Matthieu Pigasse: “En la Argentina descubrí el rock en castellano”

Matthieu Pigasse: “En la Argentina descubrí el rock en castellano”

Por Nathalie Kantt
En la sala de reuniones donde espero a Matthieu Pigasse, los blocs de notas se apilan prolijamente al lado de lápices y botellas de agua para una decena de personas. El sol parisino ilumina a través de los ventanales haussmanianos, cerca de la Madeleine. Entra Pigasse y la gran mesa ovalada parece, de repente, más chica. Pigasse es de esas personas que se apropian del espacio vacío. Se sienta y agarra una botella de agua que no beberá a lo largo de toda la entrevista. Necesita tener algo en las manos. Tampoco se acomodará demasiado en su silla. Alto y flaco, está vestido con un traje sin corbata, esbozo de insumisión que perfila uno de sus tantos roles, sin dudas su preferido: ser el dueño de la revista Les Inrocks, una referencia en el mundo del rock. En una época en la que los empresarios franceses dejaron de invertir en vinos para concentrarse en (y concentrar) el universo de los medios, Pigasse forma parte de esa lista de diez patrones de la prensa francesa que aquí todos conocen. Es uno de los tres accionistas mayoritarios del grupo Le Monde, que incluye parte del portal Huffington Post en francés.
Es dueño de Radio Nova, radio de culto para los melómanos, y participa del lanzamiento de la versión francesa de Viceland, canal de televisión de la revista alternativa Vice, hoy convertida en referente de un nuevo tipo de periodismo. Su último proyecto, el lanzamiento de una editorial donde reeditará esos clásicos que adora: Baudelaire, Artaud, Poe, Verlaine, Rimbaud, Flaubert.
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Como si también hubiera podido elegir el día de su nacimiento, Pigasse vio la luz en mayo del 68. Casi 50 años más tarde, cita a Albert Camus, a The Clash y a un ex secretario general del partido comunista francés. Sus últimas lecturas, El Conde de Montecristo, de Alexandre Dumas, “por novena vez y para no olvidar jamás lo que es la naturaleza humana”, y Taz, de Hakim Bey, sobre las utopías piratas. Dice que su familia política es la izquierda y que se inscribe en una tradición casi jacobina. Asegura que no tiene casas ni autos propios. Ni siquiera usa reloj. “Mi pasión es invertir para dar sentido”, insiste. Creció en el seno de una familia de periodistas, estudió en la prestigiosa Sciences Po, y pasó por la Escuela Nacional de Administración (ENA), cuyos ex alumnos suelen controlar la vida económica y política del país.
Administró la deuda del Tesoro francés durante cuatro años y desde 2002 trabaja en Lazard, el grupo mundial de consejo financiero que se ocupó de reestructurar la deuda argentina. Fue él quien, durante el gobierno de Néstor Kirchner, ideó el acuerdo con los acreedores privados que detentaban parte de la deuda pública del país. “Recuerdo reuniones con jubilados japoneses en Yokohama. Era horrible”, cuenta Pigasse. En su entorno me dicen que Cristina Fernández tenía una debilidad por él. Tras la negociación, que concluyó con una quita del 75% y pagable a largo plazo, nacieron los famosos holdouts, descontentos por la propuesta y con el tiempo más conocidos como fondos buitres. También se ocupó de las deudas de Irak, Ecuador y Grecia.

-Vivió dos años en el país. ¿Qué descubrió?
-Descubrí un país y una ciudad que adoro. Es el extremo occidente. Me gusta ese sentimiento de familiaridad y rareza. Allá descubrí la música, y un rock en castellano.

-¿Es fan de alguna banda argentina?
-Me gustan muchas: 2 Minutos, Flema, Expulsados, Babasónicos. Pero hay una que adoro y que escucho todo el tiempo: Ataque 77. No sé explicar por qué. Les propuse venir a tocar al festival de Inrocks pero uno de los miembros no quiere viajar en avión. Me gustaría convencerlos. Los vi tocar varias veces, la última vez en el Luna Park.
Pigasse dice que la Argentina lo apasiona porque es un país que tiene todo para salir y, sin embargo, tantas dificultades para lograrlo a través de la historia. “Hay una paradoja argentina que me fascina y que siempre busco comprender”.

-¿Qué le gusta de ser el dueño de Les Inrocks ?
-Vengo de una familia de la prensa. Invertí mucho en los medios. Les Inrocks reúne mis pasiones principales: la música, la cultura, los medios. Lo que me interesa es usar la cultura para decir algo sobre cómo es el mundo. Tratar de producir una mirada crítica y diferente, utilizando canciones, libros y películas.

-¿Cómo hizo su fortuna?
-La gané. No heredé nada. Gané mucho dinero en Lazard (es el responsable mundial de consejo y gobierno y de fusiones y adquisiciones) y lo reinvertí en activos que producen ellos mismos plata porque se reestructuran. Me endeudé, asumí riesgos financieros enormes y funcionó. Podría haber fracasado totalmente. Todo el dinero que gano lo reinvierto en los medios para equilibrarlos, hacerles ganar dinero y así poder comprar otros y reinvertir.

-¿Cuál es el interés para un empresario de comprar un medio si da pérdidas?
-Veo las cosas de manera diferente. Decidí crear un grupo de medios. Lo hice con un equipo de gente cercana que comparte mis mismos valores. Y con un objetivo: en un mundo en pleno caos, contribuir a darle sentido haciendo pasar mensajes a través de la cultura. Los medios dicen algo. Después, se puede estar de acuerdo o no. Si estás de acuerdo, nos lees, y si no, no.

-¿Cuáles son esos valores?
-El rechazo al orden establecido, a la sumisión frente a lo que nos dicen que debe ser, a dejar las cosas como están. La voluntad de cambiar el mundo, con convicciones muy de izquierda y la idea de que es posible mejorar el sistema.

-¿Votaría a François Hollande o a Emmanuel Macron?
-Ni a uno ni al otro. Creo que la presidencia de Hollande es un fracaso total. ¿Por qué soy de izquierda? Porque considero que todos deben tener la misma suerte. Las desigualdades son un fenómeno social y no natural. El objetivo primero de la sociedad es corregir. El quinquenio de Hollande representó una forma de traición a eso.

-¿Hubiera actuado de la misma manera que el gobierno anterior respecto de los holdouts?
-Me parece totalmente injusto que algunos acreedores retengan a un país en default, que se rehúsen a jugar el juego colectivo y que reciban más que los otros. Políticamente es inaceptable, así que entiendo la postura de un gobierno que se pregunta, como estado soberano, porqué un juez extranjero le impone algo. Dicho esto, llega un momento en el que hay que saber negociar. En Francia hay un dicho: hay que saber terminar una huelga. Acá es un poco lo mismo. Hay que saber detener una negociación, encontrar un acuerdo y empezar de nuevo. Ello tardó un poco.

-¿De qué manera incide ser patrón de medios cuando hay elecciones ?
-(Se ríe). La regla es la independencia de las redacciones. Las redacciones de mis diferentes diarios y revistas son libres e independientes de decir lo que quieren. Da la casualidad de que comparto las mismas ideas que los diarios que compré, así que no está mal. Lo gracioso son las presiones a la inversa que recibimos de los políticos. Hay quienes creen que no hablamos demasiado de ellos, hay quienes piensan que hablamos injustamente. Es un poco como el agua sobre las plumas de un pato: hay que esperar que pase. Hay que mantenerse insensible a las presiones.

-¿Cómo ve el futuro de la información ?
-Nunca un medio mató a otro. No creo que la prensa papel desaparezca. Vemos que cada medio coexiste con el otro, totalmente complementarios. Existe un circuito de la información: a la mañana escuchás la radio en el baño, en la cocina y en el auto, después lees los diarios, durante el día surfeas en Internet y en las aplicaciones, a la tarde de nuevo la radio en el auto y a la noche mirás la tele. Lo que cuenta es la fuerza de tu marca.

-¿Los medios franceses están en crisis ?
-Sí, porque el mundo y los comportamientos de consumo cambiaron. Hay cada vez menos lectores de papel, menos publicidad por la crisis económica y menos puntos de venta porque los puestos de diarios cierran. Si se combinan estos tres efectos, es muy difícil. Pero las marcas fuertes van a subsistir y no hay fatalidad en perder dinero. Cuando compramos Le Monde, el diario perdía 40 millones de dólares. Este año ganará 10. Para ello redujimos costos, claro, pero también nos animamos a invertir en nuevos productos que funcionaron increíblemente bien porque a la gente les gustan.

-¿Cuál es la estrategia a futuro para los medios?
-Ser una marca fuerte, encarnar algo para que la gente venga hacia vos, y declinada en las diferentes plataformas: papel, conciertos, Internet, radio y tele.
Dice que duerme poco porque de noche va a conciertos o se queda escuchando música hasta tarde, y que por eso necesita consumir azúcar permanentemente: además de coca cola (nunca light), chupetines y caramelos de cola todo el tiempo.
Me pide que le nombre bandas de rock argentino recientes. Mi mente está en blanco hasta que se me ocurre la platense El mató a un policía Motorizado. La escucha en su teléfono. Le parece lenta. Elige diferentes temas de su playlist de casi 5000 y tengo que adivinar qué es. Cuando preside Pigasse, en la sala de reuniones haussmaniana suena rock nacional argentino.
EL CRONISTA