Los vecinos de Jáchal exigieron el cierre de la explotación minera en Veladero

Los vecinos de Jáchal exigieron el cierre de la explotación minera en Veladero

Por Enrique Merenda
“Agua sí, cianuro no” y “Se sabía que la Barrick saquea y contamina”. Con esos dos cánticos, unas 1800 personas marcharon, anoche, por las calles de esta capital para exigir el cierre de la explotación de oro en Veladero, luego de conocerse un nuevo derrame de solución cianurada por parte de la minera canadiense Barrick Gold.
Hasta la plaza 25 de Mayo, el punto de concentración de la marcha, llegaron los vecinos de Jáchal, reunidos en la asamblea “Jáchal no se toca”. Esta vez estaban acompañados por distintas corrientes políticas de izquierda y agrupaciones ambientalistas. Recibieron el apoyo de otros sanjuaninos que se sumaron a la movilización.
Mientras se realizaba la marcha, en Jáchal, a unos 150 kilómetros de la capital, otro grupo de asambleístas cortó el tránsito en la intersección de la ruta 40 y 150, en la rotonda de San Roque. Los asambleístas además acamparon en la explanada de la municipalidad y se reunieron en una nueva asamblea para comenzar a analizar los pasos a seguir frente a esta nueva situación generada por la empresa minera.
Según contaron anoche asambleístas que llegaron a San Juan, la protesta en Jáchal tuvo una fuerte presencia policial.
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Incidentes
“En Jáchal, el último año fue difícil”, dice Milena Olivares, una de las tantas jóvenes que militan en la carpa de los asambleístas. “En un año hubo muchos rumores de nuevos derrames, sólo se pudo confirmar el de la semana pasada”, contó.
“A diferencia del año pasado, esta vez no se distribuye agua y tampoco se sabe la magnitud del derrame”, indicó con preocupación.
Olivares confirmó anoche los rumores que circularon en las últimas horas: Jáchal se enteró del derrame por una cadena de mensajes de WhatsApp. Por esa misma vía se enteraron del incidente el año pasado.
Antenoche, los ánimos de los vecinos de Jáchal seguían caldeados. Los asambleístas agredieron al intendente Miguel Vega y a algunos concejales. “Cómo no lo vamos a agredir con lo que nos contestó. Dijo que esperáramos hasta la noche para ver qué iba a hacer el gobierno y después veíamos”, relató Marcela Alonso, otra asambleísta.
Por la protesta, el intendente y los concejales debieron resguardarse en la comisaría departamental.
LA NACION