó las bases tecnológicas para lo que se convirtió en la red mundial de computadoras, en los años setenta, según Google. Para él, en aquel momento el equipo tenía noción de lo que hacía y del potencial que la nueva tecnología tendría para el mundo. “No preveíamos todos los detalles, como los smartphones, por ejemplo, pero podía verse que los equipos de tecnología estaban achicándose y abaratándose, por lo que podía proyectarse que serían de menor tamaño y consumirían menos energía. Se podía imaginar fácilmente lo que hoy sucede, pero no pude saberse cómo será hasta que uno ve cómo sucede”, señaló.
Según Cerf, una de las soluciones para evitar la pérdida de contenidos sería crear maneras para emular los equipos y sistemas que se utilizan hoy. La universidad estadounidense Carnegie Mellon probó con éxito la idea. Puede parecer fácil. Bastaría usar una tecnología bastante diseminada, la virtualización, que hace que una computadora física puede operarse como si fuera decenas o centenas de equipos. Pero no es tan trivial. “Conseguir las características exactas del equipamiento que se utilizaba en el pasado para hacer funcionar un sistema no es tan simple. Pueden haber cuestiones de propiedad intelectual”.
De esa problemática, surgen otras cuestiones, adivierte Cerf. Una es la necesidad de crear leyes de derechos de autor que permitan guardar copias de sistemas operativos antiguos. Otra se vincula con el modelo de negocios de quien se disponga a guardar las informaciones. “No conozco muchas instituciones que duraran algunas centenas de años. Está la Iglesia Católica, que lo hizo en la Edad Media. También hay cervecerías y bodegas con esa edad. Pero no se como se encajaría esto en sus negocios”, aseguró.
Desde que comenzó a hablar sobre la “Edad de las Tinieblas Digital”, Cerf encontró algunas iniciativas que se dedican a parte de ese tema, como el International Internet Preservation Consortium (IIPC), o Internet Archive y la Biblioteca de Alejandría en Egipto.
EL CRONISTA