Por los caminos del Torrontés

Por los caminos del Torrontés

Por Ángeles Benedetti
Entre el 5 y el 10 de octubre, Salta realizó la tercera edición consecutiva de la Semana del Torrontés de Altura. En el marco de este gran evento, hoteles, restaurantes, bodegas y espacios culturales homenajearon a la variedad que, además de ser emblemática de la región, es la única 100% argentina. Expresiva, aromática, rústica y elegante al mismo tiempo, es una cepa que otorga los vinos más representativos del Noroeste argentino. Si bien hubo actividades en Salta capital, Cachi y Cafayate, es en esta última ciudad donde se concentró la mayor cantidad de eventos y degustaciones, ya que es el epicentro de la actividad vitivinícola de la provincia.

– Finca Quara
Sobre la Ruta 40 y detrás de largas hileras de viñedos se descubre una de las casonas más antiguas e históricas de la región (data de 1870), que alberga la bodega Quara. Más allá de las columnas que delatan la arquitectura palladiana y la belleza de las luces y sombras con las que el sol salteño juega entre sus amplias galerías, la calidez y hospitalidad de quienes trabajan en la bodega hace verdaderamente la diferencia.
Finca Quara puede visitarse diariamente, y más allá del recorrido por las instalaciones en manos de los descendientes de Rodolfo Lavaque (quinta generación vitivinícola de la familia) y la clásica degustación, también ofrecen paquetes especiales, actividades a medida y visitas personalizadas.

– La Estancia de Cafayate Wine & Golf
Es una de las propuestas turísticas más sólidas de la ruta del vino salteño: un alojamiento que simplemente lo tiene todo. Villas residenciales, habitaciones amplias y con todas las comodidades, más dos restaurantes que combinan técnicas internacionales con sabores regionales (Grace y el del Club House), spa, cancha de polo y un campo de golf de 18 hoyos diseñado por el reconocido Bob Cupp. Asimismo, La Estancia tiene su propio vino, un Torrontés elaborado a partir de las uvas cosechadas en los viñedos del hotel (de sus 500 hectáreas, 14% está implantada con la variedad emblemática salteña) en la bodega El Porvenir de Cafayate.

– Finca Las Nubes
La bodega de José Luis Mounier, uno de los enólogos más prestigiosos de la región, se encuentra hoy gerenciada por dos jóvenes que le hicieron una “lavada de cara”, sin dejar de lado la esencia del lugar: Jaime Noceti y Valentina Buljubasich. Como buena arquitecta, Valentina llevó adelante la transformación estética de la bodega: la pintaron de un color que la hace integrarse al paisaje de El Divisadero y agregaron sillas y mantas coloridas en el jardín con vista privilegiada de los viñedos y el valle. Asimismo, es ella quien cocina todos los días para quienes se acercan a visitar este establecimiento boutique: empanadas salteñas y dos opciones de principales (una es vegetariana) que se acompañan con los vinos de Mounier. Inolvidable el Finca Las Nubes Dulce Natural Torrontés, un blanco untuoso y fresco, con dulzor y acidez elegante, combinado con empanadas y quesos.
Finca-Las-Nubes-Cafayate

– Museo de la Vid y el Vino
Las estadísticas no mienten: este museo es el segundo museo más visitado del NOA detrás del Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM). A dos cuadras de la plaza principal de Cafayate, esta edificación moderna propone un paseo imperdible para comprender el desarrollo de la actividad vitivinícola en el valle. En las dos salas que integran este museo de vanguardia situado en el viejo predio de la Bodega Encantada se realiza un recorrido por la historia de la vitivinicultura en la región y el ciclo de la vid a través de estímulos visuales y sonoros de última tecnología.
El Museo de la Vid y el Vino ($60 la entrada), parada ineludible en un recorrido por la ruta del vino salteño, abre de martes a domingos (y lunes feriados) de 9 a 19 horas.

– Domingo Molina
En la ladera de los cerros de la pre-cordillera de los Andes, ocho kilómetros al oeste de Cafayate y a 2.000 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el paraje Yacochuya (“lugar de agua clara” en quechua). Allí, la bodega familiar de los hermanos Osvaldo, Gabriel y Rafael Domingo recibe a los turistas en un entorno natural único. Además de la visita guiada por las instalaciones, con reserva previa es posible participar de la selección de uvas durante la cosecha, probar sus vinos directamente desde tanques y realizar una degustación al aire libre, acompañada de quesos artesanales. Además, Domingo Molina ofrece un encanto turístico muy particular: el cactario de María Esther López y Daniel Tejada. El matrimonio, que hace más de dos décadas se dedica al cultivo de cactus, trasladó su Casa del Cactus de la ciudad de Cafayate al predio de la bodega, donde inauguraron un parque temático ecológico.

– Altalaluna
En Tolombón, a siete kilómetros de Cafayate, se levanta una edificación que data de 1890 y hoy alberga el hotel de lujo de la bodega Tukma. Con un estilo de campo muy elegante y cálido, cuenta con 20 habitaciones de tres categorías, restaurante, wine bar, una cava subterránea y pileta. Sin embargo, la estrella de este alojamiento es el spa con saunas, sala de relax, gimnasio y servicio de masajes; todo con vista a los viñedos y al cielo diáfano. Asimismo, para los turistas organizan caminatas, degustaciones y excursiones a caballo (de dos horas a dos días de duración). Además, todos los domingos hacen asado de campo bajo los árboles -el vacío y el pollo son cocinados al horno de barro-. Allí es imprescindible probar el Tukma Gran Torrontés, uno de los pocos con paso por madera.

– Piatelli Vineyards
Arquitectónicamente, es una de las bodegas más imponentes de la ruta del vino salteño. Inaugurada en 2013, combina un diseño moderno y elegante con materiales autóctonos de la región. El restaurante a la carta está abierto todos los días al mediodía y ofrece una propuesta de cocina internacional protagonizada por productos y platos regionales. Asimismo, organizan bicicleteadas, cabalgatas y trekking en la finca y visitas guiadas. Además, todos los años realizan el festival Sonidos del vino, del que participan los artistas locales más talentosos compartiendo su música en el predio de la bodega. La próxima edición de esta fiesta que combina folklore y vino es el sábado 5 de noviembre.
EL CRONISTA