02 Sep Los juguetes que vienen del futuro
Por Cintia Perazo
Los juguetes reflejan la tecnología de cada época. Basta mirar la popular muñeca Barbie, cuya primera versión lanzó Ruth Handler en 1959. Casi 60 años más tarde, en 2015, Mattel y ToyTalk (ahora llamada PullString), que crea personajes y aplicaciones que conversan con los niños, anunciaron el lanzamiento de Hello Barbie, con conexión Wi-Fi y el sistema de ToyTalk para analizar el discurso de un niño y producir respuestas pertinentes. Asimismo, gracias a un sistema de inteligencia artificial, puede responder las preguntas que les hacen las pequeñas y también formular sus propias preguntas. Además, propone juegos interactivos, relata historias y hasta cuenta chistes. “Lo que más pedían las niñas era poder tener una conversación con Barbie. Ahora, por primera vez, podrán conversar con ella”, señalaba un comunicado la compañía Mattel.
Otro ejemplo es Dino, un dinosaurio de CogniToys conectado a la Nube a través de Wi-Fi. Emplea tecnología de reconocimiento del habla y Watson, de IBM. Éstas le permiten escuchar y responder a las palabras del niño. No sólo responde preguntas, también crea historias, cuenta chistes y propone juegos. El juguete puede recordar datos del nene, como su nombre y su comida favorita, para poder personalizar las conversaciones. Y, a medida que aumenta su habilidad, el contenido de Dino se vuelve más complicado.
Hasta ahora los niños podían realizar construcciones los ladrillitos o los meccanos. Esto podría cambiar con la llegada de las impresoras 3D. Por ejemplo, la ThingMaker 3D, que permite a los niños crear sus propios juguetes utilizando piezas modulares disponibles en la app de diseño de Autodesk. En el exterior ya se puede realizar una preorden de este producto, que vale 299 dólares.
Por su parte, Fisher Price lanzó Code a Pillar. Es un juguete en forma de oruga que tiene el objetivo de iniciar a los más pequeños en la programación. Está compuesta por pequeños bloques que se unen entre sí mediante USB. Cada bloque seguirá un movimiento determinado según la ubicación que el niño le dé. Ya se vende en Estados Unidos y cuesta 50 dólares.
Con la misma idea se ofrece Jewelbots, unas pulseras de la amistad programables. Son dispositivos portátiles de código abierto donde los chicos dictan la función. Cada pulsera permite la conexión con hasta ocho amigos. Cuando alguno está cerca la pulsera se activa y pueden enviarse mensajes. Los niños simplemente conectan su Jewelbot a un teléfono o una computadora para empezar a programarla y no es necesario que tengan conocimientos previos en esta disciplina.
Hasta ahora los mundos imaginarios de los chicos eran visibles sólo para ellos, pero la realidad virtual está modernizando, también, este aspecto. Recientemente, comenzó a venderse el visor de realidad virtual View-Master, inspirado en el Cardboard de Google. Para utilizarlo es necesario escanear con el smartphone las tarjetas que traen los diferentes Experience Pack -kits de contenidos- luego se introduce el celular dentro del visor, el niño se lo pone y comienza a recorrer los diferentes escenarios.
Lo interesante es que además de atractivo este dispositivo ofrece una experiencia de aprendizaje inmersiva, ya que podrán explorar la galaxia, realizar un safari y bucear en el mar. Una vez situados en cada escenario los chicos pueden ver videos, imágenes, datos curiosos y participar de juegos.
En las habitaciones de los niños empiezan a hacerse presentes los drones y los robots humanoides o con forma de animales. Aunque obviamente no suplantan a un animalito real, los avances logrado con estos dispositivos son muy interesantes. Spin Master ya vende estos robots para niños y asegura que con ellos los chicos pueden disfrutar de una mascota, pero sin las obligaciones que demandan los animalitos domésticos.
Entre otros se destacan Zoomer Zuppies Interactive Robot Puppy, un perrito que ladra, habla, mueve la cola y juega con los chicos. Entiende español, inglés y francés. Pero no es la única, WowWee también ofrece robots y drones para niños. Entre ello se destaca Chip, esta simpática mascota robot cuenta con inteligencia artificial, tecnología que le permite reconocer a su amo y responder a los comandos y a los gestos de la mano y de la voz. Además incluye una SmartBall, a la que bastará hacer rodar para que Chip corra a buscarla o juegue al futbol con ella. Mientras que R.E.V. Air, también de WowWee, es un kit que incluye un auto y un dron que pueden manejarse a través de una tablet u otro dispositivo móvil para que dos amigos puedan jugar a una batalla entre ambos vehículos o, si el niño está sólo, puede darle inteligencia artificial a su oponente para que la batalla sea interesante.
Esta es sólo una muestra de la evolución de los juguetes. Todas estas tecnologías están ya entre nosotros, algunas lograrán masificarse, otras se irán perfeccionando y otras servirán sólo como antecedente de los juguetes que vendrán. De todas maneras cada una marcará tendencia y son un claro ejemplo del camino que van a recorrer los juguetes en los próximos años.
LA NACION