Efecto 007: James Bond, el espía que amaba las marcas

Efecto 007: James Bond, el espía que amaba las marcas

Las películas de Bond están entre las más auspiciadas por las marcas de toda la historia del cine: las empresas pagan millones de dólares para que sus productos aparezcan en la pantalla al lado del espía más famoso del mundo. La última entrega de la saga del superagente, Spectre, tuvo su estreno mundial en el Reino Unido el lunes y estará en las pantallas argentinas este jueves.
Mientras las publicidades temáticas de Bond se caldean en la inminencia del estreno, el publicitario Daryl Collis, de Seesaw Media, explica que la relación entre las marcas y Bond es profunda y arraigada, pero no es una relación que funciona siempre de la misma manera.
Los productores de Die Another Day , la última película de la saga que protagonizó Pierce Brosnan, hicieron acuerdos con 21 “socios de marcas”. Para el debut de Daniel Craig, en Casino Royale , la cantidad había bajado a sólo siete.
Los productores ahora se inclinan por “socios de marcas” que sean más reales, y se avengan mejor con la interpretación que hace Craig de James Bond, dice Collis.
Estos son algunos de los números que hay atrás de lo que está llamado a ser una de las grandes películas del año: El costo de la realización de Spectre es de US$300 millones, según emails de Sony que se filtraron en un famoso hackeo del 2014. Eso la hace casi dos veces más cara que Skyfall , el anterior film de la serie de Bond, que costó entre US$150 millones y US$200 millones. Pero Sony Pictures no tiene por qué precuparse demasiado con lo gastado en Spectre si el ingreso de taquilla guarda algún parecido con el de la predecesora Skyfall, que recaudó nada menos que US$1.100 millones.
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Esta vez los vehículos elegidos por Bond son el Aston Martin DB10 y el Jaguar C-X75. Del DB10 sólo se fabricó una cantidad limitada, y el auto no está disponible para el público. Si lo estuviera, dicen las estimaciones, el lector que quisiera comprarlo debería pagar unos US$500.000. El Jaguar insumiría otros US$1,2 millones.
Aunque no pudo ser confirmado antes del estreno, al parecer Bond se ha desligado de su fiel Walther PKK en favor de una Heckler & Koch VP9 de quince tiros, un arma similar fabricada por una compañía rival. Una imagen que se difundió como material promocional muestra a Bond en un paisaje nevado de los Alpes blandiendo la nueva arma, que cuesta US$719 (frente a los US$429 que costaba la Walther PPK) .
El aparente cambio de lealtades de 007 en Spectre ocurre, casualmente, en momentos en que el gobierno alemán, el mejor cliente de Heckler & Koch, está prescindiendo de la firma como principal proveedor de fusiles para su personal armado. Está por verse si una aparición estelar en el filme de Bond y la publicidad que represente podrá compensar a Heckler & Koch de los ingresos perdidos y del golpe infligido a su reputación.
Desde hace más de veinte años, Bond viene usando un reloj Omega Seamaster, y Spectre no rompe con esa tradición. En este caso se trata de un Spectre Seamaster 300, y es la primera vez que un reloj usado por el agente secreto es puesto en venta también para el público, aunque en una edición limitada, de 7007 unidades.
Con esfera negra, el diseño del Seamaster 300 “Spectre” combina la sofisticación con un toque de “actitud dark” acorde con las aventuras de Bond, comentó a iEco la compañía suiza. El reloj cuenta con un bisel giratorio bidireccional de buceo hecho en cerámica negra, que se combina con una escala de 12 horas de Liquidmetal que permite mantener la hora en cualquier país del mundo.
Otras características únicas son los segunderos “lollipop” y la correa OTAN de 5 rayas en negro y gris, antes conocida como la correa OTAN de Bond.
Cada reloj tiene su propio número de serie grabado en la parte posterior, junto con el logotipo de la película Spectre.
Si el cliente opta por la correa OTAN, puede hacer grabar “007” en el soporte de la pulsera (una cosa no muy Bond, a decir verdad). El precio del reloj supera los US$6,000.
CLARIN