Temor por las consecuencias de las inversiones chinas en el fútbol europeo

Temor por las consecuencias de las inversiones chinas en el fútbol europeo

Por Ben Bland
Un oscuro inversor chino compra un deslucido club de fútbol de la Premier League y promete transformar sus perspectivas. Asegura que lo hará grande en China contratando destacados jugadores chinos y sellando lucrativos contratos de auspicio gracias a sus “guanxi”, o conexiones.
Pero en el Birmingham City FC, el reinado de Carson Yeung, ex dueño de una peluquería que en 2009 se convirtió en el primer propietario chino de un prestigioso equipo de fútbol inglés, terminó en desgracia. El equipo bajó a la segunda división del fútbol inglés, Yeung terminó preso en Hong Kong por lavado de dinero en 2014 y el club apenas es conocido en China.
Los magnates chinos que han invertido más de u$s 2.000 millones en clubes de fútbol europeos desde principios del año pasado —y los hinchas que siguen a esos clubes— esperan que esta vez la historia sea diferente.
Entusiasmados por satisfacer la ambición del presidente Xi Jinping de convertir a China en una superpotencia del fútbol, y respaldados por la financiación inmediata que obtienen para adquisiciones de activos en el exterior, los empresarios chinos se embarcaron en una ola de compras de equipos extranjeros sin precedentes.
“[China es] el mercado de consumo más grande del mundo y ellos están buscando aprovechar las marcas europeas y llevar a su país la experiencia vinculada a la conducción de clubes de fútbol”, comentó Steve Horowitz, socio de Inner Circle Sports, una consultora boutique que participó de varios acuerdos con clubes de fútbol ingleses.
Los grupos chinos invirtieron en clubes famosos o directamente los adquirieron, incluyendo a AC Milan y Inter Milan de Italia, y el Manchester City y Aston Villa de Inglaterra, además de una serie de equipos más chicos de Europa. Muchos más clubes, entre ellos Liverpool y Hull City, están en la mira de inversores chinos.
Algunos de los compradores son grupos con buenas conexiones políticas y posiciones financieras sólidas como Dalian Wanda, Fosun International y China Media Capital.
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Otros son poco conocidos hasta en China, como el nuevo dueño de Aston Villa, Tony Xia, que dirige una deficitaria fábrica de aditivos para la industria alimenticia y Lai Guochuan, que se alzó con West Bromwich Albion este mes por una suma entre 150 y 200 millones de libras y antes armó una empresa que él describe como “la IBM del paisajismo”
Dado que la Premier League en Inglaterra y otras ligas son más competitivas que nunca, los hinchas y ejecutivos del fútbol se preguntan si estos nuevos dueños chinos tienen el compromiso personal y financiero necesario para luchar por el éxito en el largo plazo, o si el sueño futbolero chino de Xi se convertirá en una pesadilla para Europa.
Los bancos de inversión sostienen que hay una gran diferencia entre los compradores “de la primera división” como Wanda y Fosun, que tienen bolsillos abultados y un plan para desarrollar su negocios deportivos y de medios, y “la segunda división” de inversores, que ofrecen menos sinergias y cuyas finanzas son difíciles de rastrear.
Los inversores chinos de primera línea ven la oportunidad de armar negocios deportivos que puedan saciar el apetito de entretenimiento que existe en la segunda economía más grande del mundo, y también de satisfacer los caprichos de Xi.
El año pasado Wanda compró un 20% del club español Atlético de Madrid por u$s 52 millones y adquirió la agencia de derechos deportivos suiza Infront Media, además de continuar con inversiones en los sectores cinematográfico y de parques temáticos.
China Media Capital, que por u$s 400 millones adquirió 13% de la compañía controlante de Manchester City el año pasado después de que Xi mismo visitara el club, también compró los derechos de transmisión para la Super Liga China y lanzó un joint venture cinematográfico con Warner Brothers, inversiones que se agregaron a sus otros negocios de medios.
Everbright, que se acercó a Liverpool para una posible inversión, antes se quedó con el control conjunto de MP & Silva, otro grupo de derechos deportivos.
Pero Alexander Jarvis, cuya compañía Blackbridge asesoró en varios contratos de fútbol en los que participaban inversores chinos, sostiene que muchas firmas chicas parecen están actuando por impulso pese a que “no tienen experiencia en fútbol”.
“Algunos muchachos del fútbol son capaces de vender a su abuela con tal de cerrar un acuerdo”, contó. “Por lo tanto, existe el riesgo de que los clubes y los inversores chinos sean engañados”. Un asesor que prestó sus servicios en la venta de West Bromwich Albion señaló que prácticamente una docena de inversores chinos estudiaban el club pero sólo cuatro tenían la capacidad financiera y buenas razones para seguir adelante con la operación. “Es muy difícil evaluar la calidad de los potenciales compradores a menos que se cuente con manos y pies en China”.
Feng Tao, CEO de Shankai, una compañía china de marketing deportivo, sostiene que algunos entrepreneurs creen que pueden obtener ganancias rápidas comprando clubes europeos con mal desempeño pero gran cantidad de hinchas para luego reestructurarlos y finalmente capitalizar la mayor valuación inyectándolos en sociedades cotizantes chinas.
Pero a los nuevos dueños chinos de Aston Villa, Birmingham City y Wolverhampton Wanderers —todos clubes ingleses de segunda división— no les resultará fácil ascender a la adinerada Premier League.
Según Jarvis, van a tener que invertir significativamente en jugadores y entrenadores, mientras al mismo tiempo deberán manejar las expectativas de los hinchas, tratar de generar mayores ingresos y cubrir sus costos de financiación.
Keith Wyness, el recientemente instalado CEO de Aston Villa, admite que entrar en la Premier League “sin duda es el mayor de los desafíos futbolísticos”. Agregó que Xia “comprende totalmente esto” si bien el dueño hizo comentarios públicos quijotescos. En el sitio web del club dijo: “Mi objetivo de largo plazo es hacer de Aston Villa el mejor club del mundo”.
Al igual que otros que representan la nueva ola de magnates del fútbol chino, Wyness aseguró que Aston Villa puede usar las conexiones de Xia para acceder a los mejores jugadores chinos que van surgiendo y aprovechar las oportunidades comerciales en China. “Estar adentro nos brinda una gran ventaja”, dijo.
Pero Mark Dreyer, experto que dirige un blog llamado China Sport Insider, comentó: “la idea de que los clubes serán grandes en China sólo porque tienen un dueño chino no tiene ningún sentido”.
“Todos los clubes de las ligas grandes están tratando de captar audiencia china a través de la televisión, los medios sociales y las giras de pretemporada”, señaló. “Algunas de estas compras van a terminar en lágrimas”
EL CRONISTA